José Luis Escrivá ha tomado posesión este martes como gobernador del Banco de España y en su discurso ya ha avanzado que cambiará la Ley de Autonomía de 1994, que acabó con el Decreto-ley de 1962 y dio forma al banco central al definir su autonomía. Esta norma también alargó a seis años, no renovables, el mandato de gobernador y subgobernador, haciéndose particularmente estrictas las posibles causas de cese. Algo que podría cambiar, según lo explicado.
El nuevo gobernador, que asume el cargo "con gran responsabilidad", ha explicado que el buen funcionamiento de las sociedades democráticas "requiere de instituciones imparciales que ejerzan poderes delegados bajo mandatos acotados, cuya delegación se justifica, o bien porque deben ser ejercidos con una orientación a medio plazo que transciende los ciclos electorales, o bien por su carácter eminentemente técnico o por su función supervisora".
Escrivá cree que la Ley de Autonomía de 1994 ha proporcionado al Banco de España un marco legal e institucional "adecuado" para que pueda ejercer sus funciones con "independencia" a lo largo de los últimos 30 años. Pero también cree que en estas tres décadas, el entorno en el que se desenvuelven los bancos centrales se ha transformado sustancialmente y se han materializado escenarios que han resultado "ciertamente retadores" para el desempeño de sus funciones.
"Como resultado de ello, los bancos centrales se han visto abocados a introducir cambios fundamentales en su forma de actuar. Además, en el caso del Banco de España, una parte importante de sus funciones se desarrolla dentro del Eurosistema de la unión monetaria a la que pertenecemos. Y la configuración y el perfeccionamiento del Eurosistema han supuesto un proceso gradual no exento de complejidad", comentaba.
En este contexto, el exministro ve "razonable" reflexionar sobre la conveniencia de introducir modificaciones en nuestra Ley de Autonomía transcurridos estos 30 años. Y asegura que así lo cree también el Consejo de Gobierno del Banco, de tal forma que en la primera reunión bajo su presidencia ya decidieron constituir un grupo de trabajo para sistematizar y dar forma a dichas reflexiones.
Escrivá espera "revisitar aspectos de la ley que puedan reforzar todavía más su independencia". Pero también, potenciar los elementos de apertura, de comunicación con la sociedad, explicando y justificando actividades. "Y en esto concurren no solo elementos normativos, sino también la adopción de las mejores prácticas y la generación de una cultura institucional que hagan que la transparencia sea un principio inspirador de nuestras actuaciones. Esta es la forma óptima de rendir cuentas ante la sociedad", asegura.
Sigue habiendo "margen de mejora" para ser más transparentes
El nuevo gobernador del Banco de España cree que se ha avanzado "mucho" en este sentido en las últimas décadas, pero sigue habiendo "margen de mejora" y de innovación en cuanto al objetivo de ser más transparentes. "Y es que, cuanto más independiente se sea y se pretenda ser, más deben interiorizarse los principios de transparencia y rendición de cuentas, como mecanismos básicos de legitimación de un poder no elegido", comentaba.
Todos estos elementos también serán motivo de examen por parte del nuevo grupo de trabajo del Consejo de Gobierno, para que, de esa forma, "el refuerzo de la independencia, por un lado, y la transparencia y la rendición de cuentas, por otro, vayan de la mano".
Y aquí, Escrivá anunciaba que la independencia de las evaluaciones del Banco de España va a verse reforzada al hacer depender la actual Oficina de Evaluación directamente del Consejo de Gobierno. Y, por otro, al hacer que los planes estratégicos que se deriven de dichas evaluaciones se integren plenamente en la planificación presupuestaria del banco a medio plazo.
Por otra parte, el nuevo gobernador avanzaba que va a poner el foco en la innovación tecnológica. Principalmente, en la inteligencia artificial y, más concretamente, en la inteligencia artificial generativa.