Mientras que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, acudirá este lunes en la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea con dos peticiones bajo el brazo para exigir "un gran pacto rural" y simplificar algunos procesos agrícolas, los agricultores acumulan un decálogo de peticiones por considerar que las concesiones que se les han prometido en las últimas semanas siguen siendo insuficientes para garantizar la viabilidad del campo en España y Europa. Por ello, no cesarán en sus protestas y manifestaciones. El ministro Planas ve necesario enfatizar los cinco pilares en que se basa la Política Agraria Común (PAC) -desde su aplicación en los años sesenta- para el "incremento de la productividad y de la innovación en materia de agricultura, mantenimiento de la renta de los agricultores, evitar oscilaciones radicales de los mercados agrarios, facilitar la seguridad alimentaria de los ciudadanos, y finalmente hacerlo a buen precio, a un precio razonable", aseguraba este domingo en una entrevista concedida al diario El País. Los agricultores insisten desde hace meses en que se ha intensificado la burocracia vinculada a los requerimientos de la PAC y que, por tanto, hay que flexibilizarla. 

El Ministerio de Agricultura, en un comunicado, ha informado de que España ya ha enviado a la Presidencia del Consejo de la UE y a la Comisión sus propuestas para flexibilizar la aplicación de la PAC, en cuestiones como la rotación de cultivos, el mantenimiento de superficies no productivas o la exigencia de la foto georreferenciada en la declaración. Y además, el ministro ha ofrecido detalles de las 18 medidas para dar respuesta a las demandas de los productores, en aspectos como la simplificación de la PAC, cadena alimentaria, seguros agrarios, cuaderno digital o reciprocidad en los acuerdos comerciales internacionales.

Coincidiendo con la celebración del Consejo Europeo, los sindicatos Asaja, COAG-IR y UPA han convocado una nueva marcha de protesta que se iniciará en Arganda del Rey y trascurrirá hasta la sede del Parlamento Europeo, en Madrid. Allí, la manifestación se encargará de recordar a las administraciones que no basta con menos burocracia, que hay otros aspectos a mejorar. Principalmente, prohibir las prácticas desleales, dentro y fuera de Europa. En este sentido, los agricultores piden la negociación de las cláusulas espejo en los intercambios comerciales con terceros países y la creación de un observatorio sobre las importaciones de productos alimentarios. Esto debería traducirse, casi de manera inmediata, en la paralización de los acuerdos con Mercosur y Nueva Zelanda y las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia, así como más controles a la importación desde Marruecos.

También exigen el cambio en el funcionamiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, aprobada por el Gobierno español. La reivindicación pasa por modificar y ampliar la norma para prohibir las prácticas desleales, con el fin de que los precios de los agricultores cubran los costes de producción. 

Un sistema de seguros agrarios que responda a las necesidades de los productores y adaptado a la situación estructural que suponen las sequías y fenómenos meteorológicos adversos, una fiscalidad acorde a los incrementos de costes que soporta el sector derivado de situaciones como la guerra en Ucrania y más y más copiosas inversiones urgentes en materia de regadíos y para hacer frente a contratiempos como la sequía, son otras de las demandas. 

Para cumplimentar el decálogo, el campo reclama medidas para favorecer la incorporación de jóvenes al campo y para la gestión de la "crisis" por la sanidad animal que, además, creen que está siendo objeto de "luchas partidistas".