La Comisión Europea (CE) impuso este jueves aranceles provisionales de hasta el 37,6% a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China, para compensar los perjuicios para los productores comunitarios causados por las subvenciones desleales que recibe este sector al país asiático. Después de su publicación hoy en el Diario Oficial de la Unión Europea, la medida se aplicará a partir de mañana, 5 de julio, con una duración máxima de cuatro meses. Dentro de aquel plazo se tendrá que adoptar una decisión final sobre los derechos definitivos, mediante votación de los estados miembros de la UE. Cuando se tome esta decisión, los derechos serán definitivos durante un periodo de cinco años.
La Comisión llegó a esta conclusión nueve meses después de haber abierto de oficio una investigación antisubsidios a estas importaciones y mientras continúa las conversaciones con las autoridades chinas para intentar encontrar una solución, informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado. Los derechos individuales aplicables a los tres productores chinos incluidos en la indagación ascienden al 17,4% para BYD; el 19,9% para Geely, y el 37,6% para SAIC. Además, otros productores de vehículos eléctricos de China que cooperaron en la investigación, pero no fueron incluidos en la muestra, están sujetos al derecho medio ponderado del 20,8%, mientras que lo que se aplicará a otras empresas que no colaboraron será del 37,6%. Las cifras se corrigieron ligeramente a la baja en comparación con los aranceles anunciados el pasado 12 de junio, basándose en los comentarios sobre la exactitud de los cálculos presentados por las partes interesadas, indicó la CE en un comunicado. La investigación también ha examinado las probables consecuencias y el impacto de estas medidas en los importadores, usuarios y consumidores de vehículos eléctricos en la UE, recordó la Comisión.
Según datos recogidos por Bruselas, la cuota de mercado de las importaciones chinas mantiene una tendencia al alza, amenazando la industria automovilística y más de 12 millones de puestos de trabajo (directos e indirectos). "La industria europea tiene que ser capaz de producir vehículos eléctricos dentro de la Unión y no depender de las importaciones chinas", señala la Comisión.
A pesar de la imposición de estos aranceles, desde el ejecutivo comunitario apuntan que las conversaciones con el gobierno chino se han intensificado durante las últimas semanas y que la voluntad de la UE es la de encontrar una solución "compatible con la Organización Mundial del Comercio que dirija las preocupaciones de la Unión". En este sentido, tanto China como las diferentes empresas afectadas pueden presentar argumentos y comentarios ante la Comisión durante los próximos meses. "Seguimos trabajando intensamente con la China para encontrar una solución mutuamente aceptable. Cualquier resultado negociado de nuestra investigación tiene que responder clara y plenamente a las preocupaciones de la UE y respetar las normas de la Organización Mundial del Comercio", indicó Dombrovskis.
Reacción de China
Arran del primer anuncio emitido el junio pasado, China decidió abrir una investigación por "competencia desleal" en las importaciones europeas de cerdo. La aplicación de nuevos aranceles tendría un impacto significativo en la industria cárnica catalana, ya que la carne de cerdo supone el 42% de los productos del país que se exportan a China.