La Real Academia Sueca de Ciencias ha otorgado el premio Nobel de Economía de este 2024 a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson “por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y cómo afectan a la prosperidad”. Los premios en ciencias económicas se otorgan desde 1969 y en 2023 fue la economista estadounidense Claudia Goldin quien recibió este galardón. El importe del premio de este ejercicio es de 11 millones de coronas suecas, que se repartirán equitativamente entre los galardonados.

Según explica la organización que concede este premio, los economistas galardonados han proporcionado explicación de por qué algunos países son ricos y otros pobres. "Los galardonados de este año han aportado nuevas ideas sobre por qué existen diferencias tan grandes en materia de prosperidad entre las naciones. Una explicación importante son las diferencias persistentes en las instituciones sociales", señalan.

Al examinar los diversos sistemas políticos y económicos introducidos por los colonizadores europeos, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson "han podido demostrar una relación entre las instituciones y la prosperidad", agregan. También han desarrollado herramientas teóricas que pueden explicar por qué persisten las diferencias en las instituciones y cómo pueden cambiar.

¿Quiénes son los galardonados?

Daron Acemoglu (1967, Estambul) se doctoró en Economía y Ciencias Políticas en 1992 por la London School of Economics and Political Science, Reino Unido. Es profesor de Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, Estados Unidos. Ha recibido la prestigiosa medalla John Bates Clark, que premia a los economistas que más han contribuido al avance de la ciencia y la investigación. 

El británico Simon Johnson (1963, Sheffield, Reino Unido) se doctoró en 1989 por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, EE. UU. Y es también profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, EE. UU. Johnson, de 61 años, profesor de entrepreneurship y jefe de Economía Global y Management en esta facultad. Fue economista jefe del Fondo Monetario Internacional entre 2007 y 2008 y también ha escrito sobre cómo los descubrimientos científicos pueden estimular la economía, junto a Jonathan Gruber, en Jump-Starting America: How Breakthrough Science Can Revive Economic Growth and the American Dream, no traducido al castellano. 

Por su parte, James A. Robinson (1.960) se doctoró en 1993 por la Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, EE. UU. Y es profesor en la Universidad de Chicago, Illinois, EE. UU. Es politólogo, economista y profesor en la Universidad de Harvard y está especializado en política y economía latinoamericana y africana, temas sobre los que se le considera uno de los mayores expertos del mundo. 

Por qué han sido premiados?

Cuando los europeos colonizaron grandes partes del mundo, las instituciones de esas sociedades cambiaron. Esto fue a veces radical, pero no ocurrió de la misma manera en todas partes. En algunos lugares, el objetivo era explotar a la población indígena y extraer recursos para beneficio de los colonizadores. En otros, los colonizadores formaron sistemas políticos y económicos inclusivos para el beneficio a largo plazo de los inmigrantes europeos.

Los galardonados han demostrado que una de las explicaciones de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo dio lugar a una población generalmente próspera. Esta es una razón importante de por qué las antiguas colonias que una vez fueron ricas ahora son pobres, y viceversa.

Algunos países se ven atrapados en una situación de instituciones extractivas y bajo crecimiento económico. La introducción de instituciones inclusivas generaría beneficios a largo plazo para todos, pero las instituciones extractivas proporcionan ganancias a corto plazo para quienes están en el poder. Mientras el sistema político garantice que seguirán en el poder, nadie confiará en sus promesas de futuras reformas económicas. Según los galardonados, esta es la razón por la que no se produce ninguna mejora.

Sin embargo, esta incapacidad para hacer promesas creíbles de cambios positivos también puede explicar por qué a veces se produce la democratización. Cuando existe una amenaza de revolución, los que están en el poder se enfrentan a un dilema. Preferirían permanecer en el poder e intentar apaciguar a las masas prometiéndoles reformas económicas, pero es poco probable que la población crea que no volverá al viejo sistema tan pronto como la situación se calme. Al final, la única opción puede ser transferir el poder e instaurar la democracia.

“Reducir las enormes diferencias de ingresos entre los países es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo”, afirma Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.

Dos libros de referencia

Juntos, Acemoglu, Robinson y Johnson publicaron en 2012 ‘Por qué fracasan los países’ y en 2023, Acemoglu y Johnson publicaron ‘Poder y progreso: nuestra lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad’. 

Los estudios de estos autores se centran, así pues, en analizar las diferencias entre la riqueza de los países y su evolución histórica, así como la importancia de ciencia, tecnología y fortaleza institucional en la prosperidad económica de los países.

El libro que los tres publicaron en 2012 recibió elogios como este de Kenneth J. Arrow, premio Nobel de Economía en 1972: “Han contribuido a dilucidar por qué algunos países, en apariencia similares, difieren tanto en su desarrollo económico y político”. 

Gary S. Becker, Nobel de Economía en 1992, señaló que los autores mostraban “de forma convincente que los países escapan a la pobreza solamente cuando tienen instituciones económicas apropiadas, especialmente en lo referente a competencia y propiedad privada”.