Habrá que esperar al 28 de noviembre para saber cuánto van a subir las pensiones a partir del 1 de enero del año próximo. Pero a falta de tres meses, ya se puede hacer una estimación con ciertos trazos de verosimilitud. En 2021, José Luis Escrivá, entonces ministro de Seguridad Social y hoy gobernador del Banco de España, cerró un acuerdo con los sindicatos y los empresarios y consiguió la aprobación en las Cortes para que las pensiones se revalorizasen de forma automática, acabando con la potestad de los Gobiernos anteriores que la subías en función de las previsiones del déficit.
En ese acuerdo se estableció que las pensiones subirían según la inflación media, medida entre diciembre del año anterior y noviembre del presente, según la estimación realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las fechas tan raras se deben a que el 1 de enero, los presupuestos generales del Estado deben recoger la subida para ese año, y lo normal es que las Cortes no den el visto bueno hasta finales de diciembre o incluso entrado ya enero. Por eso, se decide cerrar la inflación al mes de noviembre, y por eso, habrá que esperar al 28 de noviembre, cuando conozcamos el avance del IPC de ese mes que, suele diferir poco del definitivo.
Pues bien, de momento, entre diciembre de 2023 y agosto de este año, la inflación media interanual se ha colocado en el 3,1%, con un arranque del 3,1% en diciembre, un máximo del 3,6% en mayo y un mínimo en agosto, el último mes del que se tienen datos, hasta el final de septiembre cuando el INE avance la inflación de este mes.
Por tanto, habrá que cruzar los dedos al final de septiembre, de octubre y de noviembre, para ver la evolución de los precios. Quizá los pensionistas, los crucen con la esperanza de que el IPC interanual sea alto, lo que elevaría la inflación media y, así, tendrían una revalorización mayor de su pensión. El resto de los ciudadanos, en cambio, los cruzaremos a la espera de que los precios sigan la senda de moderación y, por qué no, que bajen algunos productos esenciales, lo que abarataría la cesta de la compra.
Pero existe una manera de aproximarse a la subida que finalmente se apruebe. El think tank de las antiguas cajas de ahorro, Funcas, predice cuáles serán los IPC mensuales: según sus cálculos, caerá nuevamente este mes de septiembre, colocando la interanual en el 2,1%, para remontar al 2,2% en octubre y dar un salto al 2,7% en noviembre. Y cerrar el año en el 2,9%, una inflación que se utiliza para la revalorización de los salarios.
Pues bien, si Funcas ha acertado, a veces lo hace, y a veces no, la inflación media de diciembre de 2023 a noviembre de 2024, se colocará en un 2,9%. Con el margen de error, se podría concluir que las pensiones contributivas subirán en el entorno del 3%, décima, arriba o abajo. Lo que supondría dos cosas:
La primera, que los pensionistas habrán ganado poder adquisitivo este año, pues dado que el año pasado la inflación a noviembre cerró en el 3,5%, la subida superará en medio punto el IPC y…
La segunda, que si Funcas volviese a acertar, la subida del entorno al 3% permitiría a los pensionistas volver a ganar poder adquisitivo, pues predice que la inflación de 2025 suba de media el 2,1%.
Polémica negociación
Durante las negociaciones, Escrivá se empeñó en que se utilizase la inflación media anual, en vez de la inflación interanual. La primera implica que se tiene en cuenta el IPC de cada mes, para luego sacar la media; mientras que la segunda mide solo la inflación interanual de noviembre. Los agentes sociales eran partidarios de esta última, pues se ha utilizado en los años anteriores cuando las pensiones se revalorizaban en función de la inflación. En principio, da lo mismo, pues unos años puede favorecer a los pensionistas, en otros no tanto.
Fijándonos en las predicciones de Funcas, la inflación media a noviembre de este año será del 2,9%, mientras que la interanual de ese mes será el 2,7%. Este año, ganaría, pues, con el IPC medio. Algo que ya ha ocurrido los años anteriores. Así, en 2022, el primer año que entró en vigor la reforma de Escrivá, la subida fue del 8,5%, debido a las altas inflaciones de la primera mitad del año, que luego se fueron conteniendo hasta el 6,8% en noviembre (ganaron dos puntos con la fórmula de revalorización elegida) y lo mismo pasó en 2023, con la subida del 3,5% en media anual y un IPC en noviembre del 3,2%.
Pensiones no contributivas
Cosa distinta sucederá con las pensiones no contributivas o asistenciales (que han sido reformadas este año), o las de viudedad y orfandad, que, por su baja cuantía, tiene una subida por encima de las contributivas para ir acortando la brecha. En años anteriores, se ha subido en el mismo porcentaje que el salario mínimo interprofesional, aunque no tiene por qué repetirse para 2025.
Y para cerrar un consejo: si está pensando en jubilarse, conviene hacerlo antes de que termine el año. ¿Por qué? Muy simple: pongamos que tiene derecho a una pensión mensual de 1.200 euros (por 14 pagas) que si se jubila en noviembre, cobrará ya en el mes de diciembre. Pero para enero, tiene derecho a la subida, con lo que, si finalmente es un 3%, su pensión subirá a 1.236 euros, 500 euros al año.