El Gobierno plantea endurecer el acceso a la jubilación activa (que supone compaginar salario y pensión) con una propuesta que recorta el porcentaje de pensión a cobrar los primeros años, lo que afectará fundamentalmente a los trabajadores autónomos, que son el 91% de quienes se acogen a esta modalidad de retiro.
De acuerdo con la propuesta que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por Elma Saiz (imagen superior), ha llevado esta semana a la mesa de diálogo social, y a la que ha tenido acceso EFE, las condiciones empeoran aún mas para los autónomos con empleados, que en la actualidad pueden cobrar la pensión íntegra desde el momento de la jubilación, mientras que con el nuevo escenario tendrían que esperar cinco años.
La jubilación activa permite trabajar por cuenta ajena o por cuenta propia siempre que los ingresos anuales no superen el salario mínimo interprofesional (SMI) sin la obligación de cotizar a la Seguridad Social, y ya sea a tiempo completo o parcial, percibiendo el 50% de la pensión desde el primer año de retiro y el 100% si se acredita tener contratado al menos un trabajador por cuenta ajena.
Según los últimos datos, a finales de enero había 64.382 jubilados activos en la Seguridad Social, de los que 58.598 eran autónomos (91% del total) y, de estos, 18.534 cobraban el importe íntegro de su pensión (28,8% del total).
Frente a la regulación vigente, el Ministerio plantea ir aumentando progresivamente el porcentaje de pensión a cobrar, de forma que los dos primeros años se reduce respecto al actual, pero se iguala el tercer año y aumenta a partir del cuarto.
Se establece que, tras el obligatorio año de demora después de cumplir la edad de jubilación ordinaria, trabajar sea compatible con cobrar el 30% de la pensión, para pasar al 40% el segundo año, al 50% a los tres años y al 75% el cuarto año. Cinco años después de la jubilación sería compatible seguir trabajando y cobrar el 100% de la pensión.
El Gobierno lleva años tratando de retrasar la edad de jubilación mediante incentivos, como los que ofrece la jubilación demorada, remunerando al jubilado con un incremento de la pensión del 4% por cada año trabajado de más, por una cuantía a tanto alzado o por una combinación de ambas opciones.
Pero el trabajador también puede optar por seguir trabajando y cobrando parte o toda su pensión de jubilación, lo que se denomina el envejecimiento activo.
El presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor, consideraba esta semana que la propuesta del Gobierno sobre la jubilación activa "recorta los derechos a los autónomos", ya que les retrasa a edad a la que podrán beneficiarse del cobro de parte de la pensión.
"El hecho de suprimir el plus adicional de los que mantenían empleo de llegar al 100% (de la pensión) es una barbaridad. Esto no es progreso ni propio de un Gobierno progresista, es un recorte derechos", ha dejado claro Amor.
Cambios en el contrato relevo
En cuanto a la jubilación parcial anticipada, la propuesta del Gobierno esboza algunos de los elementos que se quieren tocar para abordar esta modalidad, que ahora solo se mantiene con un contrato relevo bonificado en el caso de la industria. El planteamiento de Inclusión apunta en el caso de la anticipada ordinaria, dos años antes, el relevo debe hacerse en un contrato indefinido con una base de cotización de al menos el 75% la del jubilado parcial.
El objetivo de la propuesta, señalaba Inclusión tras la última reunión, es evitar la salida prematura del mercado laboral y también preservar el equilibrio financiero del sistema. Los sindicatos ya avanzaron su rechazo a este planteamiento por considerar que recorta derechos de los empleados.