El año pasado, España exportó productos de acero, hierro y aluminio a Estados Unidos por valor de algo menos de 1.000 millones de euros (928 millones), inferior a los 1.057 millones de 2023, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio. En conjunto, el año pasados las compras de Estados Unidos se limitaron al 4,3% de las ventas realizadas por España en mercados internacionales el pasado año (21.659 millones de euros), por debajo del 4,5% de 2023 (23.274 millones de euros.

No obstante, todavía no está muy claro a qué productos concretos pueden afectar los aranceles que han entrado este miércoles en vigor. De los 956 millones vendidos al país que preside Donald el pasado año, 190 millones son partidas de fundición de Hierro y Acero; que suman el 2,6% del total de las exportaciones españolas de estos productos (en 2023 fueron el 2,3%); 616 millones en manufacturas de hierro y acero, el 6,8% del total, inferior al 7,5% de 2023 y otros 122 millones de euros en aluminio y sus manufacturas, el 2,3% del total de las exportaciones españolas, el mismo porcentaje que en 2023.

Aunque porcentualmente el peso del mercado estadounidense es muy limitado para el conjunto de los sectores del aluminio y el acero español, el impacto puede ser importante para algunas empresas que tenga a EE.UU. como mercado prioritario. Además, hay un efecto indirecto, de difícil cuantificación, derivado de ventas a fabricantes europeos que sirvan para montar productos finales cuyo cliente final pueda ser una empresa del gigante norteamericano mercados comunitarios.

En este sentido, la patronal de la industria del acero en la Unión Europea, Eurofer, ha advertido este miércoles de que el arancel general estadounidense del 25% a todas las importaciones de ese producto amenaza el futuro del sector y ha instado a la Unión Europea a implementar "salvaguardias efectivas". La política de Américan first (America primero) del presidente estadounidense, Donald Trump, amenaza con ser "el último clavo en el ataúd de la industria siderúrgica europea", ha declarado en un comunicado el presidente de la Asociación Europea del Acero (Eurofer), Henrik Adam.

"Si el acero europeo desaparece, también lo harán la automoción europea, la seguridad y defensa europeas, las infraestructuras energéticas, el transporte y otros sectores. Lo que está en juego es la soberanía europea", ha avisado Adam.

Compras a EE.UU.

En referencia a la respuesta que Bruselas ha puesto en marcha esta misma mañana, el impacto para España es incluso inferior, pues el encarecimiento que supondrá el incremento de aranceles al aluminio y el acero procedente de Estados Unidos será muy limitado dada la escasa dependencia de las importaciones de ese país. El año pasado se compró en EE.UU. acero y aluminio por valor de 229 millones de euros, el 1% del total de las compras españolas en el exterior.

En referencia al aluminio, la principal productora española, Acerinox, no se verá afectada por los aranceles impuestos por la Administración Trump. Según Financial Times, un pequeño grupo de productores mundiales de acero con fuerte presencia en Estados Unidos, entre ellos la española Acerinox, podrán beneficiarse de los aranceles a las importaciones de ese metal impuestos por Trump.

Entre los fabricantes europeos y asiáticos con plantas en el país que podrían resultar beneficiados están también la australiana BlueScope, la japonesa Yamato Kogyo, la sueca SSAB y la alemana Kloeckner. Varios analistas consultados por el rotativo opinan que estas empresas con plantas en EE.UU. tendrán menos competencia al entrar en vigor las tasas del 25% a las importaciones de acero y aluminio, destinadas a reforzar la industria nacional estadounidense.

Acerinox está presente en EE.UU. a través de tres sociedades: North American Stainless (NAS), VDM MEtals y Haynes International, esta última incorporada al grupo siderúrgico el año pasado, informa Efe.