El Gobierno empieza a admitir sus limitaciones para frenar la opa hostil del BBVA al Sabadell. Lo ha admitido esta mañana Carlos Cuerpo, ministro de Economía, que ha matizado que si bien puede vetar la fusión, no puede hacer lo propio con la opa. Es un matiz importante, pues el banco vasco podría comprar el catalán aunque no lo absorbiera sin que el Ejecutivo de Pedro Sánchez pueda hacer nada.
Cuerpo ha hecho declaraciones a los periodistas a su llegada a la reunión del Cercle d’Economia este jueves, donde ha coincidido con Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y consejero delegado del Sabadell respectivamente. De hecho, antes de entrar al auditorio para su intervención, el ministro ha charlado un par de minutos con Oliu, en compañía también de Jaume Guardiola, presidente del Cercle y exconsejero delegado del Sabadell, y del director de comunicación del Santander, Juan Manuel Cendoya.
“Si la oferta sale adelante, el Gobierno no tiene elemento de decisión sobre la opa”, ha admitido Cuerpo, pero ha destacado que sí lo tienen la CNMV y la CNMC. Este último organismo es el que tiene el papel clave, pues es el que tiene que controlar la competencia, lo que más preocupa al ministerio de Economía.
Cuerpo ha insistido precisamente en la reducción de la competencia que supondría la fusión, pero también en la necesidad de tener en cuenta su impacto territorial, en lo que se refiere a la cohesión territorial y la inclusión financiera. “También su impacto en la actividad de las entidades”, ha añadido, en referencia a la especialización del Sabadell en pymes.
“Nuestro rechazo se basa en dos factores principales. El primero, la forma. El hecho de que sea una opa hostil añade incertidumbre y volatilidad en los mercados. Y luego está el núcleo del impacto que pueda tener en concentración en el sector y efectos lesivos en la competencia”, ha explicado Cuerpo ya durante su intervención ante los empresarios del Cercle, con Oliu y González-Bueno en primera fila.
Sobre competencia, ha sido muy claro: “Hemos visto un informe del Banco de España que la remuneración de los depósitos no ha subido como los tipos de interés. Antes de la fusión del segundo y cuarto operador, la competencia ya está suponiendo una traba para los clientes”.
La CNMC puede dificultar la opa; el Gobierno, solo la fusión
Eso es lo que tiene que controlar la CNMC y, “en base a su opinión” y decisión, “el Gobierno actuará”, ha concluido Cuerpo, al margen del grado de aceptación de la opa, que es previa al posible veto del Ejecutivo de Sánchez. Una vez que el BBVA presente la opa a la CNMV, algo que se prevé para este mismo jueves, serán la propia CNMV, el Banco de España, el Banco Central Europeo (BCE) y la CNMC los que tienen que aprobarla para que llegue a los accionistas.
No se prevé que la CNMV, que solo hace una revisión técnica, ni el BCE, que quiere entidades grandes y aprueba las fusiones por defecto, pongan peros a la operación. Tampoco el Banco de España. Por ello, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia es la que puede poner dificultades, pero no en forma de veto sino, como hizo con la fusión de CaixaBank y Bankia, poniendo exigencias, ya sea de mantener la red en zonas en riesgo de exclusión financiera o de desprenderse de negocio en territorios de alta concentración.
Si las exigencias de la CNMC son muy duras, podrían llegar a suponer un freno a la operación, pero parece poco probable. Lo que sí serían un pretexto para el Gobierno para frenar la fusión. No obstante, esto es algo que pasaría después de la opa y solo supondría que el BBVA no podría integrar el Sabadell sino que el banco catalán seguiría operando individualmente, aunque el vasco sería su primer accionista.