A finales de 2024 había en Catalunya 8.400 mujeres menos trabajando que en diciembre de 2024, que sobre un total de 1.784.300 supone que el año cerró con un descenso del 0,5% en la ocupación femenina, la primera caída en cuatro años, según el Observatori del Treball i Model Productiu que elabora el Departament d’Empresa i Treball. Un fenómeno que contrasta con el empleo masculino, pues en diciembre pasado trabajaban 53.800 hombres más que en el mismo mes del año anterior, lo que supone un incremento del 3,2% anual en el empleo masculino.
No obstante, el Observatori matiza que esta caída se produce con el análisis de los datos de la EPA, pues si se valoran los datos de afiliación a la Seguridad Social, el empleo femenino creció el 2% en 2024, que cerró con 35.824 mujeres más afiliadas que doce meses antes. Desde el Departament d’Empresa i Treball explican esta diferencia, por un lado, en que la EPA incluye el trabajo informal (comúnmente, empleo sumergido) y por otro, en que en la información de la afiliación influye el fenómeno del pluriempleo, es decir, que una persona tiene más de un empleo. Es decir, que la EPA contabiliza personas trabando y la Seguridad Social afiliaciones. En cualquier caso, en afiliaciones no se aprecia una diferencia entre el empleo femenino y el masculino, pues este último creció igualmente un 2%.
No hay una explicación clara para el descenso del empleo femenino el pasado año en Catalunya. El Observatori señala algunas cifras que pueden arrojar un poco de luz y señalas tres posibles causas: la reducción se produce en los contratos a tiempo completo, en las autónomas y dentro de las asalariadas con contrato temporal.
Desplome de las autónomas
Con estos parámetros, el principal factor es la destrucción del empleo por cuenta propia, pues durante el pasado año desaparecieron en Catalunya 21.600 autónomas, casi una de cada diez. En 12 meses descendieron de 219.700 a 198.100, según la estadística de la EPA. Bien es cierto, que el empleo por cuenta propia también ha descendido entre los hombres en Catalunya, aunque en cantidades muy diferentes: en valores absolutos, se han destruido 1.100 empleos de autónomos en 2024, una caída del 0,3% del total de estos trabajadores, frente al 9,8% en las mujeres.
El empleo asalariado creció un 0,8% entre las mujeres el pasado año, con 13.100 empleos nuevos, insuficientes para compensar la destrucción del empleo femenino por cuenta propia. En los hombres aumentó el 3,9%. Sin embargo, se detecta una mejoría en la calidad del empleo femenino, pues las contratadas en la modalidad indefinida aumentan un 3,3%, mientras que el empleo temporal desciende un 13%. Y este es el segundo factor que explica la caída del empleo femenino, pues la fuerte desaparición de puestos de trabajo de índole temporal -como efecto directo de la reforma laboral- ha afectado más a las mujeres, con un mayor peso en esta modalidad contractual. Y, con los datos de la EPA, no se ha producido un trasvase total de los empleos temporales a indefinidos.
Prudencia
Joan Ramón Rovira, jefe de estudios de la Cambra de Barcelona, se muestra cauteloso con los datos de la EPA y reconoce sentirse más cómodo con la información aportada por la afiliación. En este sentido, considera que hay que esperar a ver cómo evolucionan las EPA de los próximos trimestres y recomienda cotejar los datos de la Encuesta de Población Activa con los datos de Contabilidad Nacional, también del INE.
No obstante, el economista de la Cambra muestra su preocupación por la tendencia que se aprecia en los últimos trimestres de la EPA, que muestran una desaceleración en la creación de empleo de las mujeres en Catalunya que ha provocado el descenso de la ocupación del 0,5% en términos interanuales en el último trimestre de 2024. Algo que no sucedía desde el primer trimestre de 2021. La progresión es claramente negativa: en el cuarto trimestre de 2023, la economía catalana permitió generar un 5,6% de empleos ocupados por mujeres; un trimestre después, se reducía al 3,7%, con un corte abrupto en el segundo trimestre de 2024, cuando el empleo femenino creció el 0,9% y en el tercero, el 0,5%. Y la catástrofe se produjo en el último trimestre del año, pues se destruyó un 1,1% de empleo femenino respecto al trimestre anterior, lo que ha provocado la reducción del empleo en términos interanuales en 2024.
Rovira reconoce que no tienen una explicación clara del descenso del empleo femenino en Catalunya, cuando el masculino crece el 3,2% y el empleo femenino sigue subiendo en la mayoría de las comunidades autónomas. Entre las posibles causas, señala un descenso de la población activa en Catalunya, con un carácter cíclico, que afecta normalmente más a las mujeres. El Observatori reconoce que un tercio de las mujeres inactivas en Catalunya lo son por dedicarse a las labores en casa.
Respecto al descenso de las autónomas, no existe tampoco una explicación fácil. El empleo por cuenta propia es contra cíclico, es decir, desciende cuando la economía va bien, pues muchas personas se hacen autónomas porque no consiguen un contrato de asalariado. Pero no es el caso, pues la economía catalana está creando empleo. Además, tampoco se detecta un trasvase del empleo por cuenta propia de las mujeres hacia empleos asalariados.
Sectores feminizados
Albert Ferrer, responsable de Mercat de Treball i Economia de CC.OO. de Catalunya hace el análisis desde la perspectiva de desempleo femenino. El economista del sindicato señala que desde finales de 2022 hasta el primer trimestre del pasado año, se ha producido un incremento del paro femenino -con la excepción de algunos trimestres- para volver a bajar a partir del segundo trimestre del pasado año.
En su opinión, puede llamar la atención que el desempleo haya crecido entre las mujeres en un periodo de fuerte recuperación económica y de creación de empleo, pero se explica porque el paro se ha reducido especialmente en sectores masculinizados, donde la presencia de la mujer es escasa, como la agricultura, la construcción y la industria y señala, que el desempleo se ha resistido en el sector servicios, más feminizado. Pero no solo. Además del componente sectorial del empleo femenino, Ferrer señala las “mayores dificultades estructurales para las mujeres en el mercado laboral”.
No obstante, recuerda que el saldo en netamente positivo en los últimos años, pues en el periodo 2021-2024 se ha reducido un tercio el número de parados, con un saldo ligeramente favorable a las mujeres que han reducido su tasa de paro el 36,5%, frente al 35,4% de los hombres. “En conjunto, hay cien mil paradas menos que en 2021”, concluye.
Casi, pleno empleo
Esta fuerte reducción del paro puede ser la tercera explicación de porque el empleo femenino no crece. La tasa catalana de paro femenino se ha colocado en el 8,94% (6,9% la masculina) y, como señala el Observatori, el 60% de las paradas superan los 45 años y más de la mitad llevan más de 12 meses en el desempleo. Se trata, pues, de desempleadas con ratios de empleabilidad relativamente bajos que dificulta su vuelta al mercado laboral. La tasa de paro femenina es del 11,83% en el conjunto de España.