La Comisión Europea no quiere que los nuevos negocios digitales se escabullan de pagar impuestos y se conviertan, por eso mismo, en una competencia desleal a otros negocios que ofrecen servicios similares. A tal fin, este jueves ha presentado una batería de medidas para modernizar el sistema del IVA a la economía digital con las que espera que los Estados miembros, incluida España, recauden 18.000 millones de euros más al año en la próxima década. En el punto de mira están plataformas como Uber o Airbnb a las que exigirán recaudar el impuesto de valor añadido (IVA) cuando los proveedores últimos del servicio no lo hagan e introducir una factura digital en las compras transfronterizas.
No es la única medida de calado. También con el objetivo de luchar contra la evasión fiscal, en este caso con los criptoactivos, Bruselas plantea obligar a los proveedores de servicios que se dedican a vender este tipo de activos, incluidas las criptomonedas, a informar de todas las transacciones que efectúen los residentes en la Unión Europea para asegurar que los beneficios que se obtengan por las mismas no escapan a Hacienda, informa Efe.
"El sistema de IVA no ha avanzado al ritmo de la economía de las plataformas y su uso todavía es engorroso para las empresas que quieren vender a consumidores en otros Estados miembros", argumentó en una rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. La primera propuesta -de ser aprobada por los Veintisiete- obligaría a las plataformas digitales que actúan de intermediarias para alojamiento de corta estancia y transporte de pasajeros a recaudar el IVA y a enviarlo a las autoridades tributarias si el propietario del apartamento que se alquila o el conductor que da en última instancia el servicio no lo hace.
Competencia desleal
Gentiloni explicó que muchas transacciones a través de estas plataformas no pagan IVA, lo que da lugar a una situación de "injusticia" con respecto a los hoteles y taxis tradicionales. "Esta propuesta quiere eliminar este trato desigual haciendo a las plataformas responsables de la recaudación del IVA cuando el proveedor no lo hace", afirmó. Este cambio permitiría a las autoridades tributarias de los Estados miembros obtener hasta 6.600 millones de euros anuales durante diez años, mientras que las plataformas ahorrarían conjuntamente unos 48 millones en el mismo periodo, según las autoridades comunitarias.
La segunda propuesta busca atajar el fraude del IVA en compras transfronterizas pero dentro de la Unión Europea con un sistema de información a tiempo real en el que las empresas tendrán que emitir una factura electrónica que envíen a las autoridades fiscales de cada país cuando vendan un bien o un servicio en otro país comunitario. Esto sustituiría a la llamada "declaración recapitulativa de operaciones intracomunitarias" que existe en la actualidad, un sistema "desfasado, fragmentado e insuficiente" para atajar los delitos de fraude del IVA, a juicio del comisario de Economía. "Calculamos que el paso a un sistema de facturas electrónicas ayudará a los Estados miembros a ingresar hasta 11.000 millones de euros más en diez años", dijo Gentiloni, añadiendo que además "aliviará la carga" que asumen las empresas en 4.100 millones al año.
La tercera propuesta de este paquete para adaptar el impuesto indirecto de la Unión Europea a la era digital sugiere la creación de un portal único en el que se puedan registrar todas las empresas que venden productos o servicios en varios Estados miembros de la UE y a través del cual podrán cumplir con sus obligaciones en materia de IVA e interactuar con las autoridades tributarias de su país, lo que generaría un ahorro de 8.700 millones en la próxima década para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Control fiscal sobre los 'criptoactivos'
En paralelo, Bruselas ha propuesto enmendar la directiva de cooperación administrativa (DAC8) para aplicar a los criptoactivos las mismas normas de transparencia que a otros activos financieros y asegurar que tributan como deben. "El anonimato, el hecho de que hay más de 9.000 criptoactivos diferentes disponibles y la inherente naturaleza digital de su comercio facilitan que muchos usuarios de criptoactivos que están teniendo grandes beneficios escapen al radar de las autoridades tributarias nacionales", dijo Gentiloni.
Para atajar el problema, Bruselas quiere obligar a los proveedores de servicios de criptoactivos -incluidos los NFT (tokens no fungibles) en algunos casos-, independientemente de donde tengan su sede y su tamaño, a informar de las transacciones de los clientes que residan en la UE, ya sean nacionales o transfronterizas. Además, las instituciones financieras tendrán que informar de las operaciones que se realicen con dinero electrónico o divisas digitales emitidas por bancos centrales, y se fijarán penalizaciones en caso de incumplimiento.
Estas normas complementarán la nueva legislación que regulará por primera vez el mercado de criptoactivos en la UE (MiCA, en inglés), que entre otras cosas obligará a los proveedores de servicios a obtener una autorización para operar en el bloque comunitario y les hará responsables de las pérdidas que puedan sufrir sus inversores.