El 44,44% de los economistas catalanes valoran negativamente el acuerdo programático para formar gobierno al que llegaron PSOE y Sumar por lo que respecta a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin rebaja salarial. Hay, sin embargo, un 30,74% que cree que es positivo, mientras que un 19,81% se muestra neutral. El 5% restante no respondió a esta cuestión.
Así lo indica la Encuesta de Situación Económica del Col·legi d'Economistes de Catalunya que presentó este jueves su decano, Carlos Puig de Travy, y el director técnico del estudio, Xavier Segura. En rueda de prensa, Puig de Travy indicó que "todo el mundo quiere disfrutar de una reducción de la semana laboral, sin embargo, para eso, se debe incrementar la productividad". Añadió que "un país que no mejora la productividad no tira adelante, y no estamos avanzando". Y recordó que hay países que cuentan con un consejo nacional de productividad, inexistente en España.
Del análisis de las respuestas obtenidas según el sector de actividad, resulta que los economistas catalanes que ven la reducción de la semana laboral de manera más positiva son los que están vinculados en el sector de la construcción, seguidos de los de la docencia y la investigación. Por el contrario, los que la valoran más negativamente son que están vinculados a los servicios a empresas y particulares, así como los del sector del comercio.
Mejor percepción de la economía catalana que de la española
Respecto a los grandes datos de la encuesta, el 35,37% considera que la economía catalana está mejor ahora de que hace un año, el 37,59% cree que está igual, mientras que el 24,63% piensa que está peor. El índice de confianza de los economistas se sitúa en otoño en un nivel del 5,38 (5,36 en primavera) para la economía catalana y del 5,24 para la economía española (5,17 en primavera).
La previsión es que el índice para la economía catalana baje un poco de aquí a final de año para situarse en el 5,34, mientras que para la economía española la previsión es que se sitúe a final de este año en el 5,18, también por debajo del actual.
Los principales problemas de la economía catalana, en opinión de los encuestados, son actualmente la inflación y los costes de producció(44,26%), el déficit fiscal con el Estado (43,70%) y las infraestructuras y comunicaciones (32,96%), los mismos que aparecieron a la encuesta de la primavera, pero ahora con una muy menor intensidad con respecto a la inflación.
Sobre el impacto negativo que puede tener para la economía catalana el aumento actual de precios y costes, el 19,1% de los encuestados se muestra muy preocupado. Este porcentaje, sin embargo, es ahora muy inferior al de la encuesta de hace un año (38,4%).
Impacto de la sequía
Sorprendentemente, la sequía aparece en cuarta posición (28,89%), pero eso se explica porque la encuesta se cerró al principio de diciembre cuándo todavía no se habían hecho tan evidentes sus amenazas sobre la economía. En este sentido, el CEC informó de que ha puesto en marcha junto con el Col·legi de Enginyers un observatorio del agua. Puig de Travy criticó la falta de actuaciones de la administración en el pasado.
Àngel Hermosilla, secretario general, apuntó que "no es un problema que se resuelva de hoy para mañana". indicó que trabajarán sobre propuestas de futuro basadas en tres ejes: gobernanza, voluntad de colaboración público-privada y consenso.
Predicciones sobre política monetaria
Los economistas catalanes predijeron con acierto los movimientos que adoptaría el Banco Central Europeo. Así, antes de que anunciara que mantendría los tipos de interés, el 70,93% de los encuestados ya pronosticó que adoptaría esta decisión, mientras el 17,59% creía que los bajaría y el 9,63% que los volvería a incrementar.
Peajes de autopista
Respecto del acuerdo al que llegaron la Comisión Europea y el Gobierno central de sustituir la reintroducción de los peajes en vías de amplia capacidad por la ampliación del transporte ferroviario de mercancías, casi la mitad de los economistas encuestados (48,33%) lo valora positivamente, mientras un 22,04% es de la opinión contraría. El resto o bien la considera neutral o no expresa opinión.
Respecto a la previsión que ha hecho al FMI de crecimiento de un 1,7% del PIB de la economía española en el 2024, un 39,26% de los economistas catalanes cree que efectivamente será de este orden, mientras que un 33,89% prevé que será menor y un 22,22% cree que será superior.
Sobre las medidas anticrisis aprobadas por el Gobierno para combatir la inflación en el 2023, de cara al 2024 la gran mayoría de los encuestados (62,96%) opina que se tendrían que revisar, mientras que un 25,56% cree que se tendrían que mantener iguales y un 8,15% piensa que se tendrían que suprimir. El Gobierno central aplicó en diciembre del año pasado una rebaja el IVA del 4% al 0% en los alimentos de primera necesidad, va acuerda una ayuda de 200 euros para las familias con rentas de hasta 27.000 euros y prolongó la rebaja de los impuestos en la electricidad y el gas. Además, revalorizó las pensiones un 8,5%.
Política energética
De las resoluciones aprobadas por el Parlament de Catalunya en materia energética, los economistas catalanes han valorado muy positivamente medidas como la de favorecer la implantación de placas fotovoltaicas en los edificios públicos, la de instar en el gobierno a facilitar el acceso de los proyectos de energías renovables en la red y la de garantizar el control de precios del suministro eléctrico. Por el contrario, las que han valorado más negativamente han sido la de oponerse a los proyectos de varias líneas de muy alta tensión y la de instar en el gobierno a cumplir el calendario de cierre de las centrales nucleares.
Estas encuestas de Situación Económica del CEC se realizan desde 2001 y se realizan tres veces el año: primavera, otoño e invierno.