Hoy miércoles, día de los Santos Inocentes, hace un año que se aprobó la reforma laboral y a tal fin la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha hecho balance de los logros tras doce meses de andadura. En su comparecencia Díaz ha aprovechado para anunciar que ha cerrado un acuerdo dentro del seno del Gobierno para destinar al empleo juvenil 3.500 millones de euros en los próximos cinco años. Un dinero procedente del Fondo Social Europeo (FSE) de los presupuestos ordinarios de la Comisión Europea; en concreto, las medidas en apoyo a la empleabilidad de los jóvenes se llevarán el 22% del total del FSE que recibirá España hasta 2027.
La vicepresidenta no ha desvelado cómo se van a gastar estos fondos aunque ha matizado que ha tenido que negociar en el seno del Gobierno pues otros ministerios, candidatos a recibir ayudas del FSE como Educación, se han postulado para llevarse una mayor parte de la dotación del Fondo Social Europeo. Sin embargo, Díaz ha anunciado que ya había negociado con las comunidades autónomas el uso de estos 3.500 millones de euros, pues la mayoría de los programas de empleo juvenil se articulan a través de los territorios.
Igualmente, la ministra ha explicado que este dinero se sumará a fondos procedentes de otras fuentes de financiación, como los Presupuestos Generales del Estado o al fondo extraordinario Next Generation, que igualmente se destinan a promocionar el empleo juvenil dentro de las políticas activas de empleo. Al respecto de la reforma de las políticas de bonificaciones al empleo sobre la que está trabajando el Ministerio de Trabajo, la vicepresidenta ha confirmado que se aprobará en el primer Consejo de Ministros del año próximo que se realizará el 10 de enero.
SMI y Pedro Sánchez
Respecto a las negociaciones para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), la vicepresidenta ha desvelado que ya había mantenido una conversación con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para decidir internamente qué subida propondrá a los agentes sociales en la próxima reunión, previsiblemente la primera semana del año. Aunque, una vez más, mantuvo la discreción y no dio cifras: “No desveló mis conversaciones privadas”, dijo, aunque dejó caer que sería alta.
Díaz ha hecho este miércoles un repaso de los logros que ha supuesto la reforma laboral sobre la que se deshizo en elogios. Más allá de las cifras, incuestionables para el Ministerio de Trabajo, la vicepresidenta ha apuntado que la reforma ha tenido un efecto indirecto sobre las indemnizaciones por despido, en respuesta a las peticiones que UGT ha reiterado, incluso durante las negociaciones de la reforma laboral, para recuperar los 45 días de indemnización que existían antes de la reforma del Partido Popular de 2012.
La ministra ha dicho que despedir es más caro tras la reforma laboral firmada hace un año por dos motivos: primero por el aumento de los salarios que se ha producido con las reformas de los convenios colectivos o la eliminación de las subcontratas y, segundo, por la caída de los contratos de menos duración, de menos de una semana, que carecían de indemnización y hoy, al ser indefinidos, sí tienen indemnización. De esta forma, la vicepresidenta cierra la puerta a una posible reforma de los costes de despido como solicita el sindicato que dirige Pepe Álvarez.
La vicepresidenta ha lanzado un listado de cifras que, en su opinión, ponen de manifiesto el éxito de la reforma laboral. Para empezar el empleo creado que con datos de la EPA del tercer trimestre de este año supone que 20,5 millones de personas trabajan: “Hubo un presidente de Gobierno que dijo soñar con una España de 20 millones de trabajadores”, ha remarcado. De ellos, 9,43 millones son mujeres, una cifra nunca conseguida y 3 millones de personas de menos de 30 años, cercana al récord de 3,1 millones del año 2011.
17,4 millones de asalariados
De las personas que trabajan, ha remarcado la ministra de Trabajo, 17,4 millones son asalariados y, por tanto, los otros tres millones autónomos. Respecto al desempleo, según los datos de la Epa usados que el Ministerio de Trabajo para hacer el balance de un año de reforma, en verano había 2,98 millones de parados, cifra desconocida en los últimos catorce años y 440.000 menos que el año pasado. Lo que reduce la tasa de paro a un 12,7%, también la más baja de los últimos catorce años (11,2% en 2007, antes de la crisis financiera).
Más empleo y de más calidad según ha remarcado Díaz. Así, de esos 17,4 millones de asalariados, 13,9 millones tienen un contrato indefinido, algo desconocido en la historia de España, lo que ha permitido que la tasa de temporalidad se reduzca a un 17,5%, aunque si se contabiliza el empleo público (con tasas superiores al 30%), la temporalidad es del 20,3%, a cinco puntos de la media europea (15,2%).
Temporalidad juvenil
Una tasa de temporalidad que en los jóvenes es del 45% cuando un año atrás era 13 puntos superior lo que ha permitido recortar las diferencias con la UE con una tasa de temporalidad juvenil del 39%, seis puntos menos que España. También se reduce la temporalidad de las mujeres en seis puntos, al 22,5%, frente al 16% de la media europea.
Algo que se explica en que desde el 1 de abril, cuando finalizó el periodo transitorio de la reforma, el 44% de la totalidad de los contratos firmados fueron de carácter indefinido, “cinco veces más que la serie histórica”, ha remarcado. De hecho, en 2021 solo fueron fijos el 11% de los contratos registrados en las oficinas de Empleo. En el caso de las mujeres el porcentaje es algo menor, el 41% de los contratos firmados desde abril.
52 reformas anteriores
“Se ha acabado el bipartidismo en el mercado laboral”, ha sentenciado la ministra, recordando que se han firmado 52 reformas del mercado laboral en la democracia y todas con fines desregulatorios. “No sirvieron para cambiar el mercado”, ha declarado Díaz que ha remarcado que “en un año hemos cambiado el paradigma, pues las anteriores reformas no sirvieron para revertir la temporalidad”. Díaz ha remarcado que antes de esta reforma se decía que había sectores estacionales y que no había alternativa: “había que elegir entre el paro y la precariedad”. Por todo ello, la vicepresidenta ha concluido que “éste es el Gobierno de los trabajadores”.
Sobre la polémica de las estadísticas que miden a los fijos discontinuos, ha reiterado que se trata de trampas políticas y ha recomendado a Alberto Núñez Feijoo, presidente del PP, abandonar ese “debate artificial” y no caer en el “trampismo”.