La realidad supera a las previsiones y el BBVA Research ha vuelta a ajustar al alza sus cálculos para el crecimiento de la economía española. Su suma así a las recientes proyecciones de la OCDE y el Banco de España o la de CaixaBank Research, también al alza. La subida de un 0,8% del PIB el tercer trimestre y la creación de empleo septiembre y octubre ponen, en opinión de los economistas del banco, fin a la desaceleración que se había observado durante los meses de verano. Con estos mimbres, calculan que en otoño el producto interior bruto (PIB) crezca un 0,6%, descontando una décima que, según el análisis restará en el tercer trimestre la DANA.Y el año cerrará con un incremento del 3,1%, tres décimas por encima de la previsión de verano y del 2,7% del Gobierno de Sánchez. Otro cantar es el año próximo.

Para 2025, BBVA Research ha reducido una décima su anterior pronóstico y lo baja al 2,3% (2,4% en opinión del gobierno español), aunque mantiene el 1,7% (2,2% según el gobierno español) la subida de 2026. Dos son los principales argumentos que han hacho variar la posición de los analistas del BBVA: por un lado, el impacto de la DANA en la economía nacional que calculan entre una y cuatro décimas en 2025. Unos cálculos basados en el estudio de eventos similares (como la gran riada de Bilbao de 1983 o la de Murcia de 2019) y en modelos que consideran los efectos de inundaciones y otras catástrofes naturales alrededor del mundo. Además, toman en cuenta el impacto positivo que se espera de las políticas públicas implementadas para paliar los efectos de la DANA.

El segundo riesgo se deriva de la llegada de Donal Trump a la Casa Blanca a partir de enero. En opinión del BBVA Research, la economía española y comunitaria penden de los cambios que se produzcan en la política comercial a nivel mundial; especialmente si el nuevo presidente repite el aumento generalizado de los aranceles. En particular, las áreas con las que la economía americana tiene un desequilibrio comercial pueden verse especialmente afectadas. Entre las principales perjudicadas están China y la Unión Europea. “Si la nueva administración cumple con su promesa de elevar los costes de las importaciones de bienes provenientes de estas áreas, no es descartable que las economías afectadas respondan con medidas similares. El mayor riesgo es el de entrar en una guerra comercial que revierta parte de las ganancias que ha traído la globalización sobre familias y empresas”, explican los economistas del banco.

Una nueva política comecial que podría restar dos décimas a España y medio punto a la Eurozona este año y en 2026 costaria al PIB español un 0,7% y a la Eurozona el 1,2% del crecimiento económico.

Rafael Domenech, responsable del análisis de la economía española, apunta un tercer elemento que podía impactar de forma negativa a la economía española el próximo año: las incógnitas sobre el entorno político que, de momento, ha impedido que por segundo año consecutivo se vuelvan a prorrogar los presupuestos de 2023. Sin embargo, el economista señala la imposibilidad de cuantificar el efecto que supondrá para el crecimiento. Aunqué si señala que donde más impacta es en la inversión empresariasl, reaccia antes las incógnitas políticas y regulatorias. Un impacto que no se limita a España, sino que llega a la Eurozona, donde la inversión mantiene ritmos muy inferiores a los de EE.UU:

Composición del crecimiento

Por el lado de la demanda, el análisis BBVA Research apunta un crecimiento basado en una mayor aportación de la demanda interna, que compensa la ligera desaceleración de la demanda externa. En el tercer trimestre, la demanda interna aportó 2,7 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en términos interanuales, mientras que el intercambio exterior aportó 0,7 puntos porcentuales. Dentro de la demanda interna, el consumo privado explica buena parte del crecimiento, especialmente en servicios y bienes no duraderos. A ello ha contribuido la disminución observada en las cuotas hipotecarias y en el coste de financiación, que estarían liberando recursos para el consumo e incentivando el acceso al crédito. No obstante, el consumo público sigue siendo uno de los motores del crecimiento, impulsado por el incremento de las remuneraciones de los asalariados, principalmente en las comunidades autónomas.

Pero la inversión sigue, como en anteriores trimestres, sin sacar la cabeza. En los dos últimos trimestres destaca la tendencia negativa en la adquisición de material de transporte y la falta de tracción en la construcción no residencial. “Ambos tendrían que ser sectores beneficiados por los fondos relacionados con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y el cambio de modelo productivo hacia uno más sostenible en términos medioambientales”, apunta el informe.

Exportaciones

Las exportaciones, por su parte, mantienen un avance sólido, a pesar del estancamiento de la economía de algunos de los principales socios comerciales y los problemas estructurales en sectores clave. Esto es el resultado de dos fuerzas que se contraponen: por un lado, el ajuste que sufre el sector automotriz y que lastra el crecimiento. Por el otro, la ganancia de competitividad que se viene produciendo en empresas que han aprovechado los cambios que se han observado desde el inicio de la pandemia o que recuperan capacidad de producción gracias a la moderación de los costes de producción.

Respecto a la recuperación de la economía valenciana, los analistas de BBVA Research resaltan que las últimas semanas, la mayoría de los indicadores evidencian ya una mejora de la actividad en la zonas afectadas, si bien la recuperación sigue siendo desigual y especialmente lenta en los municipios que más sufrieron la DANA. “Aunque buena parte de los recursos comprometidos todavía no llegan a los afectados, las políticas públicas podrían estar explicando una parte de la recuperación del gasto, sobre todo en la medida en que estén condicionando positivamente las expectativas de los hogares y de las empresas”, apunta el informe. “La velocidad en la recuperación de las zonas más afectadas dependerá de la eficacia y suficiencia de las políticas públicas adoptadas”, añade.