El País Vasco podría recibir en dos años unos 400 millones de euros por su participación en los gravámenes temporales a las energéticas y a las entidades financieras aprobados la semana pasada en el Senado. Así lo ha adelantado el consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, tras la reunión telemática que ha mantenido la Comisión Mixta de Concierto Económico que, además de aprobar la participación vasca en estas nuevas tasas, ha dado luz verde a la concertación del Impuesto a las grandes fortunas.
Las previsiones del Gobierno español es que a través de los gravámenes temporales a las energéticas y a los bancos el Estado recaude unos 6.500 millones de euros, según ha explicado la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, a la delegación vasca participante en la reunión. Según el acuerdo firmado este martes, el País Vasco recibirá el 6,24% del volumen total generado por estas figuras los dos próximos ejercicios y se compensará la cantidad en los plazos del pago del Cupo al Estado.
Consecuencia de la guerra
Esta cantidad se destinará a hacer frente a las "excepcionales consecuencias económicas y sociales" causadas por la Guerra en Ucrania y por los problemas de oferta y de suministros derivados de la pandemia. Las instituciones vascas asumirán íntegramente la definición y gestión de aquellas ayudas del Estado que se financien exclusivamente con la recaudación de estos dos gravámenes.
Por su parte, el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes fortunas, complementario al de Patrimonio que se aplica en Euskadi, se incluirá en el Concierto Económico como tributo concertado de normativa autónoma, con la misma vigencia que la ley estatal que lo crea que, en teoría al igual que los dos gravámenes anteriores, se aplicará por dos años.
Destino final del dinero
Azpiazu ha recordado que el destino final del dinero conseguido a través del gravamen energético está "tasado" y es "más concreto de acuerdo a la normativa" europea. "Las instituciones vascas nos ajustaremos a los requerimientos europeos; fundamentalmente son medidas encaminadas a reducir el consumo energético, potenciar el consumo de energías renovables y apoyo a empresas y sectores de consumo intensivo", ha recordado. El segundo gravamen, a las entidades de crédito y establecimientos financieros, no tiene medidas tan tasadas y las instituciones vascas valorarán "las que sean necesarias en Euskadi".
Impuesto a los “ricos”
Euskadi tiene su propio Impuesto de Patrimonio que se aplica desde las tres diputaciones forales de Guipúzcoa, Vizcaya y Álava. Aunque la esencia del impuesto es esencialmente el mismo que se aplica en el resto de las comunidades de régimen común (Navarra también tiene su propio impuesto), mantiene unos tipos de gravámenes inferiores a los que se aplican en la norma estatal y que servirán para el nuevo impuesto de Solidaridad.
En concreto, el nuevo impuesto de "los ricos" aplicará un 1,7% para patrimonios entre tres y 5,34 millones; un 2,1% de 5,34 millones hasta 10,69 millones de euros y un 3,5% a partir de esta cifra de patrimonio. En el caso de la Diputación Foral de Bizkaia los tipos que se aplican actualmente al impuesto de patrimonio son más bajos, un 1,5% para patrimonios entre 3,2 y 6,4 millones de euros; un 1,75% de 6,4 millones a 12,8 millones y el 2% por encima de esos 12,8 millones. Para las Diputaciones de Gipuzkoa y Araba, los tipos que se aplican en patrimonio son iguales, el 1,7% de patrimonios entre 3,2 y 6,4 millones de euros; un 2,1% entre 6,4 y 12,8 millones y un 2,5% para patrimonios superiores a los 12,8% millones de euros.
Por tanto, dependiendo de cómo se establezca el nuevo impuesto de Solidaridad como tributo concertado de normativa autónoma, los contribuyentes de Euskadi que superen los tres millones de patrimonio se podrían ver obligados a tributar por un lado en el impuesto de patrimonio actual y un plus por el nuevo impuesto de solidaridad de las grandes fortunas, algo que no gustaba ni al Partido Nacionalista Vasco, ni al Partido Socialista de Euskadi (PSE) socios de gobierno en el ejecutivo vasco. Pero eso no ha trascendido de la reunión mantenida este martes entre los responsables de las haciendas vascas y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.