La líder de Sumar y vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado este sábado que prevé "muchísimos problemas con la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial", y ha señalado que "dentro del Gobierno" también tiene "problemas" para implementarla, por lo que ha pedido "ayuda" a la ciudadanía para su puesta en marcha. El acuerdo programático para formar entre el PSOE y Sumar establece la reducción de jornada desde las 40 horas legales actuales (lleva 40 años sin modificarse), a 36,5 horas para este 2024 y 37,5 horas el próximo.
En un acto de Sumar en Ferrol (A Coruña), su ciudad de origen, junto a la candidata de la plataforma a la Xunta, Marta Lois, y su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, ha emplazado a la población a repetir "lo que hicisteis el 23 de julio" en los comicios generales, al opinar que los votantes manifestaron entonces "que era posible el cambio, distéis un paso adelante". La también vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Trabajo y Economía Social ha afirmado que Sumar es "una fuerza laborista" que apuesta por "el trabajo decente" y que desplegó "el mejor mecanismo de protección, los ERTE", tras el cual ha situado como prioridad "seguir tirando para arriba de los salarios después de 40 años de jornada laboral congelada".
En negociación
El Ministerio de Trabajo ha abierto una mesa de negociación con los empresarios y los sindicatos con el fin de abordar la reducción legal de la jornada laboral. Sin embargo, en la primera reunión entre el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, y los agentes sociales se encontró con la sorpresa de que UGT y CC.OO. y CEOE y Cepyme habían acordado previamente que la negociación se realizase a nivel bipartito, es decir, entre sindicatos y patronal.
Trabajo quedará, al menos de momento, relegado a reuniones quincenales para conocer cómo discurren las negociaciones entre ambos agentes sociales. Una opción que puede ser beneficiosa para el ministerio que dirige Díaz, pues se daba por descontado que la CEOE mantendría una fuerte resistencia y consideraban complicado que se alcanzase un acuerdo a tres bandas.
La vicepresidenta ha insistido en que no existe un motivo para que los empresarios se queden fuera, pues un 75% de los asalariados tienen una jornada inferior a las 38,5 horas pactada en los convenios colectivos, por lo que esta primera fase no debería ser complicada. No así la rebaja de una hora más, pues todavía hay muchos trabajadores por encima. Además de las resistencias dentro del Gobierno, cómo ha reconocido Yolanda Díaz, el Banco de España y números informes privados han alertado de la pérdida de productividad que supondría reducir la jornada sin reducción salarial, lo que podría incluso afectar al PIB. Incluso algunos empresarios han mostrado abiertamente su desacuerdo.