España registró un déficit público del 3,6% del PIB en 2023, seis décimas superior al límite que marcan las normas de disciplina fiscal europeas y que aboca a que la Comisión Europea abra en junio un expediente sancionador por el desvío presupuestario. La oficina de estadística comunitaria Eurostat confirmó este lunes la cifra adelantada por el Gobierno, que pese a ser 1,1 puntos porcentuales menor que la de 2022 y estar por debajo del 3,9% comprometido con Bruselas, rebasa el umbral del 3% del PIB que fijan las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
España supera, asimismo, con creces el límite de deuda pública del 60% del PIB con una ratio del 107,7%, solo por detrás de Grecia (161,9%), Italia (137,3%) y Francia (110,6%), a pesar del descenso de casi cuatro puntos con respecto al ejercicio anterior. El país, sin embargo, está lejos de ser el único que ha rebasado estos límites tras cuatro años con las reglas de disciplina fiscal europeas suspendidas para hacer frente a la pandemia y al impacto económico de la guerra en Ucrania: once estados incumplen el criterio de déficit y trece el de deuda, según Eurostat.
La Comisión Europea ya ha anunciado que en junio abrirá expedientes a aquellos países con exceso de déficit por primera vez desde 2020, puesto que en 2024 han vuelto a introducirse las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y para ello se basará en los datos publicados hoy por la agencia comunitaria. Aunque los Veintisiete acordaron en diciembre nuevas normas que entrarán en vigor próximamente —el Parlamento Europeo tiene previsto aprobarlas mañana—, la reforma mantiene los principios para estos expedientes sancionadores.
Los países expedientados están obligados a hacer un recorte estructural anual de su déficit mínimo del 0,5% del PIB (unos 7.300 millones de euros en el caso de España) hasta llevarlo por debajo del 3%, el mismo que exigían las reglas anteriores, aunque las nuevas permitirían adaptarlo para tener en cuenta el aumento del pago de intereses por la deuda hasta 2027.
Si Bruselas considera que no están tomando medidas para corregir el desvío, puede imponer multas semestrales de hasta el 0,05% del PIB, según las nuevas reglas, que rebajan el montante de las posibles sanciones, pero prevén una aplicación más automática de las mismas.
Además de España, se encaminarían a recibir un expediente Italia, que registró el déficit más abultado de la UE en 2023 con un 7,4% de su PIB, así como Hungría (-6,7%), Rumanía (-6,6%), Francia (-5,5%), Polonia (-5,1%), Malta y Eslovaquia (ambas -4,9%), Bélgica (-4,4%), República Checa (-3,7%) y Estonia (-3,4%).
De los 27 socios de la UE, solo registraron superávit Chipre y Dinamarca (ambos del 3,1% del PIB), Irlanda (+1,7%) y Portugal (+1,2%). Por lo que respecta a la deuda pública, además de España, Grecia, Italia y Francia, también superaron el 60% del PIB Bélgica (105, 2%), Portugal (99,1%), Austria (77,8%), Chipre (77,3%), Finlandia (75,8%), Hungría (73,5%), Eslovenia (69,2%), Alemania (63,6%) y Croacia (63%).
Las nuevas normas obligarán a estos países a recortar su deuda pública al menos un punto porcentual al año cuando supere el 90% del PIB y medio punto si se encuentra entre el 60% y 90%. En el conjunto de la UE, el ratio de deuda pública se redujo del 83,4% en 2022 hasta el 81,7% en 2023, mientras que en la eurozona bajó del 90,8% hasta el 88,6% en ese periodo, de acuerdo con Eurostat. El déficit público, por su parte, aumentó en la UE hasta el 3,5%, una décima más que el año anterior, pero se redujo en la misma medida en los países de la moneda única, situándose en el 3,6% al final del año pasado.