Los fondos de inversión en renta fija (bonos a medio y largo plazo) se vendieron este año por analistas y gestores como la panacea después de sufrir en 2022 el peor año de su historia: cerraron una pérdida media nunca vista en el -8,13%. Una caída que se explica por la subida de los tipos de interés en los mercados secundarios que provoca la depreciación del precio de los bonos. Y es que nunca habían subido tan rápido los tipos desde niveles negativos o del 0% hasta los actuales en torno al 3,66% para la referencia a 10 años en Estados Unidos y del 3,37% en el bono español al mismo plazo.
Y a este reclamo del esperado rebote en los bonos y, por tanto, en los fondos de inversión en estos activos se añade un aumento de la rentabilidad (vía cupón). Por ejemplo, la última subasta de deuda pública del Tesoro español celebrada el 20 de abril para su referencia a 10 años se adjudicó con una rentabilidad del 3,52%. Una ganancia que se incorpora proporcionalmente a la evolución del fondo de inversión.
Pero además de la rentabilidad que paga el Tesoro o la empresa que los emite, estos fondos oscilan en los mercados financieros. El año no está siendo lo tranquilo que se podría esperar, ya que sigue sin estar clara la evolución de los tipos de interés en las economías desarrolladas. Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal estadounidense (Fed) han vuelto a practicar subidas de tipos en el precio del dinero hasta el 5,25% para Estados Unidos y en el 3,75% en la eurozona. A mediados de este mes junio tendrán que volver a decidir si suben o mantienen estos niveles y los expertos esperan nuevas alzas a lo largo del año, aunque ya moderadas y descartan bajadas de tipos por parte de la Fed, una premisa que cobra fuerza cuando se especula con que Estados Unidos sufra una recesión económica severa.
La volatilidad de los tipos de interés está casi garantizada durante todo el año y eso afectará a la valoración de los fondos de renta fija y a sus rentabilidades. Una buena muestra de ello es lo ocurrido en los meses de abril y junio, en los que la caída del precio de los bonos en los mercados ha generado pérdidas. Así, el pasado marzo estos fondos –de acuerdo con los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco)- cerraron con una rentabilidad acumulada en estos tres meses del 1,15%. En abril, la rentabilidad de cierre de mes se colocaba en el 0,85% (-0,18%) y en mayo el resultado final es del 0,93% (-0,31% en dato mensual).
Estos fondos de renta fija han sido los más vendidos por gestoras y por las entidades financieras, experimentando el mayor incremento neto de entradas de capital. “En el mes, las vocaciones con perfil más conservador registraron nuevamente aumentos patrimoniales, continuando de este modo la tendencia registrada desde principios de año. Así, en términos absolutos, los fondos de renta fija, con un incremento de 1.263 millones, lideraron el ranquin de crecimientos patrimoniales por categoría (12.002 millones de euros en el año) debido exclusivamente a los flujos de entrada registrados. El interés del partícipe por esta categoría volvió a verse reflejado con aumentos en todas las categorías de renta fija, tanto a corto plazo como a largo plazo”, explican desde Inverco.
El acierto del gestor
Con estos movimientos en los mercados de bonos, la gestión en la compra y venta en los mercados de estos activos es determinante para la rentabilidad que finalmente obtenga el inversor. Por eso, las diferencias entre los resultados obtenidos por unos u otros fondos de esta categoría puede ser abismal. De los 890 fondos que se venden en España en esta categoría, 787 están en positivo con rentabilidades que van desde el 7,4% del primero (ganancia obtenida en los cinco primeros meses del año) hasta el 0,07%. Inexplicablemente, más de 103 de estos fondos están en pérdidas en lo que va de ejercicio.
Pero este tipo de fondo también debe analizarse con una visión a más largo plazo. Así, al menos ver cómo el gestor lo ha hecho en los últimos tres años. Rafael Valera, consejero delegado de Buy & Hold, es actualmente el mejor gestor de renta fija global para el mercado español, entre más de 160 profesionales. B&H Renta Fija, el fondo español que él gestiona, se coloca como líder en rentabilidad de su categoría tanto en los periodos a tres como a cinco años. En concreto, B&H Renta Fija consigue en tres años una rentabilidad del 17,6% frente a las pérdidas del -8,2% que arroja al mismo plazo la media de los fondos de su categoría: Renta Fija Global. Además, la ventaja del fondo gestionado por Rafael Valera sobre el segundo de esta clasificación es de cerca de siete puntos porcentuales, pues en este plazo el número dos se queda en avances del 11%. La elección es, pues, clave.