Llegan las vacaciones de verano y tan solo una semana fuera de casa puede llegar a costar, incluso en cifras mínimas, más de 1.200 euros por persona. Una inversión para disfrutar del ocio con la cual se tiene que sumar el resto de días pendientes donde también buscaremos otras formas de disfrutar de unos días sin trabajar. A partir de aquí, especialmente muchas familias, buscan alternativas para obtener nuevas fuentes de ingresos adicionales a una nómina con la cual ya se pagan los gastos mensuales fijos.

La opción es buscar aquello que tenemos más a mano: la vivienda y el transporte privado. Y en esta línea, muchas empresas ofrecen posibilidades para alquilar e intercambiar ambas cosas. La más novedosa es el de alquiler de coches particulares que se ha disparado después de la pandemia y, sobre todo, en zonas turísticas muy tensionadas como la ciudad de Barcelona. Esta opción ofrece numerosos beneficios tanto para los propietarios como para los arrendatarios.

1.000 euros por el coche

Con la llegada de la temporada de vacaciones, muchas personas al viajar dejarán sus vehículos estacionados o en un parking o en la misma calle. Con plataformas como Amovens, los propietarios de vehículos pueden llegar a conseguir un ingreso extra durante los meses de verano de más de 1.000 euros alquilando el coche cuando no lo están utilizando y, por lo tanto, les permite cubrir los costes de mantenimiento y seguro y pagarse las vacaciones.

Alberto Bajjali, CEO de Amovens, declara: "Nuestra misión principal es ayudar a que las personas compartan coches, fomentando la economía circular y consiguiendo eliminar coches de las calles que no se utilizan y ocupan mucho espacio". Los coches pasan aproximadamente el 95% de su tiempo parados. Y por todo ello, el alquiler de coches entre particulares se ha disparado un 90% respeto en el 2021, de manera que han conseguido reducir a la mitad el número de coches en ciudades y pueblos.

Ahorra el 30% del coste de las vacaciones

La otra derivada va ligada a una práctica extendida desde antes de la irrupción de plataformas como Airbnb. No se trata de fomentar unos ingresos extras, sino el ahorro a través del intercambio de la propia vivienda. Está previsto que se hagan 500.000 pernoctaciones durante los meses de julio y agosto, más del doble que las que se produjeron el año pasado por todo el Estado español. Y nuevamente plataformas como HomeExchange ofrece intercambios ilimitados y supone un ahorro estimado del 30% del coste de vacaciones.

España ya cuenta con casi 17.000 miembros de los 120.000 que forman parte de la plataforma. Las comunidades que más intercambios han recibido hasta ahora son Catalunya (87.606), Andalucía (37.623), el País Vasco (36.841), el País Valencià (35.703) y las Islas Baleares (21.448). Delante de posiblemente uno de los veranos más caros de los últimos tiempos, más del 80% de los españoles se plantea reducir las vacaciones por la inflación, según un estudio elaborado por HomeExchange en colaboración con el Instituto Appinioen.

En este contexto, en el que el precio de los alquileres y el transporte continúa en aumento y muchas familias no se pueden permitir las vacaciones que desean, el intercambio de casas posiciona como una de las fórmulas clave para ahorrar durante las vacaciones, a la vez que se viaja de manera responsable. Y permite realizar intercambios a más de 130 países de todo el mundo por tan solo una cuota anual de 160 euros.