Cuatro de cada diez inquilinos (un 38%) de un piso de alquiler en Barcelona se vieron obligados a cambiarse porque el propietario les subió el precio del alquiler, porque no les renovaron el contrato, por incapacidad de seguir pagando o bien por acoso inmobiliario. Según un estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), se trata de "desahucios invisibles" porque no requiere una orden judicial.
De estos, el 62% de los alquileres fueron voluntarios, es decir, por motivos familiares o laborales, entre otros, aunque pueden esconder "apremios estructurales", alerta el IDRA. Por otra parte, el informe también concluye que el 65% de la población que vive de alquiler en la ciudad tiene más 35 años y que cae el porcentaje de propietarios de viviendas.
Herencia de viviendas
En más, el estudio, elaborado entre octubre y diciembre del año pasado a partir de 1.023 casos, también detecta que la población que vive de alquiler ha pasado del 38,2% al 40,1% mientras que los que tienen un piso de propiedad pasó del 57,6% al 55,8%. En este sentido, el 71% de los encuestados no esperan heredar ninguna vivienda en un futuro, el 20,5% prevé recibir uno; un 4,6% dos y un 3,8% tres viviendas o más. Además, según los encuestados, la mitad de las herencias, un 51,9%, se compartirá con un coheredero y un 16,3% de los encuestados será el único heredero.
Por otra parte, el 71,9% de las mudanzas se llevan a cabo en barrios de igual o mayor renta. Concretamente, el 48,2% se queda en el mismo barrio, un 23,7% se traslada a un barrio de mayor renta y un 28,1% va un barrio de menor renta.
Perfil de inquilino en Barcelona
El perfil de un inquilino en Barcelona es el de un ciudadano de 40 años. La franja mayoritaria tiene entre 35 y 50 años y el 23,8% de los arrendatarios tiene más de 51 años, mientras que el 35,1% tiene menos de 35 años. La mayoría de los hogares, un 45,5%, tienen una superficie de entre 61 y 90 metros cuadrados y un 31,5% se concentra en viviendas inferiores de menos de 60 metros cuadrados.
Otra de las conclusiones del informe es que el 20% de los inquilinos pertenece a una minoría étnica. La gran mayoría se autopercibe como blanco europeo, con un 77,4%; un 4,7% blanco de fuera de Europa; el 12,6% de los encuestados es latinoamericano, el 1,7% magrebí y el 3,6% restantes de otras etnias.
Alquileres, contratos y renta antigua
En la capital catalana, el 5,8% de los alquileres son de renta antigua y, por lo tanto, indefinidos, mientras que un 9,4% de los encuestados no tienen contrato y se rigen por un acuerdo verbal. Dentro de este grupo, un 68% son personas que realquilan habitaciones. El porcentaje mayoritario, sin embargo, corresponde al de un hogar que tiene un alquiler por años -un 79,8%-, el 2,2% tiene un alquiler de temporada y solo un 2,8% un alquiler social.
Otra conclusión del estudio es que el 59,1% de los hogares sufren como mínimo tres problemas de habitabilidad. El más frecuente es un mal aislamiento térmico (el 54,8% de los casos); seguido del mal aislamiento acústico, con un 45,7% a poca distancia, con un 41,7%, está un piso que necesita reformas o es demasiado antiguo y un 38,9% no dispone de una calefacción adecuada.
Otros problemas son la presencia de humedades, moho o filtraciones en paredes y techos, con un 28%; ventanas y/o puertas en mal estado (27,5%) y problemas de accesibilidad, con un 22%. También destaca la falta de luz natural (21,6%) y la presencia de plagas como gorgojos y cucarachas, con un 17%, entre otros.