El empleo crecerá el último trimestre del año a ritmos muy similares al trimestre anterior, a pesar de que los analistas pronostican un debilitamiento de la economía, en la última parte del año, según el Observatorio trimestral del mercado de trabajo elaborado conjuntamente por Fedea y BBVA Research. En la presentación del estudio, Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, ha señalado que la afiliación crecerá prácticamente lo mismo que el tercer trimestre, tres décimas, aunque el economista abre la puerta a un descenso “marginal, de entre 2 y 3 décimas” en tasas desestacionalizadas. Una previsión que, ha matizado, se hace conociendo los datos de octubre y la primera mitad de noviembre; es decir, la mitad del trimestre.

Aun así, supone un fuerte respecto al primer semestre de este año, pues la afiliación creció en el primer trimestre un 0,8% respecto al trimestre en anterior y en el segundo un 1,1%, según los datos del Observatorio, para descender bruscamente al 0,3% en el tercer trimestre, porcentaje que se repetirá en el último del año. Un descenso que ha ido parejo a la desaceleración de la economía. Así, en términos Inter trimestrales, el PIB aumentó un 0,6% en el primer trimestre, un 0,4% en el segundo, un 0,3% y Funcas pronostica un 0,2% para el cuarto. A lo que, según señala Doménech, hay que sumar los malos pronósticos que se esperan en la eurozona, con el consiguiente impacto para la economía española tanto en exportaciones como en turismo. “Por todo ello, el comportamiento del empleo para el segundo semestre se debe valorar de forma positiva”.

Horas trabajadas

No obstante, en el Observatorio se incide en que a pesar del aumento del número de ocupados, las horas totales trabajadas apenas variaron en el tercer trimestre (0,1% trimestral en términos desestacionalizados o CVEC). Los motivos de la evolución diferencial del margen extensivo (puestos de trabajo) e intensivo (horas trabajadas) son, fundamentalmente, dos: El crecimiento del número de ocupados que no trabajaron en la semana de referencia (1,2% trimestral) es debido, sobre todo, al incremento de las bajas por enfermedad o incapacidad temporal (4,4% trimestral), que afectaron a casi 895.000 trabajadores y el avance limitado de la jornada laboral. Las horas semanales habitualmente trabajadas aumentaron un 0,1% trimestral CVEC entre julio y septiembre, y las efectivas lo hicieron un 0,6% hasta las 36 horas y media.

Las horas trabajadas en España tan solo se sitúan un 1,3% desestacionalizadas por encima de la cifra del cuarto trimestre de 2019, el último antes de la pandemia, debido a que el número de ocupados que no trabajaron por enfermedad o incapacidad temporal ha repuntado un 58,9% CVEC desde entonces y la jornada laboral efectiva ha caído un 0,7% desestacionalizados.

Público y privado

El número de trabajadores por cuenta ajena del sector privado aumentó por cuarto trimestre consecutivo (1,3% trimestral) y compensó la reducción de los asalariados del sector público (-0,5%) y de los ocupados por cuenta propia (-1,8%). La jornada laboral efectiva siguió un patrón similar. A pesar de su retroceso en el tercer trimestre, el empleo público supera en un 8,3% los registros anteriores a la pandemia. En el extremo opuesto se encuentra el número de trabajadores por cuenta propia (0,8% más que en el cuarto trimestre de 2019). Ningún colectivo ha recuperado la jornada laboral precrisis.

Productividad

El PIB real por ocupado disminuyó el 0,9% trimestral en términos desestacionalizados entre julio y septiembre, tras repuntar cinco décimas en el segundo trimestre. El descenso de la intensidad en el empleo (horas por trabajador, -1,2%) contrarrestó el ligero crecimiento de la productividad por hora trabajada (0,2%). En consecuencia, tanto el producto como las horas trabajadas por ocupado se alejan de los niveles previos a la pandemia, mientras que la productividad por hora trabajada apenas se sitúa un 0,8% por encima.