La economía española, como la de gran parte de las naciones europeas, está en fase de recuperación. Después de recuperar ‘relativamente’ bien parte de lo perdido durante la época de pandemia, la economía del país ha caído debido a la crisis energética que sigue azotando al Viejo Continente. España, como la región europea, se encuentra condicionada por una elevada inflación. Al mismo tiempo, la economía se sigue movimiento en un entorno de endurecimiento monetario, algo que recorta aún más sí cabe el crecimiento de la economía. De hecho, y aunque la sombra de la recesión se ha achicado, hay expertos que advierten de que el entorno económico europeo podría ceder aún más.
La coyuntura económica actual se ha plasmado en los últimos datos de confianza empresarial, los cuales publicó durante la jornada del pasado 18 de enero el Instituto Nacional de Estadística. Si bien el índice de confianza empresarial creció un 1,4% en el primer trimestre del 2023 con respecto al último del pasado ejercicio, los datos ofrecidos por el INE dejan varias conclusiones negativas sobre el futuro empresarial y, hasta incluso, laboral del país.
El 25% de los empresarios creen que sus negocios irán mal
Pese al ligero crecimiento con respecto al trimestre anterior, el 24,9% de los gestores empresariales creen que sus negocios irán mal en el primer periodo del nuevo ejercicio. Esa opinión desfavorable ha aminorado con respecto al cuarto trimestre de 2022, cuando el 27,3% de los empresarios opinaron que sus negocios no irían todo lo bien que les gustaría.
Aun esto, y evidenciando el sentimiento negativo que anida entre los gestores empresariales, ese 25% de empresarios que creen que les irá mal durante el primer trimestre de 2023 es superior a las opiniones desfavorables que los gestores mantenían durante el tercer y el cuarto trimestre de 2021, inmersos en plena desescalada de la pandemia. En ambos periodos, el 22,5% y el 21,5% de los empresarios, respectivamente, consideraron que sus negocios no funcionarían en esos trimestres.
Ahora, habiendo pasado cerca de dos años, un cuarto de los empresarios no vuelve a confiar en que sus negocios vayan bien en el presente trimestre. El dato esclarece que la situación económica actual no es halagüeña. Para Aurelio García del Barrio, economista y director de Global MBA del IEB, “la coyuntura económica de España no es boyante”. “El crecimiento del PIB va a ser bajo, creciendo un 1,2% en el año, según las estimaciones realizadas en el último trimestre de 2022. Además, estamos en un entorno en el que la inflación seguirá siendo elevada”, explica el economista.
España, “en un escenario de estanflación”
Pese a que parece que la inflación ha tocado su pico, el sentimiento de la ciudadanía sigue siendo negativo. Y no es para menos, puesto que la vida es más cara, mientras que los salarios permanecen inmóviles. Aurelio García añade que “vamos a seguir en un escenario de estanflación, con un crecimiento si bien no negativo, pero muy bajo y con una inflación elevada”.
Al hilo del crecimiento económico, los expertos del Consenso Económico y Empresarial de PwC prevén que la economía española se desacelere en 2023 hasta el 1,1%, aunque también apuntan a una mejora de la inflación. Sea como fuere, todo parece indicar que el presente ejercicio será complicado. Para Joan Tristany, director general de AMEC, “el entorno es muy incierto, y si algo han aprendido las empresas es que hay que estar preparadas para lo que pueda venir”. Tristany indicó que ese crecimiento del 1,4% de la confianza empresarial es “una forma relevante de optimismo frenado por la prudencia”.
Impera la cautela
En los mismos datos ofrecidos por el INE, el 60% de los gestores empresariales cree que la marcha de sus negocios será normal, mientras que el 15% restante muestra más optimismo. Desde el tercer trimestre del pasado ejercicio, las opiniones positivas de los empresarios han ido cediendo desde el 19,6% de los que, en el tercer trimestre de 2022, pensaban que el negocio les iría bien hasta el 15,1% actual.
Atendiendo a las estadísticas, parece claro que los gestores de empresas están tornando hacia una actitud más cautelosa. Y es que la cantidad de empresarios que actualmente creen que sus negocios mantendrán un ritmo normal es la más elevada desde el primer trimestre de 2021. Pese a no ser un indicador negativo, si evidencia que los empresarios han adoptado una actitud cautelosa a sabiendas de que la economía no es boyante.
El transporte y la hostelería, los que menos confían
Por sectores, tal y como especifican los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, el único en el que la confianza decrece es en el de transporte y hostelería. En el resto, la confianza es creciente, siendo sector industrial el más alcista de esta serie. Tras él se ubica el sector comercio, el de la construcción y otros servicios.
No es casualidad que los empresarios del transporte y la hostelería sean los que menos confianza muestran. Y es que, ambos sectores siguen lastrados por la subida de precios. Los carburantes, pese a que han decrecido poco a poco, se mantienen en unos niveles elevados. Por su parte, la hostelería se encuentra ante un momento complejo, marcado por las subidas de precios.
El economista Aurelio García del Barrio explica que “hay una inflación que se ha quedado estancada”. “Cuando, por ejemplo, un restaurante ha subido los precios de su carta, no porque baje la inflación, el lugar va a bajar los precios otra vez”, explica García.
Sea como fuere, la confianza empresarial crece un 1,4% en este trimestre con respecto al anterior. Pese a ello, y contando con el dato favorable, aún hay varios puntos negativos que lastran la confianza de los empresarios y que no dejan de ser un espejo de la coyuntura económica actual de España.