La oferta de vivienda en alquiler en España cerró el año por debajo del 1% (un 0,85), su nivel más bajo desde mayo de 2020, en plena pandemia de coronavirus. El desplome de la oferta disponible en el país ha ido acompañada de incrementos de las rentas de alquiler, especialmente significativos en Barcelona y Madrid, hasta alcanzar valores máximos.
Según un estudio elaborado por el portal inmobiliario Idealista, en agosto de 2020 se produjo un repunte de la oferta de pisos en el mercado, que llegó a superar el 1,3% del parque de viviendas estatal durante prácticamente un año, entre ese mes y agosto de 2021 y consiguió reducir el precio medio del alquiler en España de los 11,5 euros a los 10,5 euros el metro cuadrado al mes.
Falta de 'stock' en España
Sin embargo, desde enero del año pasado, la oferta de pisos en alquiler en España cayó por debajo del 1% durante todo 2022, y los precios no pararon de subir. De los 10,6 euros el metro cuadrado en enero a los 11,4 euros el metro cuadrado en diciembre de 2022, confirmando un nuevo máximo de la serie histórica con el dato de enero (11,6 euros el metro cuadrado al mes), lo que supone un incremento del 9,1% en el último año.
La oferta de vivienda en Barcelona, bajo mínimos
Según el portal inmobiliario, que cuenta con más de 1,5 millones de anuncios de activos en venta o alquiler en su cartera, en la provincia de Barcelona la pérdida de stock “empieza ser preocupante”, especialmente en la capital catalana, ya que durante el 2022 no llegó a superar el 1,2% de las viviendas. En concreto, la oferta de viviendas se redujo en diciembre al 1,1%, lejos del pico alcanzado en verano de 2020 (3,15%) en plena pospandemia, y el precio del alquiler cerró 2022 en 16,5 euros el metro cuadrado al mes, un 16,2% más que un año antes.
Antes del estallido de la pandemia, la media del stock de alquiler en la provincia catalana se encontraba en el 1,93% en 2019, ya por debajo de las necesidades de la demanda en toda la provincia por la imposición del tope a los alquileres en Catalunya.
La caída de la oferta de viviendas en la provincia de Madrid fue más suave que en la de la provincia de Barcelona. El stock de pisos en alquiler frente al total de viviendas en la provincia madrileña alcanzó sus cotas más bajas en los últimos meses de 2022, con apenas el 1,51% en diciembre. La caída está suponiendo que los precios de los arrendamientos en la región vuelvan a estar por encima de los 15 euros el metro cuadrado. Según el último dato publicado, en el mes de enero el precio registró 15,1 euros el metro cuadrado, un 10,6% más que hace un año, y solo un 1,4% por debajo del máximo.
Perfil del inquilino en España
¿Cuál es el perfil del inquilino en España? El 57,5% de la gente que alquila una vivienda en el país son parejas jóvenes sin hijos y el 40% son unidades familiares, mientras que las personas solas son el grupo “para el que es más complicado encontrar vivienda”, según la Radiografía del inquilino en España llevada a cabo por Arag. La franja de edad más habitual para vivir de alquiler en el país se sitúa, fundamentalmente, entre los 25 años y los 40 años, grupo al que pertenece el 92,5% de inquilinos.
¿Qué busca la persona que alquila una vivienda en el país? El 47,5% de los inquilinos priorizan que sea un activo económico, mientras que el resto de las preferencias de los ciudadanos están “a bastante distancia del precio” como una buena zona, la amplitud del activo, el número de habitaciones y si está o no reformado. La mayor preocupación económica es la cantidad de renta mensual (85%), seguida de los meses de fianza reclamados por el propietario y los gastos extra que pueda implicar la operación. Lo que motiva más dudas al inquilino es la necesidad de obras de conservación, sustituir los electrodomésticos que acaban su vida útil y la finalización anticipada del contrato (por la venta de la vivienda, supuestos incumplimientos del propio inquilino u otras razones).
En cuanto a los propietarios de España, el 90% prefiere que su inquilino trabaje por cuenta ajena y no que sea autónomo, seguidos de aquellos inquilinos que tengan una pensión. Sobre si hay avalistas en el contrato, el 40% de propietarios del país no tiene inconveniente de que así sea; el 37,5% lo acepta, pero prefiere que no haga falta; el 15% exige además otras garantías, y el 7,5% se opone a que haya un aval.