Durante esta Semana Santa, los aeropuertos de la red de Aena en España operarán casi 70.000 vuelos, un 11,5% más que el año pasado. El pasado sábado 12 de abril fue el día de mayor actividad, con casi 6.600 vuelos, pero también hay previstos unos 6.500 este domingo 20 de abril. Son días de mucho movimiento y es frecuente que el propio aeropuerto o la aerolínea puedan cometer un error y perder maletas.

En caso de esto ocurra, es la aerolínea la responsable y debe reparar o restituir el daño causado, no el aeropuerto, explican desde la empresa especializada en gestión de reclamaciones de pasajeros aéreos Reclamio, que además recuerda que el valor de la indemnización puede ascender a los 1.500 euros.

En 2023, el segundo motivo de reclamación la plataforma fueron precisamente las incidencias con el equipaje, incluyendo los daños, el retraso en la entrega y su pérdida. “Cerca de 1 de cada 3 quejas que tramitamos fue debido a este motivo”, señala Jordi Mercader, responsable del grupo al que pertenece Reclamio.

El aeropuerto de Madrid-Barajas con el 30,1% y el Barcelona-El Prat con cerca del 12% fueron los aeropuertos españoles que más quejas registraron el año pasado, por ello, el temor a que haya problemas con el equipaje es uno de los más frecuentes entre los pasajeros.

La plataforma explica también que en caso de vuelos en conexión con distintas aerolíneas en los que se haya facturado el equipaje desde la salida hasta el destino final, el viajero puede reclamar ante cualquiera de las compañías que han transportado sus maletas.

¿Cómo se reclama una maleta perdida?

Como medida preventiva ante cualquier posible incidencia, el primer paso es conservar bien la etiqueta de la maleta, esto es, el adhesivo que la aerolínea entrega al pasajero en el mostrador de facturación con un código y que demuestra que efectivamente la maleta se facturó en el vuelo.

“En el desafortunado caso de que el pasajero sufra cualquier irregularidad con su equipaje, tanto en los aeropuertos españoles como en los internacionales, es muy importante dejar constancia de ello de forma inmediata. Si no, salvo prueba en contrario, se presume que el equipaje le ha sido entregado en buen estado y de conformidad con el documento de transporte, por lo que no se podría presentar una reclamación posterior”. 

Por este motivo, explican, antes de salir del aeropuerto es indispensable que el pasajero acuda con su DNI o pasaporte a los mostradores de la aerolínea y comunique la incidencia para rellenar un Parte de Irregularidad de Equipaje (Property Irregularity Report - PIR) en el que consten los datos del vuelo y un número de referencia.

El pasajero recibirá una copia de este formulario PIR que debe guardar, porque en la mayoría de las compañías hay que presentarlo junto con la reclamación. A continuación, el pasajero debe presentar una reclamación formal por escrito y adjuntar la copia del PIR.

Los plazos para presentar la reclamación son de 7 días desde la recepción del equipaje en el caso de daños, tanto avería como destrucción. O de 21 días desde la recepción del equipaje si ha habido retraso. En caso de pérdida no hay límite de plazo, pero es preferible interponer la reclamación cuanto antes. Se presume que el equipaje se ha perdido a partir de los 21 días de retraso o desde que la aerolínea comunica la pérdida.

Hasta 1.500 euros de indemnización

El pasajero afectado por una incidencia con su equipaje tiene derecho a obtener una indemnización en función de los días que se ha retrasado el equipaje, que puede ascender hasta 1.500 euros si este se ha perdido definitivamente. La cantidad puede ser superior si el pasajero llevaba artículos de valor entre sus pertenencias y había asegurado su equipaje con una tarifa suplementaria.

Además, el pasajero afectado también tiene derecho a solicitar el ‘kit pernocta’ -con artículos básicos personales de higiene- y un bono de gastos diarios o el reembolso por aquellos gastos que ha tenido que asumir si la pérdida de su equipaje se produce fuera de su lugar de residencia, siempre que sean gastos necesarios, razonables y adecuados.

Por ello, es importante guardar los recibos de compra de los artículos de primera necesidad -ropa, productos de aseo…- que haya tenido que adquirir, concluyen.