La compra de la vivienda, sea para una temporada o para siempre, es sin duda una de las principales inversiones personales que se hacen a lo largo de la vida, para no decir que puede llegar a ser la más importante. Por lo tanto, hay que tener cuidado antes de ejecutarla. Las decepciones o los errores muchas veces no se pueden revertir, cuando menos, sin costes posteriores. Las recomendaciones que pueden servir para cualquier comprador, son las siguientes:

1.- Hay que hacer un presupuesto, pero lo más esencial es ser realista con la situación financiera de uno mismo o de la familia al completo. En todos los casos se tiene que tener en cuenta tres extremos imprescindibles: de qué nivel de ahorros se puede disponer; tener claro si se cumplen los requisitos básicos para poder acceder a financiación bancaria -no se tiene que olvidar de que las entidades solo otorgan, por línea general, el 80% del total del valor de la adquisición; y finalmente, qué nivel de gasto mensual se puede asumir sumando al coste de la hipoteca el presupuesto que se destina a la manutención, el pago de los servicios básicos -agua, luz, gas, telefonía-, posibles gastos de escolarización si se tienen hijos u otros costes fijos que se hayan asumido y que se tengan que mantener en el tiempo.

2.- Hay que pensar muy bien qué tipo de vivienda se necesita, más que qué tipo de vivienda se quiere o se anhela. "La compra de una vivienda no es un paso sencillo, seguramente es la adquisición más importante que haremos a lo largo de nuestra vida", advierte Ferran Font, director de estudios y portavoz de la plataforma inmobiliaria pisos.com. Para este experto, se tiene que valorar si pensamos en un piso o casa de por vida o para un periodo determinado y, en consecuencia, precisar para cuántas personas lo necesitamos y qué servicios queremos que tenga.

3.- Hay que valorar los costes de los servicios que tendrán que asumir en función del tipo de casa que conseguimos. Es decir, no es el mismo el coste de una comunidad de propietarios en función del número de vecinos, del tipo de servicios -portero, ascensor-, de las prestaciones del inmueble -jardín y/o piscina comunitaria, por ejemplo.

4.- Hace falta escoger qué ubicación es preferible. Desde saber si se quiere desarrollar el proyecto de vida en la ciudad o en áreas rurales; si se quiere un municipio grande o pequeño. En este punto también tiene que ver mucho el presupuesto de que dispondremos. "No hay que escoger una zona donde los precios de las viviendas superen ya de entrada nuestros presupuestos", añade el experto. También habrá un coste colateral, en algunos casos, si la residencia está lejos del trabajo y se tienen que asumir los desplazamientos diarios al puesto de trabajo, por ejemplo.

5.- ¡Hay que buscar mucho! Los consejos para encontrar casa de forma ágil y ahorrar tiempo también dependen del contexto en que se sitúa la decisión de formalizar la compra. Ahora mismo, el sector de la vivienda no pasa por sus mejores momentos: hay poca oferta y los precios han subido. Quizás es aconsejable ir acompañado de un profesional para hacer la búsqueda más ágil y con más acierto. Se puede buscar una agencia inmobiliaria y no quedarse solo en los portales inmobiliarios o escoger un personal shopper, si se tienen las ideas superclaras y se necesita un periodo de tiempo corto para cerrar el tema. También hay que mirar varios portales inmobiliarios, tal vez el precio de un mismo inmueble pueda tener alguna pequeña variación.

6.- En caso de ir por libre, hay que pedir una tasación externa de un profesional, mirar el estado del piso y del edificio, pedir un certificado en el registro de la propiedad inmobiliaria con una nota simple sobre el estado de la edificación y con una actualización del estado técnico y del correspondiente ITEC. Estas gestiones y la información correspondiente nos permitirán verificar si el precio que nos piden es el correcto o si, por ejemplo, la comunidad de propietarios tiene deudas pendientes de liquidación -eso en caso de la compra de una vivienda de segunda mano, es muy importante.

7.- Hay que ir, una vez se ha tomado la decisión, a firmar las arras del contrato de compraventa. Firmar un contrato de arras es completamente habitual a la hora de comprar una vivienda u otro bien inmueble. El contrato de arras es un contrato privado que se firma entre el comprador y el vendedor, en virtud del cual el comprador entrega al vendedor una cantidad en concepto de arras a cuenta del precio total de la compraventa, que puede ser del 10% del coste total.

8.- Hay que decidirse por el tipo y la entidad de financiación que necesitaremos. No vayamos solo a la entidad financiera de confianza, con aquella que tenemos el dinero. Se tiene que visitar tantas entidades como sea posible. También se puede buscar la ayuda de un broker hipotecario.