En el primer trimestre de 2021, antes de la reforma laboral, los trabajadores despedidos cobraron una indemnización media de 9.087 euros. Tres años más tarde, con la reforma laboral de por medio, aquellos que perdieron sus empleos recibieron una indemnización de sus empresas de 7.876 euros en el primer trimestre, según los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ECTL) del Instituto Nacional de Industria. Eso significa un descenso de un 13%. Una reducción que ha sido progresiva, pero con una tendencia clara, pues en el primer trimestre de 2023 se colocó en 7.985, por encima de este año. Aunque las causas no están muy claras, los nuevos contratos fijos discontinuos y la menor duración en el empleo de los indefinidos estarían detrás de este descenso.

Un efecto que se explica por el cambio normativo. Como muestra, en el primer trimestre de 2022, antes de que entrase en vigor plenamente la reforma del Estatuto de los Trabajadores, se produjo un incremento desproporcionado, desconocido en la serie histórica del INE, al elevarse a 10.356 euros. Una subida debida al intento de algunas empresas de deshacerse de trabajadores más caros, principalmente fijos discontinuos, pero también indefinidos, mediante despidos improcedentes. Con datos más atrasados, la tendencia también se aprecia en las estadísticas que maneja el Ministerio de Trabajo en un informe anual sobre despidos e indemnizaciones, el último con datos de 2022, lo que impide conocer la evolución en estos dos últimos años.

Datos de Trabajo

Aun así, aquel año -el primero en vigor de la reforma laboral-, la indemnización media durante todo el año fue de 8.251 euros, similar a lo calculado por el INE. Donde se produce un salto en el abismo es en la comparación con el año anterior -2021, el último antes de la reforma-, cuando la indemnización media fue de 11.416 euros, es decir, 3.165 más que el año posterior, casi un 30% de caída, según Trabajo. No obstante, 2021 es atípico, al compararse con el fatídico año del confinamiento, cuando se destruyeron un millón de empleos, en su mayoría contratos temporales y de obra y servicio, lo que bajó mucho la indemnización media. Con todo, los 11.416 euros de indemnización de 2021 resultan sorprendente frente a los 9.310 euros de 2019. En cualquier caso, se constata que la indemnización media en 2022, primer año de la reforma, se coloca por debajo de la de 2019, concretamente un 11,4% menos.

Aunque la estadística del Ministerio de Trabajo apunta un dato tanto o más curioso, pues en plena recuperación del empleo, el número de despidos se aceleró en 2022. En 2020, con del PIB del 11% -desconocida desde la Guerra Civil, el Ministerio de Trabajo contabiliza 476.181 despidos y el año siguiente, a pesar de la fuerte subida de la indemnización media, se reproduce la cifra, con 447.708. Sin embargo, en 2022 -últimos datos disponibles- se eleva a 522.413 los trabajadores que perdieron su empleo.

Reforma de la indemnización

La reforma de la indemnización improcedente, que se abrirá en septiembre con los sindicatos y las empresas, podría revertir este descenso. El Consejo de Europa ha declarado que España no cumple con la Carta Social Europea en lo que a indemnización por despido se refiere. Entiende que no es dinero suficiente para resarcir al trabajador y desmotivar a la empresa en el caso de los despidos con causa justificada, conocidos en España como despidos improcedentes. El Ministerio de Trabajo, que lidera dentro del Gobierno la intención de aumentar la indemnización para los despidos improcedentes, tendrá en frente, no solo a los empresarios; también, a la parte socialista que se sienta en el Consejo de Ministros.

La explicación de este descenso de la indemnización no es fácil. Se apunta a que los trabajadores indefinidos duran menos en sus empresas, reduciendo el coste medio de la indemnización, algo que se constata con los datos del Ministerio de Trabajo. Centrando la comparación de 2022 con 2019 -por lo anormal de los datos de 2020 uy 2021- queda patente. Entre esos dos años, la indemnización media desciende un 11%; pues bien, en los contratos indefinidos a tiempo completo, la diferencia es del 23% y para los de tiempo parcial un 30%. Se debe tener en cuenta, además, que se ha disparado el número de personas que pierden su empleo sin agotar el periodo de prueba, aunque están fuera de las estadísticas, pues no tienen derecho a indemnización.

Pero la transformación del fijo discontinuo, creado para sustituir a los temporales, tiene una mayor culpa. Las empresas contratadas con esta modalidad antes de la reforma, tenían trabajos claramente de temporada, por meses, principalmente en el sector turístico y la educación. Con la modificación, muchos tienen contratos muy cortos, de semanas e incluso de días. Eso ha hecho que la indemnización que se cobrase en 2019 fuese mucho más alta, a lo que se suma que ahora hay muchos más fijos discontinuos despedidos, produciendo una caída de la indemnización media entre 2019 y 2022 de un 68%. Según Trabajo, antes de la pandemia recibían 4.916 euros y en 2022, 1.570 euros. Por el contrario, las indemnizaciones de los contratos temporales han subido tras la reforma.

Por sectores

No obstante, las medias siempre son mentirosas, pues la indemnización media varía de forma sustancial según el sector donde se trabaje. Según la ECTL, en las empresas de suministro de energía, gas y electricidad, la indemnización en el primer trimestre del año fue de 36.586 euros; las actividades financieras, 19.445 euros; las actividades profesionales, científicas y técnicas, 15.2274 euros; los trabajadores de inmobiliarias, 14.909 euros; y muy cerquita, 12.663 euros en la industria manufacturera y 12.659 la extractiva. En comercio, también por encima de los 10.000, la indemnización media en 2024 es de 10.225.

En hostelería es donde la indemnización es más reducida, 2.205 euros, en construcción 2.827 euros, aunque se les contrata por obra y podrían tener varios contratos en un mismo año, igual que en hostelería; actividades sanitarias, 3.328 euros; las actividades (muchos contratados median fijo-discontinuo), 4.471 euros y en quinta posición, por la cola; Educación (abonados también al fijo-discontinuo), con 4.675 euros.