Estados Unidos comenzará a imponer un arancel del 20,91% a la mayoría de las importaciones de tomates mexicanos, un nuevo arancel que se empezará a aplicar desde el 14 de julio, según anunció este lunes el Departamento de Comercio. Estados Unidos justificó esta medida debido a que el actual sistema arancelario para esos productos agrícolas "no protege" a los productores estadounidenses de las "importaciones mexicanas con precios injustos".
En la actualidad el tomate mexicano equivale al 55% de consumo entre la ciudadanía de Estados Unidos y se exporta el 98% del producto que cultivan los agricultores mexicanos, según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Se exportan a Estados Unidos 1,87 millones de toneladas al año; y el 2% restante se destina a Canadá y Japón. El valor de las exportaciones es de 2,8 millones de dólares. Esta consultoría ha advertido que la decisión arancelaria es una amenaza que desestabilizará una de las cadenas agroalimentarias más relevantes para ambos países.
En un comunicado, GCMA advierte de que esta decisión responde principalmente a la presión ejercida por productores de Florida, quienes, en lugar de mejorar su competitividad, han insistido en denuncias reiteradas de prácticas de dumping sin sustento sólido.
Un freno que se salvó en 2019
La medida supone revertir el acuerdo comercial para estos productos establecido en 2019 por la primera Administración Trump y se ha articulado a través de una "orden antidumping" por precios artificialmente a juicio de Washington.
"El actual acuerdo no ha servido para proteger a los productores de EE.UU. de precios de importaciones mexicanas injustos. Esta acción permitirá a los productores estadounidenses a competir de manera justa en el mercado", indicó el Departamento de Comercio en un comunicado.
El acuerdo de 2019 evitó la imposición de aranceles del 17% y establecía mecanismo de inspección del 92% de las importaciones de tomates mexicanos y establecía controles de precios mínimos. Este acuerdo data de 1996 y se ha renovado en 2002, 2008, 2013 y 2019.
GCMA destacó que los agricultores mexicanos se distinguen por su eficiencia, bajos costos de producción y ventajas logísticas, lo cual ha consolidado su presencia en el mercado estadounidense. Advirtió que la imposición del arancel no solo afectaría a los productores y exportadores mexicanos, sino también a los consumidores y cadenas de autoservicio estadounidenses que dependen del abasto estable de tomate. Así mismo, relata que “el tomate mexicano ha sido clave para ofrecer precios accesibles y disponibilidad durante todo el año al consumidor estadounidense, gracias a su calidad, sabor y competitividad”, expresaron en un comunicado.
México produce una gran variedad de tomates, siendo las más comunes las variedades cherry, bola y saladette, populares por su sabor dulce y su versatilidad. Otras variedades de tomates de gama alta o gourmet, como la uva y el cóctel, se cultivan casi exclusivamente para su exportación a Estados Unidos.