El Banco de España ha calculado que España necesitará 24,673 millones de inmigrantes más en edad de trabajar en 2053 para evitar el proceso de envejecimiento poblacional en el que se encuentra inmerso el país y resolver los desajustes que podrían surgir en el mercado de trabajo español en el futuro y en el sustento del sistema de pensiones. La estimación de l'autoridad monetaria no se refiere al número de inmigrantes que deberían llegar a España (flujo), si no de cuánto debería haber aumentado la población extranjera en esa fecha.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que los flujos migratorios supondrán una ganancia neta poblacional de casi 10 millones de personas hasta el año 2053, de los cuales el 70% está en edad de trabajar, es decir, unos 7 millones, una cifra que habría que multiplicar por tres para que la tasa de dependencia en España se mantuviese constante.
Concretando los datos, para que la tasa de dependencia en 2053 permanezca en el 26,6% de ahora, dado que los mayores de 66 años proyectados por el INE se cifran en 14.847.105, se necesitaría un colectivo entre 16 y 66 años de 55.897.931 personas. Según los supuestos del INE, en 2053, habría 12.355.237 nacidos fuera de entre 16 y 65 años y 18.870.103 nacidos en España, por lo que si se mantiene este último número, se requeriría que en 2053 hubiera 37.027.828 inmigrantes de entre 16 y 65 años.
A pesar de esta "intensidad" en los flujos migratorios, Gavilán ha hecho hincapié en que no va a ser suficiente para atajar el problema, teniendo en cuenta el perfil de los inmigrantes (el 80% no tiene estudios universitarios) y las necesidades de las empresas, con una economía en plena transformación verde y tecnológica, un desajuste que también se aprecia en trabajadores nacidos en España. "La capacidad de los flujos migratorios para mitigar de forma apreciable el proceso de envejecimiento poblacional es limitada", ha advertido el Banco de España en su informe.
Estas proyecciones se recogen en el Informe Anual de 2023, publicado este martes por el Banco de España. En el mismo, la autoridad monetaria advierte de la extraordinaria envergadura de este reto población que viene determinado, no únicamente por la propia magnitud de los cambios demográficos que están en marcha, sino también por las numerosas implicaciones que dichos cambios tienen, por ejemplo, para la capacidad de crecimiento de la economía, para las dinámicas del mercado laboral y para la evolución de los ingresos y gastos públicos.
Más cotizaciones, menos trabajadores
En este sentido, el Banco de España también lanza una alerta al Gobierno: subir un punto porcentual el tipo efectivo medio de las cotizaciones sociales para financiar el sistema de pensiones generaría una caída del 0,25% en el número de ocupados al cabo de cuatro años, lo que equivale a más de 50.000 puestos de trabajo.
La entidad ha advertido de los perjuicios que supondría la aplicación en 2025 de la cláusula de salvaguarda del sistema de pensiones que, en última instancia y en ausencia de otras medidas, garantiza su sostenibilidad con una subida automática de las cotizaciones.