La construcción ha sufrido la mayor caída trimestral desde el final de la crisis financiera (2013-2014), tanto si se mide desde el punto de la oferta como de la demanda, dejando al margen el periodo del covid. Analizando los sectores productivos, la construcción ha descendido un 0,7% en el tercer trimestre, respecto al segundo y, aunque también caen la Industria (0,7%) y la agricultura (4,3%), es en construcción donde el impacto ha sido más fuerte, según los datos de Contabilidad Nacional del tercer trimestre dados a conocer este viernes por el INE.
Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) explican a ON ECONOMIA que el descenso en la partida del INE de la inversión en viviendas y otros edificios y construcciones responde a la subida prolongada de los tipos de interés, lo que conduce al alza de las hipotecas registrada en los últimos meses y paraliza la demanda de vivienda. En el caso de la obra pública, la patronal de la construcción remarca que sucede al revés: “las licitaciones públicas marchan a buen ritmo, y en los 10 primeros meses del año alcanzaron 23.291 millones de euros, un 6,1% más que en el mismo periodo de 2022”.
Actividad productiva
Desde el punto de vista de la oferta (actividad productiva), la construcción ha caído en términos trimestrales un 0,707%, una cifra ligeramente superior al primer trimestre del pasado año, el 0,695%, todavía condicionado por los vaivenes ocasionados por el Covid. Durante ese periodo se produjeron caídas superiores a la de este tercer trimestre en el primero y segundo de 2021 y, muy especialmente, en el primero, segundo y cuarto de 2020, aunque en el tercero se produjo la mayor subida de la historia de la construcción, un 23,8%. En este sentido, el Covid debe considerarse como un paréntesis en la evolución histórica de la construcción.
Situándonos en el periodo precovid, aunque se han producido descensos trimestrales en el sector de la construcción, ninguno se acerca al 0,7% registrado en verano de este año. Hay que remontarse al primer trimestre de 2014, con los últimos coletazos de la crisis financiera, cuando se produjo una bajada del 0,9%. Durante los trimestres de esa crisis, se llegaron a registrar derrumbes de 6% trimestrales, lo que pone de manifiesto el duro ajuste que sufrió el sector durante la crisis financiera, tras haberse generado una burbuja con el boom inmobiliario de los primeros años del siglo.
Aunque la actividad de la construcción suele ralentizarse en los meses de verano en comparación con el trimestre de primavera, no necesariamente se producen descensos de forma estructural. De hecho, en 2022 cayó en el segundo trimestre y registró un alza del 2,3% en el tercero. En el periodo precovid, casi todos los terceros trimestres, se ha incrementado la actividad respecto a los segundos.
Inmobiliarias
La inmobiliaria es otra de las actividades que se ha resentido este trimestre y dentro del sector servicios es la que más desciende, el 1,4% en términos trimestrales, aunque también bajan, con menos fuerza, comercio, transporte y hostelería (-0,1%) y actividades profesionales y científicas (-0,3%). El comportamiento de la actividad inmobiliaria está claramente ligado a la subida de los tipos de interés por el BCE. Lo demuestra que el sector lleva tres trimestres consecutivos en picado, pues el 1,4% está precedido de una caída del 3,2% en el segundo trimestre y del 0,7% del primero. Salvando el periodo de Covid, que ha provocado varios descensos trimestrales, la actividad inmobiliaria nunca ha registrado un parón trimestral tan abultado como este trimestre. En el primero de 2019 llegó a caer un 0,9% (medio punto porcentual inferior al 1,4% del tercer trimestre de este año) pero, ni siquiera durante la crisis financiera, se han registrado caídas superiores a las del segundo y tercer trimestre de este año.
Frenazo en la inversión
La caída de la actividad va ligada a un descenso de la inversión en construcción de viviendas y otras construcciones, con un patrón que se repite a la evolución del sector de la construcción. En verano se derrumba un 2,5% en términos trimestrales, algo desconocido desde la crisis financiera, dejando a un lado el 18,4% del segundo trimestre de 2020 -en pleno confinamiento. Para encontrar cifras similares al verano de 2023, hay que ir al segundo trimestre de 2013, cuando la inversión en vivienda y otras construcciones se desplomó un 4,8%, en términos trimestrales.
Sin embargo, la inversión en la construcción de viviendas, al contrario de lo que cabría esperar, se ha comportado mejor que la de otras construcciones, según los datos de Contabilidad Nacional del INE. En el tercer trimestre, la inversión en nueva vivienda desciende un 1,3%, pero en el tercero y el cuarto de 2022, con el inicio de la subida de tipos del BCE, los promotores frenaron en seco, con caídas que superan el 1,3%; aunque se produjo una recuperación en el primer y segundo trimestre de este año. Pero dejando al margen el Covid, no se produce un descenso trimestral en la inversión de viviendas desde el primer trimestre de 2015. Por tanto, habrá que esperar a ver la evolución de los próximos trimestres, para saber qué tendencia tendrá la construcción, especialmente de viviendas.
En el caso de otras construcciones, cae el 3,7% que, salvo en el segundo trimestre de 2020 -con el confinamiento-, no ha sido superado hasta el segundo trimestre de 2013, en plena crisis financiera, con un -7,3%, arrastrado por la paralización de la obra civil pública.