Un grupo de accionistas del Silicon Valley Bank (SVB) presentó este lunes una primera demanda por fraude contra la entidad y sus principales ejecutivos, a quienes acusan de tapar los riesgos financieros a los que se enfrentaba el banco, que colapsó la semana pasada y fue intervenido por los reguladores estadounidenses.
La demanda colectiva fue presentada ante un tribunal federal de California (EE.UU.) donde la firma tiene su sede, y señala a la matriz de SVB; a su consejero delegado, Greg W. Becker; y a su jefe financiero, Daniel Beck.
Los accionistas, liderados por Chandra Vanipenta, buscan una compensación económica que no especifican y acusan a los ejecutivos, entre otras cosas, de esconder cómo la subida de los tipos de interés pudo afectar a la estabilidad del banco.
En los últimos años, SVB había invertido grandes cantidades de dinero en bonos a largo plazo, un activo que con las recientes alzas del precio del dinero se ha devaluado y que el banco se vio obligado a vender con pérdidas para cubrir retiradas de depósitos por parte de sus clientes.
Sin liquidez
El pánico desatado con esa situación llevó a la retirada de más dinero de la entidad, lo que dejó al banco sin liquidez y el viernes llevó a las autoridades a cerrarlo y hacerse cargo de él.
Las autoridades estadounidenses han garantizado que los clientes tendrán acceso a todo el dinero depositado, incluso más allá de los límites habituales, pero han dejado claro que los accionistas no estarán protegidos.
"Los inversores no estarán protegidos. Se arriesgaron a sabiendas y cuando el riesgo falla los inversores pierden su dinero. Así es como funciona el capitalismo", dijo este lunes el presidente estadounidense, Joe Biden.
SVB tenía unos 209.000 millones de dólares en activos y unos 175.000 millones en depósitos y su hundimiento es el mayor de una entidad en Estados Unidos desde la crisis de 2008.