En los centros educativos, la hora del comedor no es únicamente un espacio de tiempo para nutrirse y evadirse de las clases. Se ha convertido en un tiempo para educar en nutrición, normas y comportamiento social. Por ello, la figura del monitor de comedor ha ganado reputación. No se trata de un simple velador para que niños y adolescentes no se alboroten, sino que es un educador más en la formación de los alumnos de primaria y secundaria.
El monitor de comedor asume responsabilidades varias en las 2 ó 3 horas que atiende a los estudiantes. Son tareas y actividades de atención y cuidado para que hagan un uso correcto de las instalaciones de la zona de comedor y de los servicios que ofrece cada escuela. Además, atiende a las preguntas de los alumnos y les asesora sobre aspectos como los hábitos de alimentación -hay que tener una dieta completa y comer de todo-, el desperdicio alimentario -es decir, no hay que dejar nada en el plato; hay que servirse lo que uno va a comer, sin gula-, el respeto en un espacio público -silencio y buenas formas en la mesa, es primordial-.
La relación laboral y el sueldo de un monitor de comedor depende mucho del tipo de centro educativo que lo contrate. Escuelas públicas, concertadas o privadas. También de la ubicación geográfica. En España, las comunidades autónomas tienen competencias en el campo de la educación y, por lo tanto, potestad para fijar las condiciones. También es importante conocer si la escuela tiene servicios de comedor propios -con cocina y atención interna- o si tiene el servicio externalizado y contratado a las empresas de restauración colectiva que se dedica a esta actividad. Estos condicionantes determinan el contrato y el salario de un monitor de comedor.
Un convenio estatal y normas autonómicas
En general, para España, un referente es el convenio de la restauración colectiva. En el mismo se establece que "con carácter general, la contratación a tiempo parcial para el personal en comedores escolares y cuidadores de patio en centros escolares no podrá ser inferior a dos horas diarias y 10 horas semanales de promedio".
Este es el convenio de referencia, pero cada comunidad autónoma regula mediante acuerdos entre la administración, las empresas y los sindicatos. ¿Qué pasa en Catalunya? En esta comunidad autónoma se legisla con el convenio colectivo del sector del ocio educativo y sociocultural de Catalunya, cuya última actualización determina una vigencia para el periodo 2022-2024, un aumento salarial progresivo de hasta el 7%, aunque se ha sometido a revisión al alza en febrero de 2024.
Fruto de las negociaciones y acuerdo con los sindicatos, en la actualización del convenio, se ha acordado un aumento salarial -por encima de lo establecido inicialmente en el convenio-. Así, desde septiembre de 2024 se ha aplicado una subida salarial del 3,5% sobre el incremento aplicado inmediatamente anterior (septiembre de 2023). Hay que tener en cuenta que el acuerdo parcial que regía hasta ahora sobre el Convenio colectivo del sector del ocio educativo y sociocultural de Catalunya preveía un aumento salarial del 2,5% para 2024.
Unos 1.400 euros brutos al mes
En consecuencia, la subida de este año -curso 2024/25-, será de un punto porcentual más. En definitiva, con la categoría de monitor de educación en ocio -incluye el monitor de comedor- cobraba 16.592,82 euros brutos, repartidos en 12 pagas durante el curso de 2022, y ahora percibe un sueldo de 17.173,56 euros brutos, en 12 pagas. Echando unas cuentas rápidas, eso se traduce en 1.431,13 euros brutos mensuales, lo que no llegaría a 10 euros brutos por hora trabajada.
En líneas generales, el horario promedio de trabajo para un monitor de comedor escolar es de entre 2 y 3 horas al día, durante los 177 días lectivos del año; por lo que es un empleo muy solicitado por los jóvenes estudiantes universitarios o por madres de familia que necesitan aportar una renta mensual a los ingresos familiares. No obstante, en algunas escuelas se contrata por algunas horas más para desempeñar otras actividades como velador en la entrada y salida de los turnos escolares o vigilancia en las horas de acogida antes y después de la jornada escolar.