Si no quiere tener gasto alguno cuando le inviten a una boda, lo más aconsejable es declinar su asistencia, educadamente y con un argumento convincente. Pero, claro, eso no siempre es posible, especialmente si se trata de un familiar muy directo o de un amigo muy apreciado. Además, a veces, no acudir a la celebración no obvia que algún tipo de regalo debe hacerse para demostrar que agradece que le hayan incluido en la lista de invitados. En ese caso, hay diversas formas de quedar muy bien con un presupuesto ajustado, sin arruinarse. Los expertos lo sitúan entre 100 y 150 euros por pareja.

Si decide ser uno de los invitados que asistirán, dicen las normas protocolarias más extendidas que lo correcto es, como mínimo, regalar una cantidad que se aproxime al que será el coste del cubierto que pagaran los novios para la celebración. Eso sí, dependiendo de las posibilidades de cada invitado y del tipo de boda a la que le inviten. En la actualidad, las celebraciones nupciales acostumbran a tener un presupuesto de unos 20.000 euros para los novios que se acompañan de unas 150 personas, en función del tipo de celebración que se elige, el lugar -fincas, hoteles, restaurantes, haciendas o salones de boda- y los servicios complementarios -barra libre, discoteca, DJ, o una food truck nocturna-.

Este presupuesto también varía según la población donde se celebra, ya que el poder adquisitivo del territorio determina el precio que piden las empresas que ofrecen este tipo de servicios. No olvidemos que, hoy en día, pocas parejas deciden organizarse ellos mismos su celebración, sino que la encargan a empresas especializadas.

Por ello, hay quien sitúa el gasto entre los 101 y los 250 euros, mientras que para otros eventos rondarían entre los 251 y los 500 euros por pareja. Por supuesto, los factores personales de cada relación serán determinantes. Y hay que plantearse todas las opciones, entre estas, y a forma de pequeño ahorro se puede buscar un regalo compartido entre varios invitados. O buscar y rebuscar ideas y propuestas, a veces, algo original se puede encontrar de rebajas o en promoción.

Los gastos no se limitan al regalo nupcial. Según el presupuesto personal y el compromiso que tengamos con el evento y su ‘altura’ deberá ir acorde con la celebración y con el resto de los invitados. Tendrá que calcular qué quiere invertir en peluquería, vestimenta y transporte. Y para aquellas bodas que se celebran lejos de casa y que no incluyen alojamiento alternativo para los invitados, el gasto extra de una noche en el hotel.

Aprenda a ‘tunear’ el fondo de armario

Si quiere ahorrar, qué mejor que sacar provecho de las prendas que tenga en su fondo de armario, sea hombre o mujer. Un traje sastre masculino ya usado en otras ocasiones, con un detalle como una pajarita, un pañuelo en el bolsillo, o una camisa más o menos atrevida, puede dar el pego y parecer una nueva indumentaria de estreno.

Para los vestidos femeninos, el secreto es el mismo: los complementos, desde los zapatos a un discreto tocado. La joyería o bisutería también son una pieza determinante para dar un nuevo aire a una misma prenda.