Las grandes ciudades con una importante fachada litoral se enfrentan a retos importantes cuando se habla de fomentar la economía azul, y uno de los más relevantes es la gestión que tienen que hacer del turismo, una actividad en expansión en España. Las ventajas de abrir las ciudades al mar, pero también sus inconvenientes, y la manera de abordar estas problemáticas, tienen que tejer complicidades entre las principales urbes de España. Así lo han puesto de manifiesto los alcaldes de San Sebastián, Eneko Goia; el teniente de alcalde de Economia, Hisenda, Promoció Econòmica i Turisme del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls; el alcalde de Palma de Mallorca, Jaime Martínez, y el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, durante el primer debate de la jornada Los retos de la economía azul, organizado por El Nacional y On Economia, este viernes, en el Museu Marítim de Barcelona.
Los máximos representantes municipales, acompañados de Jaume Giró, presidente de la Comisión de Empresa y Trabajo del Parlamento de Catalunya, han coincidido en defender que la economía azul es una gran oportunidad para el desarrollo de sus ciudades, pero que debe hacerse no solo desde el punto de vista económico, sino también teniendo en cuenta la sostenibilidad y el cuidado del entorno urbano. Y en este último capítulo —como no podía ser de otra manera—, la gestión del turismo ha tomado protagonismo de buena parte del debate.
En el transcurso de la mesa redonda, moderada por José Antich, director de El Nacional, los ponentes han expuesto los proyectos que están llevando a cabo en cada una de sus ciudades y los pros y contras de un turismo que aporta mucho a los PIB locales de sus municipios, pero que también abre interrogantes sobre su masificación y la búsqueda de un viajero que aporte valor añadido, y sobre su convivencia con los ciudadanos residentes.
Todo ello enmarcado en el contexto del cambio climático y la sostenibilidad, sobre lo que Jaume Giró ha advertido que “hablar de economía azul en presente y en futuro es hablar de energía y agua”. “Si no disponemos de agua dulce y de energía renovable, no hay ni economía azul, ni economía de ningún tipo”, ha insistido. Para el diputado de Junts y exconseller de Economia, “energía, agua y turismo deben combinarse en un círculo virtuoso, porque el mar nos puede proveer de agua —por medio de las desalinizadoras— y de energía —con la instalación de eólica marina—”; y de un turismo al que si la ciudad no le ofrece calidad y servicios, “dejará de venir”, cuando es un generador de riqueza. En este sentido, Giró ha dicho que “como defensor del turismo” entiende que “Catalunya y Barcelona, dentro de una economía de mercado regulada, tienen que velar por un buen desarrollo del turismo”.
San Sebastián, diferente
Esta máxima la han suscrito, desde diferentes posicionamientos, los representantes municipales que configuraban la mesa redonda. Cabe señalar que Eneko Goia, alcalde de San Sebastián, gobierna una ciudad con unos condicionantes relativamente diferentes a los de Palma, Badalona y Barcelona, pero también dirige un municipio que ha tenido que tomar decisiones sobre el fomento de la economía azul, la preservación del entorno urbano y la convivencia entre residentes y turistas. En este sentido, ha expuesto que, en el siglo XIX, se tomó la decisión de que la bahía siguiera siendo para el disfrute de los visitantes y que ello —visto con perspectiva— ha sido una fortuna, porque hoy tienen “una de las mejores playas del mundo” y la ciudad “mira al mar”. Sin embargo, tienen una asignatura pendiente que intentan resolver: “Nos hemos olvidado del río, que también puede ser una fuente de generación de riqueza urbana”.
Pero dentro de esta apuesta por el turismo, San Sebastián ha tirado de sus competencias municipales para hacer una buena gestión que, a menudo, ha pasado por regular determinados aspectos, como el número de pisos turísticos o la limitación de visitantes en determinadas zonas de la ciudad en períodos concretos… El alcalde Goia ha admitido, sin embargo, que la realidad de su municipio —por su ubicación geográfica— “es muy diferentes a la que tenéis vosotros”, ha dicho dirigiéndose al resto de los ponentes. “Nosotros, por suerte, no tenemos problemas con la sequía, sino al contrario, quizás tenemos demasiada agua; no obstante, los cambios climáticos extremos cada vez más frecuentes estropean nuestra costa, y tenemos que actuar”.
Badalona, el 'banderín de enganche'
A los cambios climáticos y a su efecto en el litoral también se ha referido el alcalde Albiol. Ha hecho gala de los esfuerzos del consistorio de Badalona por convertir la ciudad en “un referente en el mundo de la náutica, directa e indirectamente”, potenciando el puerto de ciudad, “que no habíamos explotado en todas sus posibilidades”. Ha mencionado el papel del puerto de Badalona, que ha sido importante para alojar a alguno de los equipos femeninos del campeonato de la Copa del América de Vela. “Somos el 'banderín de enganche' de Barcelona”, porque “somos complementarios, no alternativos, a la ciudad de Barcelona”, ha remarcado.
El alcalde de Badalona ha expuesto que es también una oportunidad para revaluar algunas zonas y ha mencionado el desarrollo de un nuevo barrio residencial, la obra de infraestructura para conectar el puerto con la rambla de la ciudad y el fomento de actividades relacionadas con la economía azul. También ha anunciado que próximamente se firmará la construcción de tres depósitos de aguas fluviales para resolver uno de los principales problemas que afronta actualmente la ciudad.
Palma, turismo y falta de agua
La gestión del agua y del turismo también es crucial en Palma de Mallorca. El alcalde Jaime Martínez ha admitido que se han perdido muchos años sin poner la ciudad y su centro histórico de cara al mar, y que ahora “estamos actuando para revertir esta situación”. Partiendo de la idea de que “se tiene que trabajar para gestionar el turismo”, Martínez ha hecho un llamamiento al resto de las ciudades presentes en la mesa y lo ha hecho extensivo a otras urbes de la mediterránea para debatir, consensuar y buscar soluciones para “un turismo que no dejará de crecer”. “Se tiene que hablar de innovación, de tecnología, de alternativas, de sostenibilidad, de economía azul… pero también se tiene que hablar de turismo”, ha dicho el alcalde de uno de los principales destinos turísticos de las Islas Baleares, que, junto con Canarias, “acogen el 50% de los 100 millones de turistas que llegarán este año a España”.
Barcelona, hablar sobre cruceros
En este punto, el alcalde de Palma ha contado con el apoyo del teniente de alcalde de Barcelona, Jordi Valls, que ha suscrito que el Mediterráneo acoge el 25% de todos los cruceros que navegan por todo el mundo: “Tenemos que hablar entre ciudades”. Según Valls, la economía azul es fundamental para el desarrollo de la ciudad de Barcelona en muchos ámbitos de actividades y es un eje de innovación y tecnología. En este sentido, ha valorado los proyectos que el Ayuntamiento de Barcelona y el Port de Barcelona están impulsando en esta materia.
Valls ha defendido el turismo en la ciudad, pero ha reclamado “capacidad de gestión”. También ha destacado positivamente que la ciudad de Barcelona cuente con el apoyo del conjunto de los actores que configuran el ecosistema del turismo en la ciudad, en el sentido de que también son partidarios de hacer una buena gestión de la llegada masiva de visitantes, “aunque no lo vean desde las mismas perspectivas, pero sí están de acuerdo en que hay que gestionarlo”, ha concretado Valls.