El paquete fiscal aprobado por el Consell Executiu este martes ha incluido la exención del pago de impuestos en la compra de coches eléctricos puros, siempre que se realice entre particulares. Entre las medidas que se someterán en los próximos días al Parlament se “fija un tipo 0% para la compra de vehículos de cero emisiones” en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP/AJD). Actualmente, el tipo que se aplica es del 5% sobre el precio pagado por el coche (entre 4% y 8% en el conjunto de las comunidades autónomas). Este impuesto se abona exclusivamente si la compra de vehículo se realiza entre particulares —y, por tanto, no es un coche nuevo, sino de segunda mano—.

Fuentes de la Consellería de Economia i Finances confirman que esta exención se limita a la transacción entre particulares y recuerdan que las comunidades autónomas tienen potestad legal sobre el ITP, pero no sobre el IVA —que se aplica si el coche, aunque sea usado, lo vende un comerciante—, pues este impuesto depende en exclusiva del Ministerio de Hacienda. Así, si el coche usado se adquiere a un comerciante, se deberá pagar el 21% del IVA.

Actualmente, la compra de vehículos eléctricos (con etiqueta cero emisiones) está dominado mayoritariamente por el canal empresarial en el mercado de usados. Joan Blancafort, secretario general de Fecavem, patronal de los concesionarios de Catalunya, señala que en los meses de enero y febrero de 2025 se han comprado 917 coches eléctricos usados en el territorio, de los que 444 los han vendido profesionales de la compraventa; 374 por empresas y 11 por empresas de alquiler y, tan solo 69, se ha transferido entre particulares. Por tanto, la exención fiscal en la compra de un eléctrico de segunda mano se limita al 7,5% del total.

El representante de los concesionarios de vehículos catalanes señala que desde el Govern no les habían comunicado la decisión de exonerar del pago del impuesto por la compra de un eléctrico usado cuando se realiza entre particulares y, aunque se congratula que la Generalitat apoye la compra de vehículos eléctricos, considera negativa la medida, pues supone fomentar la venta entre particulares dejando fuera el canal profesional. Lo que merma las garantías del comprador, pues como señala Blancafort, el comerciante está obligado a garantizar las piezas en función de los años de uso, mientras que el particular no. Al comprador solo le queda acudir a los tribunales si tiene problemas con un coche adquirido a un particular.

IVA contra ITP

La exoneración del ITP rompe un delicado equilibrio entre el canal de particulares y el de los profesionales. Cuando la operación se realiza entre particulares, el comprador debe abonar en Catalunya el 5% del precio que ha abonado: si el coche le ha costado 15.000 euros, tendrá que pagar 1.125 euros por el impuesto de transacciones patrimoniales. Teóricamente, si lo adquiriese a un comerciante, debería abonar un 21% de IVA; 3.150 euros. Sin embargo, es mucho más económico, pues el IVA se ha diseñado para bienes de primera mano, se aplica un IVA del Régimen Especial de Bienes Usado (Rebu) que evita que se pague dos veces este impuesto por el mismo producto.

Así, volviendo a un coche por el que se ha pagado 15.000 euros, el comprador no debe pagar el IVA por la totalidad del precio, sino solo por la comisión —ganancia— que obtenga el vendedor profesional. Eric Iglesias, presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos, de ámbito nacional, pero con sede en Barcelona, explica que el comprador debe descontar lo que pagó por el coche, además de otros posibles gastos como la puesta a punto del vehículo y gastos estructurales de su negocio. Por tanto, en la factura el vendedor debe detallar qué parte del precio total está exenta del IVA y qué parte —su comisión— está gravada con el IVA. Lo que abarata mucho los impuestos si se adquiere entre el canal profesional: si la ganancia fuese de 4.000 euros, el comprador solo debe abonar el 21% de esa cifra, 840 euros, por debajo de los 1.125 que pagaría por ITP.

Reticencias al Rebu

Pero con la exoneración propuesta por la Generalitat, ese equilibrio salta por los aires, pues ahora el coste del ITP será nulo, mientras que se mantiene el IVA Rebu. Además, Iglesias señala que no todos los comerciantes aplican el Rebu, pues supone desvelar el margen de beneficio que obtiene por la venta de ese coche al comprador. En este sentido, desde Ancove piden al Govern que la medida de la exoneración de los impuestos en la venta de coches usados no implique un perjuicio para las comerciantes profesiones.

Y recuerda que en el caso de los vehículos eléctricos es especialmente importante la labor de los profesionales, pues una de las mayores reticencias que existe actualmente en los eléctricos de segunda mano, es la capacidad de carga real de las baterías. Conscientes de ellos, los comerciantes suelen comprobarla antes de adquirir un coche eléctrico para ponerlo a la venta, pues el precio depende en gran medida del desgaste de la batería. Lo que explica que las transacciones entre particulares se limiten al 7,5% del total del mercado de los usados eléctricos, mientras que suponen el 35% para el conjunto del mercado de vehículos de segunda mano en Catalunya.