Las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos de pago más extendidos y que van ganando posiciones entre los consumidores. De hecho, hay quien apunta a qué se eliminará el dinero físico y todos los pagos se realizarán exclusivamente con las tarjetas. Sea cierto o no, la realidad es que cada vez hay más establecimientos que admiten el pago con tarjetas para pequeños importes, incluso de 1 euro.
Mientras eso no ocurra, los consumidores debemos llevar dinero en efectivo en nuestras carteras y para ello, o se acude directamente a una oficina de la entidad bancaria -que cada vez quedan menos- o se retira el dinero a través de un cajero. Esta última opción se puede realizar si se tienen los ahorros en una entidad financiera tradicional o en un banco online (neobanco). Pero el problema más acuciante son las comisiones que la banca cobra por este servicio. De ahí que, quién más, quién menos, intentamos depositar nuestros ahorros en las entidades que nos ofrecen un mejor trato; es decir, aquellas que no nos cobran comisiones.
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revela que pueden encontrarse hasta seis cuentas sin requisitos asociadas a una tarjeta de débito que permite extracciones sin comisión en cajeros de España. Su único coste, y solo para algunas tarjetas físicas, es el envío a casa, que varía entre 6 y 10 euros; la tarjeta virtual es gratis en todos los casos.
Todas ellas están emitidas por entidades online, por lo que su contratación es necesariamente digital, aunque muy sencilla. Se trata de N26 (Cuenta estándar), Evo Banco (Cuenta Inteligente), MyInvestor (Cuenta Remunerada), Revolut (Cuenta estándar), Self Bank (Cuenta Self) y Wise (Cuenta Wise). Hay otras tarjetas emitidas por la banca tradicional con ventajas parecidas, pero con requisitos, normalmente la domiciliación de la nómina.
En el caso de los neobancos, algunos determinan que la gratuidad va aparejada a algunas limitaciones, es cierto. Las más habituales son que se fija un número máximo de extracciones gratuitas al mes o que se determina un importe máximo.
También para la compra de divisas
En su estudio, la OCU considera que este tipo de tarjetas son una alternativa muy interesante como segunda tarjeta para evitar el pago de comisiones; o incluso como primera tarjeta, siempre y cuando las condiciones de la cuenta asociada sean interesantes y el usuario se maneje bien por internet. En cualquier caso, OCU siempre aconseja comprobar a través de su comparador las condiciones de la cuenta que tenga contratada, porque es posible que esté pagando excesivos cargos.
En su análisis, el estudio expone que las tarjetas citadas de N26, Myinvestor y Revolut ni siquiera aplican comisiones por cambio de divisa en compras fuera de la zona euro, al contrario de lo que hacen la mayoría de las tarjetas tradicionales, que cobran hasta el 3% del importe de la operación. Por ello, no solo son tarjetas especialmente útiles para viajar, también para hacer compras online, ya que aportan un plus de seguridad si se mantiene un saldo mínimo: el posible fraude se limita al saldo de la cuenta. Además, la tarjeta de Revolut permite recargas instantáneas desde otra tarjeta, justo antes de realizar el pago.