La capacidad de competir de las empresas más pequeñas frente a las medianas y las grandes sigue menguando desde la pandemia. Así, las ventas (en volumen, ajustadas de los cambios de precios) no han recuperado los niveles de 2019, en concreto en el segundo trimestre de 2024 se quedaron un 0,2% por debajo, mientras que las medianas suministran hoy a sus clientes un 14% más que antes del confinamiento, según el informe Cepyme sobre la situación de la pyme, presentado este lunes. Pero, a perro flaco todo son pulgas, pues los menores volúmenes de venta se agravan con unos mayores costes, que en el caso de las empresas más pequeñas han subido un 23,3% desde 2019, frente al 19% en las medianas.

La patronal nacional de la pequeña y mediana empresa reitera la caída de la productividad -con seis trimestres consecutivos de descensos-como la mayor debilidad las pymes. Una productividad mermada por el aumento de los costes del 22% por encima de 2019, entre ellos, los costes laborales (4,5% interanual) agravado por unas bajas laborales que crecen un 10% anual; una financiación más cara; el problema de la morosidad, y un aumento del empleo superior a la recuperación de las ventas. Un deterioro de la productividad que, según Cepyme, “afecta a su vez a la capacidad de invertir y, por tanto, a su competitividad”.

Por destacar un aspecto positivo, se aprecia una ligera mejoría en lo que va de año, pues la actividad de las pequeñas ha subido un 5,2% en el segundo trimestre del año, casi un punto por encima del 4,3% de las medianas. Y son dos trimestres consecutivos en los que las pequeñas superan a las medianas. En conjunto, las pymes han incrementado sus ventas nominales (en valor monetario) en el segundo trimestre de este año, casi un 5% sobre el mismo periodo de 2023. Pero a diferencia de otros trimestres, el crecimiento de los ingresos se debe principalmente al incremento del volumen de bienes y servicios contratados y no a un aumento de los precios derivado de la inflación. Pues frente al crecimiento del 5% de las ventas (nominales), el IPC creció casi la mitad, un 2,8%, según el informe Cepyme. Descontando el efecto de los precios, las ventas han crecido un 2,7% en el segundo trimestre de 2024, lo que supone que los volúmenes contratados de abril a junio han sido mayores que los de 2023, rompiendo una tendencia de tres trimestres consecutivos de caídas.

Empleo

Sin embargo, para afrontar el crecimiento de la actividad, las pymes en su conjunto tuvieron que ampliar plantillas, aumentando sus costes laborales. El informe de Cepyme resalta el número de trabajadores de los algo más de 1,3 millones de empresas ha aumentado un 2,9% respecto al segundo trimestre de 2023. Eso suponen 270.000 personas en un año, de 9 a 9,3 millones.

No obstante, Cepyme ve un lado obscuro en este crecimiento de empleo. “Este incremento del empleo, positivo desde un punto de vista individual y social, encierra, sin embargo, un desequilibrio: el empleo acumula un crecimiento mayor que el de los volúmenes de ventas, de lo que surge una caída de la productividad”. Algo que no sucedía en periodos anteriores. Así, entre los segundos trimestres de 2021 y 2024, mientras el volumen vendido por las pymes aumentó un 11,2%, el número de asalariados de las pymes lo hizo en un 12,6%, resalta el análisis de Cepyme. En comparación con el mismo trimestre de 2019, el aumento del número de asalariados es del 7,8%, que supera el 5,4% en que creció el volumen de ventas en el mismo periodo.

Aunque en términos interanuales, la relación empleo/actividad ha estado más ajustado en las pequeñas que en las medianas empresas. En las primeras, las ventas han crecido en 12 meses un 5,2%, para lo cual han aumentado sus plantillas un 1,9%. Sin embargo, la facturación de las empresas medianas ha subido un 4,3%, para lo que han elevado su personal en un 5,3%. Por volumen, las pequeñas registran el crecimiento más moderado de empleo desde 2022, aunque tocan un nuevo máximo, con 6,49 millones de empleados. Las medianas, con ese 5,3%, han tenido el mayor aumento desde septiembre de 2022, hasta los 2,87 millones de asalariados. El informe de la patronal de las pymes considera que este empleo, superior a las ventas, incrementa el coste laboral por unidad vendida y repercute negativamente en la productividad, especialmente en el caso de las empresas más pequeñas, así como en su capacidad de acometer nuevas inversiones o generar más empleo”.

Porque a largo plazo, las empresas pequeñas han aumentado sus ventas (en términos nominales) desde el segundo trimestre de 2019 el 0,9% (-0,2% en volumen), con una ampliación del 5,5% en el número de empleados. Lo que no ocurre en el caso de las firmas medianas. En los últimos tres años, experimentaron un incremento del 21,4% en los volúmenes vendidos, por encima del 18% del aumento de sus plantillas.

Financiación

Durante el segundo trimestre de 2024, los tipos de interés que pagaron las pymes por obtener nueva financiación bancaria volvieron a descender con relación al trimestre anterior. No obstante, el tipo medio del 4,81% del segundo trimestre es 36 puntos básicos mayores al de un año antes. Tanto las empresas pequeñas aunque las medianas se beneficiaron de una ligera reducción de los tipos de interés respecto del trimestre anterior, que pasaron al 4,91% en el caso de las primeras (42 p.b. más que en el segundo trimestre de 2023) y al 4,71% en el de las compañías medianas (incremento interanual de 30 p.b.). Lo que deja un saldo más negativo para las más pequeñas.

No obstante, las pymes acogen con cautela aumentar su apalancamiento; de hecho, el ratio de endeudamiento viene descendiendo en las pymes, aunque en mayor medida en las pequeñas, que como resalta Francisco Vidal, director de Economía de Cepyme, suele preferir la autofinanciación. Aun así, está creciendo la demanda de créditos en un 6,7%, con 33.584 millones para las pequeñas (6,2%) y 10.034 las medianas (8,3%).

Lo que contrasta con una inversión al ralentí. En este sentido, respecto a la propuesta del presidente Sánchez de 55.000 millones de ayudas a las pymes, principalmente en créditos procedentes de los fondos comunitarios, Vidal señala: “si cuesta ya invertir, cuesta más pedir créditos”