El lehendakari, Imanol Pradales, ha defendido este martes que, si los gravámenes al sector energético y financiero, aprobados tras el incremento de los precios derivado de la Guerra de Ucrania, se hacen impuestos permanentes, "exigiremos que se incluyan en el concierto vasco". Pradales ha hecho la petición en Madrid, en concreto en las jornadas "La Agenda del Metafuturo", organizadas por Atresmedia y que convocan a líderes y expertos en asuntos que suponen un desafío para el futuro, como la Inteligencia Artificial (IA) o la emergencia climática, migratoria y energética.

Pradales ha anunciado su intención de tomar decisiones normativas sobre esos impuestos teniendo en cuenta que gravan sectores que generan mucho empleo en Euskadi. Aunque el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Gobierno vasco han mantenido prudencia con esta posible cesión, la formación política acordó con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el traspaso de ambos impuestos. Y, en el caso de la tasa a las empresas energéticas, Sánchez se comprometió a que no sería impedimento para que las empresas pudiesen abordar las inversiones que se precisan para la transformación hacia una energía más limpia.

Numerosas empresas ligadas al País Vasco han mostrado su voluntad de parar inversiones por la inseguridad jurídica que supone la decisión de transformar en definitivo ambos impuestos, cuando el Gobierno los aprobó con un periodo temporal de dos años que finaliza este 31 de diciembre. Una de las más combativas ha sido Repsol que ha anunciado que, entre otras inversiones, peligran sus planes para Tarragona por valor de 1.100 millones de euros. Lo que ha causado una fuerte preocupación en Catalunya. Iberdrola es la otra energética muy enraizada en el País Vasco.

Contundencia en el PNV

La petición de los impuestos lanzada por el Palacio de Ajuria Enea ha venido reforzada con una amenaza velada. Este mismo martes, el presidente del PNV (Euzkadi Buru Batzar-BBB), Andoni Ortuzar, ha dicho que “ojo con matar a la gallina de los huevos de oro”, en alusión a los votos de su partido en el Congreso, imprescindibles para Sánchez. Fuentes oficiales del PNV han remarcado a On Economia que “el Grupo Vasco llegó a un acuerdo en diciembre de 2023 para integrar los gravámenes a la banca y a las energéticas en el sistema tributario y que sean concertados o convenidos, según corresponda, con capacidad normativa, previa modificación del Concierto y Convenio en vigor, respectivamente, en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Navarra”.

Una capacidad normativa que abrirá la puerta a exenciones fiscales a las empresas energéticas en el País Vasco, algo que, aunque no se ha dicho oficialmente desde el partido vasco o la Lehendakaritza, sí se ha reiterado de forma oficiosa. Lo que sí se ha dicho desde Euskadi, es que los dos impuestos nunca han sido de su agrado.

Control de las Haciendas vascas

Pradales ha defendido este martes que estos impuestos deben quedar bajo el control de las Haciendas vascas si se convierten en permanentes. El concierto no le da competencias sobre tasas temporales al Gobierno vasco, pero sí sobre los impuestos permanentes. "A mí me parece que grabar las ventas y no los dividendos de las compañías no es el mejor modelo. Pero si se consolidaran estos gravámenes como impuestos permanentes, exigimos que se puedan concertar, porque tenemos capacidades fiscales propias".

El lehendakari ha hecho alusión a las tasas que el Gobierno de coalición aprobó en 2022 sobre banca y energéticas. Se trata de gravámenes temporales sobre los beneficios récord conseguidos por las entidades financieras, las eléctricas o las petroleras gracias a la crisis de inflación. El ejecutivo de Sánchez ha anunciado su intención de hacer permanentes estas tasas y recientemente lo ha reiterado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Sumar

No obstante, desde Sumar han mostrado en estos días su preocupación por la reticencia de la facción socialista del Gobierno de coalición y han dicho públicamente que en las negociaciones que se están manteniendo sobre los Presupuestos Generales, la transformación de los dos gravámenes en impuestos permanentes “es una línea roja”. Incluso este martes, el portavoz de Economía de Sumar en el Congreso, y responsable por parte de la organización en las negociaciones sobre las cuentas del año próximo, Carlos Martín ha señalado que, después de que Repsol haya optado por desviar una inversión de 15 millones de euros a Portugal, el Estado podría realizar una “toma de control” de la petrolera similar a la de Telefónica, donde el Gobierno de España se ha hecho con un 15%.