Para no llegar a preguntarse la gestión que hay que hacer para darse de baja de una cuenta compartida cuando el amor se acaba, es más sencillo prevenirlo desde el principio. Así pues, los expertos recomiendan compartir el mínimo con la pareja a nivel bancario, aunque a veces la necesidad hace evidente tomar esta decisión. Así pues, una decisión sin muchas sobrecargas sería para compartirlo con una única finalidad: dividirse los gastos de la hogar, la luz, el gas, la comida o el transporte.

Compartir el mínimo

Si esta es la última opción escogida, lo más importante es que la titularidad recaiga en los dos y, sobre todo, que ninguno de los dos tenga un producto bancario añadido o un servicio extra como la potestad de una targeta de crédito. A partir de aquí, como separarse a nivel bancario tiene diferentes escenarios. Si la otra persona tenía un producto bancario agregado a esta cuenta o dio su titularidad como primera y dejó en un segundo término la otra titularidad. Eso significa que, hasta que la expareja que tiene la máxima titularidad no lo desee, la otra quedará subordinada y tendrá que representar, a todos los efectos, la cotitularidad del número de cuenta. De rebote, si hay problemas fiscales con aquel número asociado, también será la responsable.

Actualmente, la manera más fácil de solucionarlo es que, por propia voluntad, si uno de los dos tiene la titularidad con producto agregado, decida aceptar la baja y desaparición de aquel número agregado. Si no, la opción que se le da a la persona que quiere salir es solicitar una petición formal de baja que se puede pedir al gestor bancario y este lo activa para un periodo de 25 días. Durante este tiempo, quien tiene la titularidad, mediante su aplicación online, acredita de forma virtual que la otra persona tiene permiso para darse de baja. De esta manera, el número de cuenta corriente no desaparece sin embargo, como mínimo, la persona que se quiere liberar y ella sola no puede hacerlo, consigue desvincularse. Los bancos recomiendan hacerlo para evitar malos mayores, pero también argumentan que si la cuenta corriente no registra ninguna actividad durante tres años, se puede quedar como una cuenta inactivo, aunque allí sigue.

Enviar un burofax

De otra banca, como recurso último, si la persona que tiene la potestad no desvincula esta relación, la otra parte afectada tiene que escribir un burofax, con copia certificada, que se haga llegar a la persona que no rompe esta relación y se le pide desvincularse y deja por escrito que no tiene nada que ver de ahora en adelante con lo que se derive de aquella cuenta. En paralelo, también se recomienda hacerlo constar a la entidad bancaria. Así pues, si aquella cuenta acaba incurriendo en asuntos negativos, se puede tener una pequeña medida de seguridad para desligarse de los problemas que pueda comportar.

Hay que recordar que de las cuentas individuales podrá ser extraído cualquier importe, incluso podrá ser bloqueada aunque el otro cónyuge sea autorizado. Y en caso de régimen de ganancias: tanto las cuentas conjuntas como los individuales se repartirán entre ambos cónyuges, entendiéndose que la propiedad es de los dos. No se puede retirar una gran cantidad de dinero si no se justifica que es para uso del matrimonio. Las cuentas en que solo se refleja como titular uno de los cónyuges también pertenecen al matrimonio en el completo. Por eso, no se puede obtener todo el dinero o bloquear la cuenta de uno sol titular, ya que el dinero también pertenece al otro cónyuge, esté autorizado o no. Por lo tanto, hay que tener en cuenta el régimen de ganancias en que se encuentra el matrimonio antes de determinar si una actuación es legal o puede comportar algún delito; en este caso el juez determinará a la sentencia la obligatoriedad de volver el importe sustraído.