Este verano ha estado marcado por el incremento desmesurado del precio de los combustibles de automoción debido al incremento del precio del petróleo por los recortes de producción de la OPEP. Así, la decisión del cartel de productores ha elevado desde 72 euros el barril de Brent a finales de junio a un pico de 87 el 10 de agosto, cuando se inició un descenso hasta los 82 dólares. Sin embargo, a partir del 24 del mes pasado inicio un nuevo ascenso hasta bordear los 90 este miércoles. En España se calcula que desde inicios de julio, cuando se inició una senda alcista que ha perdurado hasta ahora, el coste de llenar el depósito se ha encarecido algo más de un 8% en el caso de la gasolina y un 12% el gasoil.
Una tendencia mimética en todos los países de la Unión Europa (UE) que ha provocado un descenso de las ventas de un 1,1% en julio respecto a junio, según datos de Eurostat. Una bajada que contrasta con el comportamiento del mes de julio de 2022, en plena escalada de precios del petróleo y los combustibles por la invasión de Ucrania. Si en julio de 2023 la compra de combustible se ha desplomado un 1,1% en el conjunto de la UE, en julio de 2022 creció un 0,4% en términos mensuales, arrastrado por el inicio de las vacaciones.
Sin embargo, a pesar del crecimiento generalizado del precio de gasolinas y gasóleos que se ha mantenido durante el mes de agosto, el consumo no se ha comportado de la misma manera en cada país miembro de la UE. De los 23 países (faltan Grecia, Chequia, Italia, Finlandia y Países Bajos) sobre los que la oficina estadística de la Unión Europea ha aportado datos del mes de julio, en 13 ha descendido el consumo de combustible respecto a junio, a pesar del inicio de las vacaciones, en 9 ha aumentado y en Bélgica se compró el mismo combustible que en junio. No obstante, las caídas han sido en general más abultadas que las subidas.
España está entre los Estados donde en julio se vendió más combustible que en junio, un 0,2%, que se podría achacar al mayor turismo y, por tanto, a un aumento de coches con matrículas extranjeras y de alquiler. Sin embargo, los países donde más ha aumentado el consumo de combustible en ese mes han sido Hungría (2,9%), Malta (2,6%) y Eslovaquia (2,4%). Si bien Malta tiene un fuerte componente turístico, los otros dos no y, en cualquier caso, la presencia de extranjeros en España es, con mucha diferencia, la más alta de toda la UE. También creció el consumo en Polonia (0,8%), en Austria y Lituania (0,6%), Irlanda (0,4%), Estonia (0,3%) y cierra el grupo España con el incremento del 0,2% del consumo de combustibles en julio.
Por el contrario, donde más cayeron las ventas de combustibles, con un 10%, ha sido en Croacia (igualmente turístico), y a continuación Bulgaria (4,6%), Francia (3,2%); Suecia (2,3%), Eslovenia (2%), Chipre y Noruega (1,7%), Luxemburgo (1,6% de caída), Dinamarca (1,5%), Rumanía (1,2%), Alemania y Portugal (0,9%) y Letonia (0,2% de bajada). No obstante, el descenso del consumo de combustibles de julio, aunque es llamativo por el inicio de las vacaciones, no ha sido el único en lo que va de año. En enero cayó un 2,6% respecto a diciembre (lógico por las vacaciones de Navidad), pero también en febrero, un 1,3%, y sorprendentemente en abril, un 2,3%, a pesar de la Semana Santa.
Caída del consumo global
La caída del consumo de los combustibles ha arrastrado al consumo en general (no solo combustible) en los comercios del conjunto de la Unión Europea, que ha descendido un 0,3% en el conjunto de la UE, cuando en junio crecía un 0,2%. Igualmente, es llamativo el descenso en junio, en plenas vacaciones, uno de los meses más consumistas del año. En cualquier caso, desde Eurostat advierten de que la bajada del consumo en julio se debe, en exclusiva, al descenso de las compras de las gasolinas y el diésel, pues en el conjunto de la Unión Europea el consumo de los alimentos, bebidas y tabaco aumentó un 0,2% y un 0,6% para los productos no alimentarios.
Entre los Estados miembros de los que Eurostat dispone información, las mayores disminuciones mensuales del volumen total del comercio al por menor se registraron en Dinamarca e Irlanda (-2,3% en ambos casos), Países Bajos (-1,4%) y Luxemburgo (-1,3%). Y los mayores aumentos se observaron en Portugal (+1,1%), Suecia (+1,0%) y Chipre (+0,8%). España, del lado de los países donde aumentaron la compras, el consumo minorista crece un discreto 0,4%.
Midiendo en términos anuales, julio de 2023 comparado con julio de 2022, el volumen del comercio al por menor disminuyó un 1,2% para el conjunto de la Unión Europea, empujado por los carburantes de automoción que acumulan una bajada del 3,9% en los últimos doce meses, mientras que suben un 2,2% las copras de alimentos, bebidas y tabaco y otro 1,1% para los productos no alimentarios. Entre los Estados miembros para los que se dispone de datos, las mayores disminuciones anuales del volumen total del comercio al por menor se registraron en Eslovenia (-16,3%), Estonia (-8,6%) y Hungría (-7,6%). España se coloca como el país donde más ha aumentado el consumo minorista en términos anuales, el 8,6%, en Chipre un 8,0% y Luxemburgo el 6,9%.