Julio suele ser un buen mes para el empleo. En este mes, se han creado 75.000 empleos de media en los últimos 22 años y solo en dos ocasiones, ha bajado el número de afiliaciones. Uno fue en 2022 y otro, justo este julio de 2024, cuando se han destruido 9.783 afiliados si se mide en términos medios. Desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social hacen una lectura más positiva: señalan que desde enero se han creado 325.554 empleos y que si se mide en términos desestacionalizados (eliminando el factor estacional) en julio se habrían creado 1.355 empleos, y se superan los 21,4 millones de afiliados (cifras récord), según los datos dados a conocer este viernes por los Ministerios de Inclusión y Seguridad Social y el de Trabajo y Economía Social.

El desastroso resultado, si se mide en términos medios, se explica en un solo sector: la enseñanza. En julio se han ido al paro casi uno de cada 10 personas afiliadas en este sector, 122.551 personas. Solo en el sector de otros servicios se ha destruido empleo, pero solo 900 afiliados menos. El resto de los sectores han subido su afiliación, pero no lo suficiente para poder compensar la sangría de los docentes y los trabajadores ligados a la enseñanza. Por ejemplo, en las actividades sanitarias y servicios sociales, los afiliados han aumentado en 49.150; en comercios y mecánicos; casi 45.000 y el empleo público ha sumado casi 14.600. El remate procede del Sistema Especial Agrario, con una destrucción de 39.000 empleos, aunque en este caso se trata de un factor estructural, pues en el año ha destruido 17.650 empleos.

Los datos de julio, aunque malos, se justifican, fundamentalmente, en los cambios generados por la reforma laboral que explican que las dos únicas caídas se hayan producido en 2022 y 2024. El empleo generado en años anteriores era masivamente temporal, que se destruía a finales de verano, pero las restricciones introducidas en 2022 a esta modalidad, ha generado que muchos empleos temporales son ya indefinidos, en las modalidades a tiempo parcial o completo, o en fijos discontinuos. Este último caso es responsable, en buena parte, de los resultados de este julio, pues es muy frecuente en el sector de la enseñanza, por lo que muchos de los que este mes se han dado de baja, volverán a sus puestos en septiembre u octubre.

Menos parados

Eso aclara también que en este mes haya bajado el número de personas inscritas en las oficinas de empleo en 10.830 personas y en total se sitúe en 2,55 millones, según el Ministerio de Trabajo. De ellos están cobrando algún tipo de cobertura —prestación o subsidio de desempleo— 1.699.873 a finales de junio.

En los últimos doce meses, los desempleados han descendido en 127.637, aunque se han creado, según la Seguridad Social, 491.200 empleos desde julio de 2023. La resistencia a la bajada del número de personas registradas al paro se debe a que hay una preponderancia de colectivos, especialmente mayores de 52 años, de larga y muy larga duración, que tienen dificultades para regresar al mercado laboral. Los nuevos puestos suelen ocuparlos personas que se incorporan o regresan a la actividad, muchos de ellos mujeres o jóvenes. El empleo de las primeras ha crecido en el año casi un 12%, cuatro puntos por encima del masculino, y los jóvenes un 15,5% desde 2019, casi 6 puntos más que la media.

Comunidades autónomas

Aunque julio ha sido un mal mes, y es de esperar que en los próximos años se repita el patrón de los años 2022 y este 2024, hay que relativizar estas cifras, pues los otros sectores siguen generando empleos, lo que ha limitado la destrucción de empleo por debajo de las 10.000 —en 2022, se limitó a 7.400. Lo que explica que en la mayoría de las comunidades autónomas el número de afiliados haya aumentado, aunque con cifras escasas, pues la reducción de cotizantes se ha limitado a un 0,05%, prácticamente imperceptible.

Es el caso de Catalunya, donde el empleo ha crecido en 3.363 afiliados, un 0,09% más que en junio. La palma se la lleva Baleares, muy condicionada en el mes por el turismo, donde suman 12.722 afiliados, casi un 2%, a diferencias de Canarias, con un turismo mucho más desestacionalizado, que pierde 5.000 afiliados, un 0,5%. En positivo se han colocado en julio Cantabria (2,1%), Asturias (0,9%), Castilla y León (0,6%), Castilla-La Mancha (0,4%); Comunidad Valenciana (0,09%) -igual que Cataluña, Extremadura (0,3%) y  Galicia (0,8%). Del lado negativo, pierden empleo Andalucía, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja, además de Canarias.

Empleo público

El número de trabajadores del Estado sigue creciendo y en los doce últimos meses se han sumado 110.000 asalariados, con la Administración General en cabeza en términos porcentuales, pues aumenta en el año su plantilla un 6,5% (27.263), aunque en absoluta, la administración autonómica ha empleado a 72.584 (4,1% más) y la local, 10.054 (1,3%).

Autónomos

El efecto enseñanza también ha pasado factura en los autónomos en alta en la Seguridad Social. En conjunto, se han perdido en julio 4.947 empleos, cuando los docentes por sí solos han aportado 4.300. También cae en la agricultura (828), al igual que en el Régimen General de los asalariados, en la industria manufacturera (396), Comercio y mecánicos (900), actividades sanitarias (500) y otros servicios (530).

Contratos

El número total de contratos registrados durante julio ha sido de 1.521.516. Supone una subida de 90.133 (6,30%) sobre el mismo mes del año 2023. Se registraron un millón de contratos temporales con causa justificada y 589.007 contratos de trabajo de carácter indefinido, que representan el 38,71% del total.