La finalización de las conexiones ferroviarias del Corredor del Mediterráneo tendrán un significativo impacto económico para España, que se cifra en 12.000 millones de euros de beneficio -sin coste de explotación- en 30 años, según el comisario del Gobierno para el desarrollo de esta infraestructura, Josep Vicent Boira. La rentabilidad de la obra ferroviaria y su puesta en marcha procederá de los ingresos derivados de los usuarios, de los beneficios ambientales y de la eficiencia modal: "Es una operación claramente rentable", ha manifestado Boira. El comisionado, que ha intervenido este viernes en el X Encuentro sobre el Corredor Mediterráneo, ha asegurado que se tratará de un "hecho histórico" conseguir la conexión ferroviaria entre España y Francia sin necesidad de cambiar de tren, superando la diferencia de 23 centímetros en el ancho de vía, algo que "en 175 años no había pasado, y hay que darle relevancia".
Tras calificarlo como "proyecto de interoperabilidad europea", Boira ha asegurado que ahora el objetivo es que esa conexión con Francia se haga desde cualquier punto del trazado del Corredor. En este sentido, también ha hecho referencia a un estudio publicado en agosto sobre el tramo Castellbisbal (Barcelona)-Almería, donde se podrá pasar de una cuota del 3% del transporte ferroviario de mercancías en 2017 a un 13% en 2030. Sobre los tramos en ejecución, las obras que están en curso en Catalunya muestran que "las cosas se mueven, las cosas se están haciendo", según ha expresado el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Francisco Javier Flores, que también ha intervenido en la sesión organizada por el diario Expansión. El secretario ha apuntado que la transformación del ancho internacional de todo el tramo de Tarragona está marcha y que los apartaderos de la línea entre Zaragoza y Tarragona ya están licitados. También ha concretado que las obras en los apartaderos, tanto en la línea de Caspe como en la línea de Lleida, permitirán que desde el puerto de Barcelona puedan lanzarse trenes desde 750 metros hacia Zaragoza y ha aseverado que las obras que realizan en la línea hacia Lleida cuentan con un análisis que tiene el objetivo de hacer "las mejoras necesarias para asegurar la capacidad". "Eso es importante porque eso permite bajar el precio, bajar los costes de ese transporte, que al final es lo más importante", ha añadido el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Francisco Javier Flores; y ha recordado que también se han lanzado dos proyectos para mejorar los accesos al Port de Barcelona.
Durante el encuentro, el comisario del Gobierno para el desarrollo de esta infraestructura, Josep Vicent Boira, ha considerado que el ritmo de ejecución de las inversiones "es muy bueno", en referencia a los 1.000 millones previstos para este año, con unas cifras de inversión de "una magnitud colosal" porque desde 2018 se han ejecutado 2.800 millones de euros y ya hay licitados 6.000 millones de euros. En detalle, el 85% proyectos ya están hechos o en curso y que el 75% de las obras están en curso, unas cifras que para los representantes del Gobierno "muestran que el nivel de ejecución es altísimo y que hay un compromiso real con el Gobierno", en palabras de Francisco Javier Flores.
En otro orden de cosas, Josep Vicent Boira ha asegurado que la directiva europea de transporte combinado anunciada hace una semana -ahora en fase de exposición a la espera de que comience su trámite parlamentario- "va a revolucionar el transporte ferroviario" al combinarlo con el transporte por carretera.