Este jueves, los sindicatos UGT y CC.OO. se van a concentrar ante la sede madrileña de CEOE, Cepyme y Ceim (en el mismo edificio), encabezados por sus secretarios generales, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente. Y advierten de que a esta movilización seguirán más en otras capitales españolas si los “empresarios siguen con una postura de bloque” en la mesa de diálogo que aborda la reducción de la jornada laboral. Y fuentes sindicales señalan a ON ECONOMIA que la negociación aún dista de estar cerca de un acuerdo. Desde la CEOE, aunque no hacen declaraciones cuando las negociaciones están abiertas, matizaron este martes las declaraciones del secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, que apuntó que “veía un acercamiento de la CEOE”. La patronal reiteró que no apoyarán una reducción legal de la jornada laboral.

Pero el conflicto del Ministerio de Trabajo no está solo con los empresarios. Fuentes conocedoras de la negociación señalan que el Ministerio de Economía está elaborando “análisis sobre el impacto económico” de la reducción de jornada. Algo que también sucede con una supuesta reforma de la indemnización por despido improcedente.

Uno de los puntos más conflictivos es el registro y control del tiempo de trabajo, esencial para eliminar, o al menos reducir, las horas extras que no pagan los empresarios y que el INE cuantifica en 135 millones cada año. Fuentes de CC.OO. explican que estas horas impagadas acarrean un coste de 2.378 millones de euros en salarios impagados; de 878 millones en cotizaciones sociales que deja de recaudar cada año la Seguridad Social y otros 333 millones para Hacienda, que no ingresa el IRPF de estas horas trabajadas, si se tiene en cuenta que el tipo efectivo medio es del 14%. En total, al Estado le cuestan 1.200 millones de euros, más otros 2.380 a los asalariados que, como resaltan en los sindicatos, “regalan a sus empresas”.

Horas extra

Tanto Lujan como Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CC.OO., coinciden en que el objetivo es un registro horario “más eficiente, rigurosos y no manipulable”, que pasa por herramientas digitales. Pero que, aunque se ha hablado, se debe avanzar más para poder concretar alguna propuesta. Lo que sí está en el último borrador del Ministerio de Trabajo, del mes de julio, es un encarecimiento de las multas para las empresas que incumplan con el registro. Actualmente, la sanción va de 626 a 6.250 euros por empresa, pero Trabajo ha propuesto que la sanción no sea por empresa, sino por cada trabajador con irregularidades en su horario. Lo que supondría, de facto, una multiplicación de la actual cuantía. Además, la cuantía máxima, para las infracciones graves, se eleva a 10.000 euros.

Lo que ha quedado fuera de la mesa es una subida del precio al que se debe pagar la hora extraordinaria. El Estatuto de los Trabajadores (ET) establece que al menos, como una hora ordinaria, y deja a la negociación colectiva posibles aumentos. Sin embargo, la Carta Social Europea y varios convenios de la OIT consideran que debe estar por encima de la hora ordinaria, algo frecuente en muchos países de la Unión Europea. Luján, que ha presentado en nombre de UGT una demanda ante el Comité Europeo de Derechos Sociales pidiendo un cambio en el ET para elevar la cuantía abonada por hora extra, aclara que planteó este debate, pero que el Gobierno lo rechazó desde el primer momento. Como también quedó fuera la propuesta de CEOE de ampliar de 80 a 150 el límite de horas extraordinarias que puede hacer cada trabajador. La sindicalista de CC.OO. confirma que ambas propuestas se pusieron sobre la mesa, pero que nunca han estado en la negociación.

Subvenciones a las pymes

Las fuentes consultadas explican que tras la reunión de este martes, las conversaciones están centrados en el plan de acompañamiento a las pymes (Plan Pyme 375) propuesto por el gobierno español para hacer económicamente más llevadera la reducción de jornada legal a las empresas más pequeñas. El objetivo es dar subvenciones en las cotizaciones a las empresas de menos de 10 trabajadores que contraten de forma indefinida nuevos empleados necesarios por la reducción de la jornada en su plantilla. Fernando Luján, vicesecretario general de UGT, declara que se ha hablado de exoneración que van del 80% al 100%, cómo ha adelantado este miércoles El País, pero que no se ha producido una propuesta formal por parte de Trabajo. Igualmente, se ha abordado la posibilidad de permitir jornadas irregulares y un plan con fondos del SEPE, para programas formativos a los empleadores sobre cómo gestionar el tiempo de trabajo.

Sin embargo, las fuentes consultadas señalan que el gran escollo es la esencia misma de la reducción legal de la jornada de 40 a 37,5 horas, pues la patronal mantiene su total oposición. Algo que ha mostrado tanto fuera como dentro de la mesa, según las fuentes sindicales. Tampoco hay posibilidad de dejar fuera de la medida a las empresas más pequeñas, por la oposición de los sindicatos y el Ministerio que dirige Yolanda Díaz. El tercer punto a debate es la mejora de la desconexión digital fuera del horario laboral.

Aumentar las vacaciones

Jesus Lahera, catedrático de Derecho laboral de la Universidad Complutense de Madrid, aclara a ON ECONOMIA que, aunque coloquialmente se está hablando de jornada semanal, en la mesa se discute sobre jornada anual, por ser la norma generalizada en el mercado laboral español y en la negociación colectiva. En horas anuales, se trata de rebajar de 1.826 horas anuales (40 semanales) a 1.712 (37,5 semanales).

Algo muy importante, pues al hacerse un cómputo anual, la negociación colectiva, pero también las empresas, tiene la potestad para organizar la gestión de su producción, y, por tanto, del tiempo de trabajo. Lo que significa que aquellas que estén por debajo de las 40 horas, podrían optar por mantener la jornada actual y compensar con más días libres -aumentado las vacaciones- a sus trabajadores.

Lahera aclara que el tope de las 80 horas actuales se limita a horas pagadas, pero no existe límite alguno, para horas compensadas con descanso. No obstante, supone un problema de organización y las empresas más cercanas a las 40 horas, tendrán que acabar adaptando su jornada. En cualquier caso, el experto en el mercado laboral considera que, lo verdaderamente importante es control mejor las horas extraordinarias.