Especular sobre la evolución de los tipos de interés ha sido el deporte más extendido en los últimos dos años, después del rally alcista de los bancos centrales iniciado a principios de 2022 para sofocar la inflación galopante. El pasado junio el Banco Central Europeo (BCE) rebajaba el precio del dinero un cuarto de punto hasta el 4,25% y daba la señal de salida para nuevos recortes, siempre con el permiso de la inflación y atentos a la fortaleza o debilidad de las economías europeas. 

El euríbor a plazo de un año terminaba este mes de julio en el 3,52% su nivel más bajo desde enero de 2023, que cerró en el 3,33%. Tomando como referencia julio de 2023 con un euríbor en el 4,14%, aquellos a los que les toque renovar la hipoteca variable este mes (renovación anual), tendrán un descuento de 0,62 puntos en el interés aplicado por su entidad bancaria (además del diferencial establecido). Esta rebaja llevada a euros contantes y sonantes supone que, para una hipoteca de 150.000 euros a un plazo de 25 años, la cuota se reduce en algo más de 50 euros, o sea, 600 euros al año. Así, al 4,14%, el hipotecado paga una cuota de 803 euros, frente a los 752,55 euros actuales

El tipo de euríbor más alto de este periodo de alzas fue durante el pasado mes de octubre cuando el tipo medio de ese mes cerró en el 4,16%.  Euríbor es el acrónimo de Euro Interbank Offered Rate o “tipo europeo de oferta interbancaria” que consiste en el tipo de interés al que se prestan el dinero entre sí diferentes bancos europeos, y tiene un vencimiento a 12 meses. Además, es el que se utiliza para el cálculo de las hipotecas referenciadas este indicador, el más habitual. 

La duda para los hipotecados radica en que si este buen comportamiento del euríbor, que abarata sus hipotecas, continuará. El mercado está convencido de que Estados Unidos iniciará el próximo mes de septiembre un recorte de tipos y que el BCE también aplicará a la vuelta de vacaciones otro recorte. Sin embargo, el comportamiento de los bancos centrales no deja de ser una apuesta más tan habitual en el mercado. Christine Lagarde, presidenta del banco emisor europeo, no se ha comprometido de antemano a dar una orientación sobre los próximos movimientos y sigue condicionando sus decisiones a los próximos datos. El coste de los servicios, que continúan impulsados por unos aumentos salariales que se espera que sigan siendo fuertes, continúan como una de las principales preocupaciones.

Un dato negativo ha sido el incremento de la inflación en la eurozona correspondiente al mes de julio que se ha elevado hasta el 2,6%, frente al 2,5% de junio debido al incremento de la energía. Esto aleja un poco más a los precios del objetivo del 2% que tiene marcado el BCE al igual que la Fed estadounidense. Las cifras de inflación publicadas el pasado martes han sido “ligeramente superiores a lo previsto, lo que deja en suspenso un posible recorte de los tipos en la reunión de septiembre del BCE”, indica Sam North, analista de mercado de eToro. No obstante, subraya que de aquí a la reunión del 12 de septiembre “hay muchos datos que analizar antes de realizar ajustes en la política monetaria”.

Cerrar el año al 3%

Desde la firma XTB “pensamos que el euríbor seguirá cayendo lentamente durante las próximas semanas a la espera de la decisión de los próximos movimientos del BCE. La posibilidad de que se produzcan dos recortes de tipos ha vuelto a recortar nuestras estimaciones. Aunque esperamos una estabilización en el entorno entre el 3,40% y el 3,30%, en el caso de que se produzca el recorte en septiembre y vuelvan a generarse altas expectativas para el 2025, podríamos ver un euríbor cerca del 3% de cara a final de año”, explica Joaquín Robles. Algunas instituciones financieras y económicas se han atrevido a dar un pronóstico sobre la evolución del euríbor. En la misma línea apuntan los expertos de Caixabank que esperan que el euríbor termine el año en el 3,03% y baje hasta el 2,46% a cierre de 2025. Desde el prestigioso análisis de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) dan un nivel del 3,32% al euríbor para final de año, con una bajada generosa para 2025 con un 2,79% al cierre del año.

Pero también los hay más pesimistas sobre la velocidad de la caída del euríbor. Por ejemplo, El BCE pronosticaba a medios del pasado mes de junio que esta referencia de las hipotecas variables terminará el año en el 3,6% para cerrar 2025 en el 2,80% y terminar en 2026 en niveles del 2,50%. Los analistas de Bankinter apuntan a un 3,5% para el cierre de 2024 y del 3% el próximo ejercicio para volver a repuntar al 3,25% en 2026.

Desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE) apuntan en un reciente estudio que los endeudados por préstamos hipotecarios están optando por créditos a tipo fijo y mixtos a lo largo del año. “Representan casi el 88% del nuevo flujo crediticio. Además del entorno de ofertas competitivas, este aumento responde a la mayor estabilidad que ofrecen ambos segmentos de crédito en el medio o largo plazo tanto a los consumidores, quienes se benefician de una planificación financiera más certera durante, al menos, los primeros años de vida del préstamo, como a las entidades en un contexto de expectativas de disminución de los tipos de interés”, concluyen.