No se habla tanto de la covid como un año atrás, pero, lejos de desaparecer, los efectos del virus persisten. La Seguridad Social aún arrastraba unos costes derivados de los enfermos del Covid de 1.418 millones de euros hasta noviembre. Y es que todavía se producen muchas bajas laborales por este virus que en los once primeros meses de 2022 han disparado los pagos por incapacidad temporal (IT) a las arcas de la Tesorería General de la Seguridad Social. Pero no es el único gasto que los efectos de la pandemia acarrean actualmente a la Seguridad Social.
A estos 1.418 millones se deben sumar otros 202 millones de euros por las ayudas que los autónomos están recibiendo de la Seguridad Social: 75 millones en la prestación extra por cese de actividad Covid 19 y otros 127 millones por asumir las cuotas a la Seguridad Social de los autónomos con la prestación extra. En total, las bajas por enfermedad y los efectos económicos en el colectivo de los trabajadores por cuenta ajena han supuesto un desembolso de 1.620 millones de enero hasta noviembre.
Lo más preocupante es que el gasto de las prestaciones por incapacidad temporal motivadas por Covid a falta del último mes para que terminase 2022 era prácticamente el mismo que el año anterior, 1.418 millones de euros este año, frente a 1.597 millones en 2021: 179 millones de diferencia. En el conjunto de 2021, la Seguridad Social costeó 1.680 millones de euros a los trabajadores por baja por incapacidad temporal.
11,4% del total de la IT
Una partida nada desdeñable, pues supone el 11,4% de los 12.406 millones de euros gastados en el total de la incapacidad temporal que la Tesorería General de la Seguridad Social ha pagado en estos once primeros meses. Además de los 1.418 millones por el Covid, hasta noviembre se han reconocido 89.839 millones por subsidio temporal por contingencias comunes (enfermedades no derivadas de la actividad laboral) y otros 1.149 millones por contingencias profesionales.
Algo mejor debería ir el coste de las prestaciones a autónomos por el cese de actividad con motivo del virus. Si en noviembre de 2022 se han pagado algo más de 200 millones, en el mismo período de 2021 fueron 746 millones de euros. Aunque entonces, la composición fue muy distinta: 552 millones de euros para la prestación, frente a 75 millones en 2022, y 194 millones para las cuotas, frente a los 127 millones que se llevan gastados.
Pero la quinta ola en plenas Navidades del pasado 2021 disparó los gastos hasta 2.765 millones de euros para las cuotas y otros 587 millones para las prestaciones. Algo que parece descartado, pues los menores riesgos de la enfermedad no parecen justificar nuevas medidas sanitarias que supongan cierres de locales. De hecho, las partidas para costear el cese de actividad de los autónomos han sido las mismas el pasado octubre que en el mes de septiembre.
Solo indemnizaciones
Cabe aclarar que los costes que está afrontando la Seguridad Social por el Covid se limitan a pagar las indemnizaciones que los asalariados reciben cuando están de baja, pues los derivados de la atención sanitaria corresponden al Servicio Nacional de Salud. El dinero desembolsado por la Seguridad Social se dedica a las nóminas de los trabajadores de baja que en el caso del Covid tienen el máximo de cobertura posible ya que el Gobierno español decidió asimilar los períodos de aislamiento o contagio con los de un accidente de trabajo a efectos de la prestación económica.
La medida, que buscaba aliviar las cuentas de las empresas, implica que el primer día de baja corre a cargo del empleador y los siguientes los cubre la Seguridad Social que abona solo el 75% de la base reguladora del trabajador. Si el Covid hubiese sido considerado enfermedad común y no profesional, el trabajador no cobraría nada los tres primeros días de baja, del cuarto al 15 lo abonaría la empresa, aunque sólo el 60% de la base reguladora, del 16 al 20 ya es la Seguridad Socia,l que abona también el 60% y del día 21 hasta un año máximo, la Seguridad Social asciende al 75% de la base reguladora. Sin embargo, muchos convenios colectivos establecen que las empresas completan hasta el 100% de la nómina para evitar pérdidas de poder adquisitivo de sus empleados enfermos.
526 euros por trabajador
El pago de estas nóminas por incapacidad temporal lo gestiona las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social. Según las datos de estas empresas, en 2021 el coste medio fue de 525,9 euros por trabajador que estuvo 13,68 días sin trabajar. Ese año lo cobraron 2,8 millones de personas con una incidencia mensual de 13,16 casos por cada 1.000 afiliados a la Seguridad Social.
El coste fue más elevado en 2020, en pleno confinamiento, hasta 630,7 euros de media por trabajador que estuvo de baja 15,99 días, dos días más que en 2021. En total, tuvieron una prestación por incapacidad temporal 2,5 millones de personas, 300.000 menos que el año siguiente, y la incidencia mensual se redujo a 12,91 casos por cada 1.000 afiliados.