Tras el boom pandémico, la compra online en los supermercados continúa deshinchándose y cae por segundo año consecutivo, en un contexto donde los consumidores buscan el ahorro, afectados aún por las presiones inflacionistas. Así se desprende del VIII Observatorio del Comercio Electrónico en Alimentación, elaborado por Asedas, patronal de enseñas como Mercadona, Dia, Lidel o Aldi, junto con la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma de Madrid.

El estudio refleja que el comercio electrónico de alimentación ha caído cinco puntos porcentuales por segundo año consecutivo, especialmente por el descenso de aquellos consumidores considerados mixtos (tienda física y online). En este sentido, el 21% de los consumidores mixtos (que hacen la compra online y en tienda) ha dejado de comprar por internet y, de ese porcentaje, un 75% ya se declara totalmente offliner y solo acude a los puntos de venta físicos.

Entre los principales motivos, destaca que un 35% de los consumidores ha decidido que este tipo de compra no es tan cómoda como se vendía en un principio, por disponibilidad de horarios y por el tiempo que tardan en llegar los pedidos. Otro 34% ha cambiado principalmente por los precios, para buscar mejores ofertas en los supermercados.

Se confirma la tendencia negativa tras la pandemia

Estos clientes creen que en los establecimientos físicos pueden comprar mejor en la actual situación económica marcada por la inflación. Sólo un 10% de los encuestados aseguran que han abandonado el canal online porque su enseña preferida no tiene web o no les convence la que tienen. Por último, el 7% argumenta que, con el final de la pandemia, hacer la compra por internet ha perdido el sentido y un 14% declara otros motivos.

De las tres categorías (onliners, offliners y mixtos), los que ahora solo acuden a la tienda física suelen abandonar por conveniencia, ya que según el estudio, la tienda online les parece más incómoda y cara. Los mixtos y los onliners creen que el supermercado físico les permite ahorrar, siendo los primeros los que valoran en mayor medida la posibilidad de elección gracias a las tiendas de proximidad. 

"Los consumidores mixtos, que suelen ser más informados y con mayor capacidad económica, buscan ahorro en las tiendas de proximidad", señaló durante la presentación del estudio Gonzalo Moreno Warleta, profesor asociado de la UAM y vicedecano interino de la facultad de ciencias económicas y empresariales de la Saint Louis University.

"Amén de la conveniencia, el abandono de la compra online es el resultado de una búsqueda de ahorro. Lo primero es una línea que se mantiene en el tiempo. Lo segundo, es la continuación de una tendencia ya observada en 2023 y motivada por la crisis inflacionista", destaca el estudio realizado por Asedas.

Los alimentos frescos, principal freno para la compra online

En cualquier caso, el principal "muro de contención" con el que se topa el comercio online son los productos frescos: el 49% de los consumidores encuestados nunca compra este tipo de productos a través de internet, mientras que un 43% no hace lo propio con los alimentos congelados. La costumbre, la desconfianza, elegir personalmente el producto y la búsqueda de mejores precios hacen que esta tendencia continúe actualmente.

"Los productos frescos, como las verduras y hortalizas, son el principal freno para el canal online. Se compran en tiendas de barrio y mercadillos pensando en el ahorro frente a los supermercados", destacó en la presentación María Puelles Gallo, doctora en ciencias económicas y empresariales y profesora de marketing de la UCM. 

Por otro lado, el observatorio de este año refleja también la confirmación de que la compra online de bienes de gran consumo es la que menor aceptación tiene para el público con respecto a otros sectores. De este modo, el informe señala que, con respecto a 2023, un 17% más de los encuestados afirma que no compra online este tipo de productos nunca, y también ha descendido en un 9% el número de los que lo utilizan “algunas veces”.

Así, se observa que en las categorías de alimentación, limpieza e higiene personal, el 60% de los consumidores encuestados declara no realizar nunca compras online de este tipo de productos, frente al 31,2% que utilizan este canal algunas veces y el 8,5% que compra a través de internet con frecuencia.

Un dato curioso del estudio es que las enseñas que ofrecen apps para hacer la compra con entrega rápida son bastante desconocidas y no despiertan gran interés, de igual modo que ocurre con las webs de venta directa al consumidor.