Contratar un seguro de vida para la hipoteca es una opción, pero nunca una obligación, según explican desde la aseguradora Life5. A partir del año 2019, con la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, las entidades bancarias no pueden obligar a sus clientes a contratar otros de sus productos como son los seguros de vida. Con esta nueva ley, los bancos no pueden exigir al cliente la contratación de un seguro de vida para la hipoteca con ellos. No puede ser una condición para la firma de la hipoteca. En ninguna ocasión la entidad puede forzar al prestatario a la contratación de un seguro de vida o cualquier producto adicional, y mucho menos ponerlo como requisito para conceder la hipoteca. Si esto sucediera, el cliente podría reclamarlo a la entidad, al defensor del asegurado, al Banco de España y, en un última instancia, ante la justicia.
Una situación diferente es que los bancos ofrezcan una hipoteca bonificada. Es decir, que con la contratación del seguro de vida, el interés a pagar por el cliente a la hora de devolver el dinero prestado, sea menor. Lo normal, explican desde esta aseguradora, es que ofrezcan un 0,15% menos interés. Es decir, si la hipoteca está a euribor más 2 puntos, en el caso de contar con el seguro bajaría a euribor más 1,85 puntos. Este porcentaje va a depender siempre de la entidad financiera.
La Ley 5/2019, de 15 de marzo, que regula los contratos de crédito inmobiliario, dio respuesta una de las principales demandas que se llevaban haciendo desde hace tiempo desde el sector asegurador. Esta nueva ley incluyó la prohibición de la venta vinculada de productos financieros al préstamo hipotecario, entre ellos los seguros. Para los seguros de vida, el cliente tendrá la opción de contratar su seguro para hipotecas con la entidad que elija, cumpliendo siempre con los requisitos de la entidad.
Además, según se explica en esta norma, “el prestamista no podrá cobrar comisión o gasto alguno por el análisis de las pólizas alternativas que se le presenten por el prestatario”. Así, cuando el cliente presente al banco pólizas con otras entidades, el banco no podrá cobrarle ningún suplemento por el análisis comparativo de las diferentes pólizas. Además, si el cliente ha decidido contratar el seguro con otra entidad distinta a la que le propone el banco que le da la hipoteca, en ningún caso podrá suponer empeoramiento en las condiciones de cualquier naturaleza del préstamo.
Un producto conveniente
Los seguros de vida son siempre una opción muy recomendable. Con ellos se consigue la tranquilidad de saber que los familiares estarán protegidos en el caso de fallecimiento o de grave incapacitación del titular del préstamo hipotecario, sin tener que preocuparse por la deuda que queda pendiente.
En los primeros años de hipoteca es muy conveniente tener el seguro de vida para hipotecas. Cuando se pagan mayores intereses y la cantidad que queda por devolver es mayor. Así, estos seguros de vida ligados a las hipotecas van reduciendo su coste a medida que queda menos dinero pendiente por amortizar.
El otro gran beneficiado es el banco, de ahí su interés por convencer al cliente con que suscriba un seguro de vida. Además de las comisiones y el negocio que hace vendiendo el seguro propio o de empresas de su entorno financiero, el seguro de vida garantiza que, en caso de fallecimiento del prestatario, la deuda hipotecaria será satisfecha, evitando pérdidas financieras para la entidad prestamista. Esto reduce el riesgo crediticio asociado con la concesión de hipotecas y, en última instancia, puede traducirse en tasas de interés más bajas para los prestatarios, ya que el riesgo para el banco se reduce.
Coste y seguro del hogar
Como en cualquier póliza de vida, el precio del seguro de vida de una hipoteca va a depender de diversos factores, explican desde Life5. Cada persona tendrá un precio diferente según el riesgo que suponga a la entidad ese seguro de vida.
Por ejemplo, uno de los principales factores que afectan al precio de la prima del seguro de vida es la edad del asegurado (la edad actuarial). Esto se debe a que cuanto más joven seas existen, menores posibilidades de tener una enfermedad o fallecer. Por eso, una persona de 30 años, tendrá un seguro de vida bastante más barato que una de 50.
También dependerá del capital asegurado, no es lo mismo que el seguro de vida cubra la hipoteca completa, a que cubra solo el 50%. También va a depender de si se escogen garantías adicionales y del estado de salud. Pero, lógicamente, el grueso del capital solicitado será determinante en el pago mensual del seguro. No es lo mismo tener una hipoteca de 150.000 euros con el banco, que de 300.000 euros.
Mientras que el seguro de vida siempre será un producto voluntario, el seguro de hogar no lo es para determinadas circunstancias. La Ley de Regulación del Mercado Hipotecario señala que el seguro de hogar con cobertura de daños, por ejemplo un incendio, sí es obligatorio. Esta póliza se debe hacer por el valor catastral de la vivienda (sin incluir el valor del suelo). De esta manera se aseguran de que se realizará el pago de la hipoteca en caso de que se produzca algún daño. Algunos de los daños más comunes son las explosiones, los incendios y los fenómenos naturales como granizo, tormentas o hundimientos del terreno.