El sindicato que dirige Pepe Álvarez, UGT, considera necesario desligar la aprobación legal de la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales y las medidas para reformar el control horario, con un sistema digitalizado más eficiente y facilitar la intervención de la Inspección de Trabajo con un incremento considerable de las sanciones para las empresas incumplidoras. El secretario general de la organización de trabajadores ha propuesto que el Ministerio apruebe el paquete de medidas del control horario sin esperar a la “presumible” tramitación en el Parlamento del anteproyecto de la rebaja de la jornada laboral.
Así, Álvarez ha aclarado este miércoles que las medidas pactadas para hacer un control horario más “efectivo”, mediante instrumentos digitales, deben implementarse “más allá del debate parlamentario” de la rebaja del horario semanal a 37,5 horas. “El Gobierno tiene instrumentos actualmente para implementarlas y acabar con millones de horas extras, muchas de las cuales no se abonan a los trabajadores”, ha señalado. En cualquier caso, el sindicalista considera conveniente que la puesta en marcha de las medidas para reforzar el control horario debe hacerse con un acuerdo, para favorecer a aquellas empresas que cumplen. “No hay que afectar la marcha de aquellos sectores en los que es difícil medir los horarios”, ha matizado. Sin embargo, ha insistido que en pleno siglo XXI hay suficientes métodos para hacer un control de las horas trabajadas.
La reducción legal de la jornada laboral de las actuales 40 horas semanales a 37,5 horas -un compromiso pactado entre el PSOE y Sumar- se está complicando con duras acusaciones entre los Ministerios de Trabajo y el de Economía. La vicepresidenta segunda declaró hace varios días que la injerencia del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, es “casi de mala persona”. Este miércoles ha reiterado sus acusaciones y desde Economía han respondido tajantemente: “Es falso que el Ministerio de Economía haya bloqueado la tramitación urgente de la reducción de la jornada laboral, al contrario, dada su trascendencia e importancia, ha dispuesto que pueda ser tratado en la primera reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos en la que sea posible”.
Una vez terminado este viernes el trámite de audiencia pública para valorar el anteproyecto de ley fruto del pacto entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, se esperaba que este martes se aprobará el anteproyecto en el Consejo de Ministros para ser remitido al Consejo Económico y Social (CES) e iniciar su trámite parlamentario. Pero no ha sido así, lo que mueve a UGT a separar la puesta en marcha de medidas de control horario de la tramitación parlamentaria de una futura rebaja de la jornada.
Fuego de artificios
Aunque el secretario general del sindicato prefiere no entrar en la pelea dentro del Gobierno de coalición, considera que las supuestas “peleas” dentro del Consejo de Ministros son “fuegos de artificios”. Insiste en que el Ministerio encargado de negociar con los agentes sociales las medidas laborales es el de Trabajo y, por tanto, pacta los textos en nombre del Gobierno en pleno. Con esta premisa, Álvarez entiende que el acuerdo firmado con los sindicatos es un acuerdo del Gobierno y no del Ministerio de Trabajo. “Los acuerdos que hemos firmado con el Ministerio de Trabajo han sido cumplidos por el presidente de Gobierno” y ha matizado, que Sánchez no ha dicho nada respecto al pacto. “Que no haya hablado sobre esto no es un mal síntoma”, ha remarcado.
No obstante, el secretario general de UGT ha señalado que si el texto que sale del Consejo de Ministros no es el pactado con el Ministerio de Trabajo, retirarán su apoyo y el pacto quedará invalidado. “Salvo si saliese del Consejo de Ministros con el aval de la CEOE, algo que considero casi imposible”, ha remarcado. Pero si no es así, “no le darán soporte”, se ha mostrado tajante.
El problema, en su opinión, no está en los debates dentro del Gobierno de coalición -que no deberían saltar a un plano público, según el sindicalista-, sino en un futuro trámite parlamentario. Por eso, UGT continuará con los contactos que inició antes de las Navidades con los grupos parlamentarios para recabar su apoyo en el trámite parlamentario. Fuentes del sindicato señalan a ON ECONOMIA que ningún grupo se opone a la reducción de la jornada, aunque alguno -en relación con el Partido Popular- han declarado que hubiesen preferido que el texto hubiese sido fruto de un pacto a tres bandas, incluidos los empresarios.
Movilizaciones
Pero si finalmente no se aprueba la reducción de la jornada laboral, con las matizaciones lógicas fruto de un debate parlamentario, UGT advierte de que movilizarán a los trabajadores. “La reducción se ha convertido en un clamor y cuenta con un amplio apoyo de los trabajadores”, ha señalado el sindicalista.
Y no precisamente contra el Gobierno. Álvarez lleva semanas advirtiendo que la rebaja de las horas trabajadas no tiene que ver con la ideología y que muchos trabajadores que votan a la derecha apoyan la medida. Por este motivo, las movilizaciones se destinarían focalizarán en estos partidos. “Seremos implacables con los indocumentados en esta materia. Si no cambian el discurso, vamos a actuar de manera clara contra los que difunda bulos sobre las desventajas de la rebaja de la jornada”, ha señalado.