El euríbor ha frenado el ritmo de subidas en línea con la pausa de tipos del Banco Central Europeo (BCE). No obstante, los hipotecados seguirán sufriendo el elevado nivel al que se encuentra el indicador que referencia la mayoría de las hipotecas variables en España. En octubre, el euríbor se encuentra cercano al 4,17% en la tasa mensual, ligeramente por encima de la registrada a finales del mes pasado (4,149%), pero habiendo frenado su crecimiento respecto a los meses anteriores, donde incluso llegó a superar el 4,2%, nivel no visto desde 2008.
La estrategia del BCE para controlar la inflación y llevarla de nuevo al nivel del 2% en la eurozona ha provocado, entre otras cosas, el encarecimiento de las hipotecas. El comportamiento del euríbor está estrechamente ligado a las decisiones de política monetaria que toma el banco central. Es por ello que, tras la reunión del pasado 26 de octubre, en la que decidió mantener los tipos de interés sin cambios (4,5%) después de diez subidas consecutivas, el euríbor ha echado el freno también.
“El euríbor se está resistiendo a sobrepasar la barrera del 4,2% más de lo esperado. Ya lleva cinco meses en el 4% y el crecimiento acumulado no supera las dos décimas. Esta es una buena noticia porque, si echamos la vista solo unos meses atrás, vemos que esas dos décimas eran fáciles de superar entre un mes y otro y que ahora no lo haga evidencia que está estabilizándose y que la cima, si el Banco Central Europeo se lo permite, podría estar cerca”, señala el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli.
La cuota mensual sube 130 euros, 350 desde 2021
Si bien la decisión del BCE alivia un poco la situación, aquellos hipotecados a tipo variable a los que les toque revisión verán como su cuota se sigue encareciendo, puesto que el euríbor sigue estando a niveles muy superiores a los de hace un año. “Que el euríbor esté aminorando su crecimiento, incluso estabilizándose, es una buena noticia para los hipotecados a tipo variable, aunque todavía seguimos viendo incrementos de entre 130 y 300 euros al mes en las revisiones”.
Este encarecimiento se debe a que en la revisión anual de la cuota su cuota los intereses a pagar al banco habrán pasado de un diferencial del 2,629% en octubre a uno cercano al 4,17% en el mismo mes de este año. La diferencia es mayor en caso de que el préstamo hipotecario estuviera contratado con anterioridad, cuando el euríbor se situaba en niveles negativos. De este modo, si en octubre de 2021 el índice se encontraba en el -0,477%, para una hipoteca a 30 años de 150.000 euros con un diferencial del 0,99% la cuota era de 449,64 euros.
Tras la revisión anual de 2022 y la de este octubre, la cuota será superior a los 800 euros. Así, el encarecimiento anual sería cercano a los 130 euros al mes o de algo más de 1.500 euros al año. Sin embargo, el encarecimiento acumulado desde hace dos años ya supera los 350 euros mensuales o los 4.200 euros anuales. En este sentido, para que se diera un descenso en la cuota para los hipotecados que revisen su préstamo en noviembre o diciembre, el euríbor tendría que bajar por debajo del 3% y las previsiones no apuntan a este escenario en el corto plazo.
No se esperan grandes cambios hasta 2025
A pesar de la pequeña tregua que puedan dar el BCE y el euríbor, no se esperan rebajas significativas hasta finales del próximo año e incluso 2025. ¿El principal motivo? Los tipos de interés seguirán en niveles elevados, al menos hasta la primera mitad de 2024 en el mejor de los casos, según han dejado caer desde la entidad que preside Christine Lagarde en diferentes ocasiones y las estimaciones de los analistas.
"Si la inflación evoluciona en línea con las previsiones del BCE y las nuestras, es probable que la subida de tipos de octubre de 2023 sea la última: las tasas de inflación seguirán bajando, debido a los efectos de base y a factores subyacentes. Y el BCE también se verá presionado, desde el punto de vista económico, por los indicadores de confianza, las condiciones para la concesión de créditos y una disminución de los préstamos que apuntan a un debilitamiento significativo de la demanda interna", señala el economista de DWS Ulrike Kastens.
"El enfoque dependiente de datos de las decisiones del banco central continúa y Lagarde reitera que mantendrán los tipos en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario. Además, insiste en que es demasiado pronto para hablar de recortes futuros en los tipos", explican desde el departamento de análisis de Bankinter.
Aún queda una reunión del BCE antes de que finalice el año, el próximo 14 de diciembre, en la que decidirán si la pausa es definitiva o aún queda espacio para una más y correr el riesgo de llevar la economía a una recesión. Asimismo, lo más probable que el cambio de tendencia suceda de forma progresiva, por lo que aún queda mucho para volver a pasar del 4,5% actual hasta situarse por debajo del 3%. Por lo que cabe esperar que un gran cambio en las cuotas de los hipotecados no se dará hasta 2025.
En este sentido, desde la DWS tampoco esperan que los tipos empiecen a bajar hasta bien entrado el próximo año. "A medio plazo, esto abrirá la puerta a ajustes de los tipos de interés. Seguimos esperando una primera bajada de tipos a finales del segundo trimestre de 2024", destacan. Pero los hay incluso más pesimistas, como en la firma de inversión Berenberg, donde creen que no se dará una bajada importante de los tipos hasta el 2025.