La reunión del Banco Central Europeo del próximo 14 de septiembre marcará el rumbo del euríbor. El índice al que están referenciadas las hipotecas a tipo variable ha dado una tregua en agosto tras bajar por primera vez en 20 meses, pero los expertos coinciden, se trata de algo puntual. La previsión es que se mantenga en el entorno del 4% todo este año y que las hipotecas sigan caras, para ya sí, en 2024, empezar a bajar.

Rafael Pampillón, del Colegio de Economistas de Madrid, tiene claro que la caída de agosto (por debajo del 4,15% que alcanzó en julio) “va a ser puntual” y “no lo notaran las familias”, pues a quien le toque renovar su hipoteca variable lo hará con el euríbor al 4% y el año pasado estaba al 1,3%. “Por tanto, los que renueven verán que pagan menos que los que renovaron en julio, pero más que el año pasado”.

El euríbor recuerda, es el tipo de interés al que se prestan dinero los 50 bancos más importantes de la zona del euro y ese precio sube en la medida en que escasea el dinero que tienen en caja los bancos. Además, es distinto del tipo de interés al que presta el BCE, que está en el 4,25%. Y los datos de inflación de agosto han dejado claro que aún estamos lejos de alcanzar el objetivo del 2%, “lo que quiere decir que en septiembre tendremos una subida del 0,25% y los tipos llegarán al 4,5%”. Y eso encarecerá el crédito al que presta el BCE y los bancos tirarán menos de este crédito y más del que se dan ellos, “por lo que es bastante probable que veamos una nueva subida del euríbor en lo que queda de año”.

Una opinión que comparte Gregorio Izquierdo, director general del IEE. Su previsión es que el euríbor se modere a lo largo del año que viene, “pudiendo situarse por debajo del 3% al final del 2024". En este sentido, Leticia Poole, profesora de Economía de la Universidad Europea, explica que, si bien es cierto que la caída observada en agosto (de 7 centésimas) rompe la cadena alcista de estos últimos meses, se explica por varias razones.

Una de ellas es la oferta. Los bancos han concedido menos créditos en el segundo trimestre tanto corporativos como hipotecarios y además de menos importe. Esta menor cantidad de dinero prestado hace que en este trimestre el dinero puede prestarme a un tipo más barato. Luego están las expectativas. Alemania está prácticamente estancada y Europa está, “si no en una recesión, en un estancamiento”. De manera que no se esperan grandes subidas de tipos por parte del BCE y la tercera razón es la estacionalidad. “Agosto es un mes sin noticias, sobresaltos, ni grandes movimientos. No hay factor diferencial”.

Estas reflexiones se alinean con las de Asufin. La Asociación de Usuarios Financieros entiende que el BCE “se mueve en una encrucijada” en la que sopesa qué hacer con una inflación aún no controlada en algunos países (6,1% en Alemania) mientras empieza a observarse un parón económico en países como Alemania o Países Bajos. “No está claro cuáles serán los siguientes pasos del BCE, si subirá o no tipos en septiembre, aunque es muy probable que lo haga en 0,25%, pero sí que el margen de subidas de tipos es cada vez menor”.

La subida marcará el camino al euríbor, que en agosto ha dado un pequeño alivio a los hipotecados. Según sus cálculos, se traducirá en una subida de 125 euros en la cuota mensual para quienes revisen una hipoteca de 100.000 euros a 25 años, que se incrementa a 234 euros, de forma acumulada si partimos del euríbor en negativo que teníamos hasta el mes de abril del año 2022.

A la vista de los últimos datos y de las declaraciones de la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, desde el comparador financiero Kelisto estiman que nos encontramos ante unos meses de estancamiento del indicador en el entorno al 4%, con pequeñas subidas y bajadas en tasa mensual. “Lagarde ha vuelto a recalcar que la lucha contra la inflación aún no está ganada, algo que anticipa, como mínimo, un mantenimiento -si no una subida- de los tipos de interés, lo que impactará directamente en el euríbor”.

Finalmente, desde HelpMyCash tratan de ser “realistas” e indican que, si bien resulta complicado predecir si estamos cerca de tocar el techo en la vorágine de la subida de tipos, a su juicio, "los hipotecados a tipo variable todavía no van a cantar victoria". A lo sumo, tomarán un respiro y sus cuotas no se encarecerán más de lo que ya están. Pero todavía queda trayecto "para que su cuota se acerque a lo que solía ser”.