En tan solo un mes, entre mayo y junio de este año, los pisos en alquiler en Barcelona han caído un 46%, según las cifras que maneja el Col·legi d'Administradors de Finques de Barcelona-Lleida. Lorenzo Viñas, presidente del Col·legi, descarta en declaraciones a ON ECONOMIA que sea un efecto derivado de la temporada de verano, ya que en comparación con junio del año pasado también se contempla una disminución casi idéntica. Para Viñas, la responsable de esta caída repentina es la aprobación de la ley del alquiler.
"Los propietarios tienen miedo de alquilar. Esta ley no resuelve el problema de la vivienda, que es sobre todo de oferta, más allá del precio", apunta Viñas, que reconoce que parte de las viviendas que han sido retiradas del mercado de alquiler pueden ir destinadas a otros usos como el alquiler de temporada, otros a la compra y aún otros al alquiler de habitaciones.
Además, Viñas apunta a que la Copa América puede haber incidido en la reducción de pisos en alquiler, ya que "las personas que llegan para la Copa América buscan viviendas de temporada y no hoteles", aunque su principal preocupación es la ley de vivienda. "La gente tiene miedo de alquilar una vez vence un contrato por varios motivos: primero, por no poder cobrar lo que consideres por tu propiedad, el segundo, por la situación de incertidumbre que se genera y, el tercero, por el problema que puedes tener para desalojar tu piso si te ocupan", expresa Viñas, que pide "un entorno que no criminalice" a los propietarios y administradores de fincas.
Los administradores de fincas expresan además que la nueva ley "pretende ayudar a la gente, pero puede discriminar a los vulnerables", defiende Viñas, ya que al reducirse la oferta de alquiler, los propietarios "pueden hacer un casting mayor" y excluir a las personas "que no tengan un buen salario o un lugar de trabajo seguro", como de hecho en parte ya sucede a día de hoy.
En cuanto a las posibles soluciones a los problemas por el elevado precio de la vivienda de alquiler, Viñas apunta cuatro vías. La primera, motivar al sector privado para que aporte vivienda antes de que se construya, como por ejemplo flexibilizando las normas de habitabilidad de locales de planta baja que están cerrados. "Eso podría aportar 16.000 viviendas nuevas", defiende. En segundo lugar, facilitar el cambio de uso también de otro tipo de construcciones como las oficinas. Permitir la división de grandes apartamentos cambiando los criterios de densidad es otro de los recursos defendidos por Viñas, que por último pide que los Ayuntamientos negocien con promotores las concesiones de suelo público para permitir mayor construcción de viviendas.
Justo este miércoles, un informe de la inmobiliaria Tecnocasa apuntaba a la amenaza de que 100.000 viviendas de alquiler sean eliminadas del mercado en España por la nueva ley. El informe apuntaba que la caída de la oferta podría ser del 11% del total de vivienda en alquiler, y que en Barcelona se traduciría en una caída del 12,6%. En un solo mes, la previsión del estudio ya se ha superado con esta caída del 46% que apunta el colegio de administradores de fincas, si bien Viñas apunta que "un mes no es suficiente para consolidarlo como estadística".
Un informe de Idealista del pasado mes de mayo apuntaba también a una caída de oferta de vivienda de las 62.000 viviendas en octubre de 2020 a las 17.00 de enero de 2023. Aunque el efecto pandemia pudo incrementar la oferta, en contraste con marzo de 2019, cuando eran 36.111 las viviendas ofertadas.