Es sabido que a más tiempo y más dinero cotizado, mayor será la pensión que cobraremos cada mes -con dos pagas extra- una vez que nos hayamos jubilado. De momento, solo se contabilizan los últimos 25 años cotizados, aunque se subirá a 27 -tras la última reforma de pensiones aprobada por el exministro José Luis Escrivá- de los que se descontarán los 24 meses en los que se haya cotizado menos. Para hacernos unas cuentas correctas, hay que tener claro que lo que nos abonará la Seguridad Social estará siempre por debajo de lo que recibimos en la nómina. Es lo que se llama tasa de sustitución.
España, según los datos de la OCDE, están entre las tasas de sustitución más altas del mundo rico -la pensión equivale de media al 80,4% de la última paga- desde los sindicatos siempre advierten de que este ratio tiene trampa, pues hay que tener en cuenta que los salarios medios en otros países son más altos, lo que aporta un mayor nivel de vida-. Pero con los datos internacionales, en España la pensión supondrá de media un recorte del 20% de los ingresos cuando se deja de trabajar. La tasa de reposición o sustitución es el 50% de media en los países de la OCDE.
No obstante, en las pensiones más bajas, con cotizaciones muy inferiores, la tasa es algo superior gracias al complemento mínimo que para 2025, fija la pensión mínima para los pensionistas de 65 años o mayores se fija en 12.241,60 euros anuales -875 euros por 14 pagas- y en 15.786,40 -1.134 euros, equivalente a salario mínimo del pasado año- en el caso de jubilados con cónyuge a cargo. Los menores de esa edad recibirán 11.452 euros y 15.786,40 si tienen cónyuge a cargo.
3.500 euros por 12 pagas
Pero, teniendo en cuenta todos estos factores, muchos quieren hacer las cuentas al revés: sueñan con una pensión y se preguntan que deben hacer para conseguirla. Y la pregunta más frecuente es ¿cuánto tengo que ganar en mi empresa para aspirar a una pensión de 2.500 euros al mes, 35.000 euros al año? Grosso modo, siguiendo con los cálculos de la OCDE sobre la tasa de sustitución, por lo menos se debe ganar un 20% por encima, unos 42.000 euros anuales. Pero netos, no brutos, lo que implica que hay que llevar a casi 3.500 euros limpios si cobramos 12 pagas o 3.000 si tenemos dos pagas extra.
Adelantamos la respuesta a cuánto se debe ganar dependiendo de los años cotizados, para tener una pensión de 2.500 euros al mes:
- Años trabajados 15: salario medio anual 69.000 €
- Años trabajados 16: salario medio anual 65.689 €
- Años trabajados 17: salario medio anual 62.682 €
- Años trabajados 18: salario medio anual 59.937 €
- Años trabajados 19: salario medio anual 57.423 €
- Años trabajados 20: salario medio anual 5.306 €
- Años trabajados 21: salario medio anual 53.356 €
- Años trabajados 22: salario medio anual 51.539 €
- Años trabajados 23: salario medio anual 49.841 €
- Años trabajados 24: salario medio anual 48.252 €
- Años trabajados 25: salario medio anual 46.761 €
- Años trabajados 26: salario medio anual 45.359 €
- Años trabajados 27: salario medio anual 44.039 €
- Años trabajados 28: salario medio anual 42.793 €
- Años trabajados 28: salario medio anual 41.616 €
- Años trabajados 30: salario medio anual 40.502 €
- Años trabajados 31: salario medio anual 39.447 €
- Años trabajados 32: salario medio anual 38.444 €
- Años trabajados 33: salario medio anual 37.492 €
- Años trabajados 34: salario medio anual 36.585 €
- Años trabajados 35: salario medio anual 35.722 €
- Años trabajados 36,5: salario medio anual 34.500 €
Pero más allá de las cifras, seamos algo más precisos, pues aunque el último salario importa, tiene mucha más relevancia cuántos años llevamos cotizando. Según los años, se establece la base reguladora que servirá para hacer el cálculo de nuestra pensión. A más años, más alta será la base reguladora y, en consecuencia, la pensión. Recordemos que para tener derecho a una pensión contributiva se precisa haber cotizado a la Seguridad Social al menos 15 años. Como ejemplo, la pensión después de trabajar 25 años es de un 73,78% de la base reguladora, que tendría que ser de 3.406,92 euros para cobrar 2.500 euros al jubilarte.
A partir de entonces, se determina la base reguladora:
- 15 años cotizados: 50% de la base reguladora.
- 16 años cotizados: 52,52% de la base reguladora.
- 17 años cotizados: 55,04% de la base reguladora.
- 18 años cotizados: 57,56% de la base reguladora.
- 19 años cotizados: 60,08% de la base reguladora.
- 20 años cotizados: 62,38% de la base reguladora.
- 21 años cotizados: 64,66% de la base reguladora.
- 22 años cotizados: 66,94% de la base reguladora.
- 23 años cotizados: 69,22% de la base reguladora.
- 24 años cotizados: 71,50% de la base reguladora.
- 25 años cotizados: 73,78% de la base reguladora.
- 26 años cotizados: 76,06% de la base reguladora.
- 27 años cotizados: 78,34% de la base reguladora.
- 28 años cotizados: 80,62% de la base reguladora.
- 29 años cotizados: 82,90% de la base reguladora.
- 30 años cotizados: 85,18% de la base reguladora.
- 31 años cotizados: 87,46% de la base reguladora.
- 32 años cotizados: 89,74% de la base reguladora.
- 33 años cotizados: 92,02% de la base reguladora.
- 34 años cotizados: 94,30% de la base reguladora.
- 35 años cotizados: 96,58% de la base reguladora.
- 36 años y 6 meses o más cotizados: 100% de la base reguladora
Ya sabemos la relación entre los años trabajados y el porcentaje de nuestra base reguladora que servirá para determinar nuestra pensión. Pero hay un segundo factor, tan importante o más, que es el salario que hemos cobrado de media en los últimos 25 que servirán para fijar la base reguladora. Cabe recordar que irá aumentando hasta 27 años Por tanto, no solo cuentan los últimos años cotizados, aunque pesan mucho, pues son la última baza que tenemos para mejorar nuestra pensión futura. La base reguladora se halla sumando las bases de cotización de los últimos 300 meses (25 años) y dividiendo el resultado entre 350.
La web del Banco de Sabadell pone un ejemplo de un trabajador cuyo salario promedio durante los últimos 25 años ha sido de 2.000 euros. Así, su base reguladora se halla con la siguiente fórmula: (2.000 x 300) / 350 = 1.714,28 euros. Una vez determinada nuestra base reguladora, aplicamos las tablas de reducción de la base en función de los años cotizados. Si quisiésemos obtener el 100% de la base reguladora -que como se ha visto en la fórmula anterior equivale al 85% del salario medio cobrado- tendríamos que haber trabajado 36 años y seis meses que seguirá creciendo hasta 37 años. Pero no todo el mundo ha tenido una carrera profesional tan larga.
Supongamos un par de casos. Primero, si hemos trabajado 25 años, aplicaremos el porcentaje de la tabla 73,78% y si fuesen 30 años, el porcentaje sube al 85,18%. Sobre el caso anterior, al del salario medio de 2.000 euros mensuales, si hemos cotizado 25 años, la pensión de partida (se revaloriza cada año con el IPC) sería de 1.264, 8 euros (1.714,28 € x 73,28/ 100) y si la carrera ha sido de 30 años, la pensión sube a 1.460 euros (1.114,28 € x 85,18 / 100).
2.500 euros de pensión
Volvamos a nuestra pregunta: ¿Cuánto dinero tenemos que ganar para poder tener una pensión de 2.500 euros al mes? Supongamos que hemos cotizado 25 años, que como se ve en la tabla, permite una pensión equivalente al 73,78% de nuestra base reguladora de 73,78%. Pues bien, para llevarnos 2.500 euros al mes cuando nos hayamos jubilado, se debe hacer una simple regla de tres y el resultado es que tendría que ser de 3.388 euros netos para cobrar 2.500 euros al jubilarte. En términos salariales, eso supone 3.897 euros al mes o 46.761 años de media durante esos 25 años. Más arriba ya hemos adelantado el salario medio anual que debemos cobrar dependiendo de los años que hemos cotizado.